sábado, 15 de julio de 2017

PURGA SOVIÉTICA PARA FACILITAR EL REFERÉNDUM ILEGAL

PURGA SOVIÉTICA PARA FACILITAR EL REFERÉNDUM ILEGAL

Carlos Puigdemont, el pobre Arturo Mas y sus cómplices, han decidido instrumentar una purga al mejor estilo soviético: usted no está a cien por cien a favor de lo que yo digo, pues le envío al ostracismo. Los consejeros Neus Munté, Jordi Jané y Meritxel Ruiz acaban de ser escabechados por tibios en la defensa del secesionismo histérico de su obtuso presidente.

Al analizar el cataclismo que se ha producido hoy en el Gobierno catalán, lo de menos, en todo caso, es la purga. Lo de más es lo que ésta revela. Moncloa no puede seguir asegurando que el 1 de octubre es una finta y solo una finta. Pues no. El órdago soberanista va en serio y Puigdemont y el pobre Mas, que están en la sedición y el golpismo, agotarán todas las fórmulas para consumar su propósito.

El Gobierno no puede aplicar el artículo 155 de la Constitución, que sería lo más lógico, porque, en su cachaza y lenidad, Mariano Rajoy no ha tenido en cuenta que esa aplicación exige un tiempo procedimental, que se alargaría mas allá del 1 de octubre. De no creer el fiasco del Gobierno. ¡Qué torpeza, qué inmensa torpeza!

La ley de Seguridad Nacional, esgrimida por algunos dirigentes peperos, se antoja a muchos inaplicable en este caso porque generaría un escándalo inasumible. Esa ley se aprobó en el Congreso para combatir el terrorismo yihadista y no para evitar un referéndum secesionista. Le queda al Gobierno de la nación decretar el Estado de Excepción en Cataluña, como ha apuntado Jorge de Esteban, lo que provocaría una reacción difícil de calcular.

Asegura Mariano Rajoy que lo tiene todo previsto y que no habrá referéndum, pero los analistas más sagaces no atinan a descubrir la carta enmascarada que el presidente guarda en la manga. La máxima arriólica de que el tiempo lo arregla todo, que no hay que hacer nada y que lo mejor es tener cerrado el pico, se ha convertido en este caso en una soberana sandez. El tiempo no puede resolver el órdago catalán porque ya no queda tiempo. Pasado el mes de agosto, se consumarán los despropósitos de Carlos Puigdemont y el pobre Arturo Mas, y no le quedará otro remedio a Mariano Rajoy que hacer algo. Ojalá acierte.

viernes, 14 de julio de 2017

PURGA SOVIÉTICA PARA FACILITAR EL REFERÉNDUM ILEGAL

PURGA SOVIÉTICA PARA FACILITAR EL REFERÉNDUM ILEGAL

Carlos Puigdemont, el pobre Arturo Mas y sus cómplices, han decidido instrumentar una purga al mejor estilo soviético: usted no está a cien por cien a favor de lo que yo digo, pues le envío al ostracismo. Los consejeros Neus Munté, Jordi Jané y Meritxel Ruiz acaban de ser escabechados por tibios en la defensa del secesionismo histérico de su obtuso presidente.

Al analizar el cataclismo que se ha producido hoy en el Gobierno catalán, lo de menos, en todo caso, es la purga. Lo de más es lo que ésta revela. Moncloa no puede seguir asegurando que el 1 de octubre es una finta y solo una finta. Pues no. El órdago soberanista va en serio y Puigdemont y el pobre Mas, que están en la sedición y el golpismo, agotarán todas las fórmulas para consumar su propósito.

El Gobierno no puede aplicar el artículo 155 de la Constitución, que sería lo más lógico, porque, en su cachaza y lenidad, Mariano Rajoy no ha tenido en cuenta que esa aplicación exige un tiempo procedimental, que se alargaría mas allá del 1 de octubre. De no creer el fiasco del Gobierno. ¡Qué torpeza, qué inmensa torpeza!

La ley de Seguridad Nacional, esgrimida por algunos dirigentes peperos, se antoja a muchos inaplicable en este caso porque generaría un escándalo inasumible. Esa ley se aprobó en el Congreso para combatir el terrorismo yihadista y no para evitar un referéndum secesionista. Le queda al Gobierno de la nación decretar el Estado de Excepción en Cataluña, como ha apuntado Jorge de Esteban, lo que provocaría una reacción difícil de calcular.

Asegura Mariano Rajoy que lo tiene todo previsto y que no habrá referéndum, pero los analistas más sagaces no atinan a descubrir la carta enmascarada que el presidente guarda en la manga. La máxima arriólica de que el tiempo lo arregla todo, que no hay que hacer nada y que lo mejor es tener cerrado el pico, se ha convertido en este caso en una soberana sandez. El tiempo no puede resolver el órdago catalán porque ya no queda tiempo. Pasado el mes de agosto, se consumarán los despropósitos de Carlos Puigdemont y el pobre Arturo Mas, y no le quedará otro remedio a Mariano Rajoy que hacer algo. Ojalá acierte.

miércoles, 12 de julio de 2017

El Banco Popular como ejemplo

Jueves 08 de junio de 2017, 09:59h
El Banco Central Europeo ha declarado la inviabilidad del Banco Popular. La entidad, objeto de numerosas especulaciones, sólo parcialmente basadas en su preocupante situación financiera, ha ido perdiendo su base de depósitos, lo que ha comprometido su posición hasta llegar a ser inviable. Por otro lado, la entidad ha sido adquirida por el Banco Santander, que tendrá que hacer frente a una ampliación de capital de 7.000 millones de euros para restituir la seguridad financiera de la entidad, dentro de lo que se puede entender por seguridad en un sistema financiero fiduciario con banco central.
Los más de 300.000 accionistas del Banco Popular perderán toda su inversión. No hay un plan de rescate del banco privado, y tanto ellos como bonistas verán cómo su inversión, en la que habían despositado en parte sus expectativas de progreso, se ha volatilizado. Y es así como debe ser. La entidad fue durante años el asombro de la banca mundial, cuando batía al resto en rentabilidad. En ella estaban puestos los ojos de los principales inversores. Llegó a valer más de 19.000 millones de euros, valor del que hoy sólo queda el recuerdo. Protagonista de este descalabro es Ángel Ron, a quien en el banco tildan de “el exterminador”, que quiso cambiar el modelo del Popular: de la rentabilidad al tamaño. Cimentó esa estrategia sobre el ladrillo, que a su vez tenía el voluble y falible cimiento de la burbuja crediticia. El largo camino de crecimiento orgánico fue abandonado por un rápido camino hacia la desaparición.
Si los accionistas, en su mayoría, no estaban de acuerdo con la deriva impuesta por Ron, debían haber hecho valer su poder al respecto. O haber vendido la acción para que otros, más conformes con dicha estrategia apostasen con su capital por ella. De haber resultado exitosa, se habrían llevado todos los beneficios, descontados, eso sí, los impuestos. No. Permitieron, con su pasividad, que el banco perdiera lo que fue su esencia para crecer sobre la burbuja del ladrillo. No hay motivo para que se ponga un euro de dinero público para socorrerles. Y sus activos han sido adquiridos por otra entidad, que les dará un uso más productivo.

El caso del Banco Popular es el ejemplo de lo que tendría que haber ocurrido con las cajas de ahorros: el bail in, o rescate interno, que nos habría ahorrado a los españoles decenas de millones de euros. El caso del Banco Popular es el ejemplo de que las soluciones de mercado no sólo son mejores desde el punto de vista económico, sino que son más justas.


Han pasado 20 años desde que España vivió agonizante el latido de un reloj. Dos disparos que hicieron gritar al mundo «basta ya», una tragedia que no cedió al chantaje y venció al miedo. El 10 de julio de 1997 España vive aún la euforia por la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. El que fuera ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, tenía una comida con el club de comunicación. Ese día le daban un reconocimiento. Posteriormente se reunió con el que fuera ministro de Interior y Justicia del PSOE, Juan Alberto Belloch. «Entré en la reunión y prácticamente al inicio me dijeron que había habido una llamada extraña a la secretaría». «Hijos de puta, lo de Ortega Lara lo vais a pagar. ¡Gora Euskadi Askatuta!». Hacía apenas media hora que el joven concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco había sido secuestrado en la estación de Eibar cuando se dirigía a su trabajo. Casi simultáneamente a esa primera llamada, el entonces presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, telefonea a Mayor Oreja. «Me dijo que estaban preocupados porque un concejal del PP de Ermua que tenía que llegar a un determinado lugar no llegaba, que había un retraso que no tenía explicación». A los minutos vuelve a sonar el teléfono advirtiendo de lo mismo. «Le pedí a Belloch que aplazáramos el encuentro y lo entendió».
10 DE JULIO DE 1997
Cuando se iba confirmando la noticia del secuestro, el ministro del Interior llama al presidente del Gobierno, José María Aznar, y se convoca una reunión en La Moncloa, a la que acuden los responsables de Información de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Se produce la confirmación. Egin había recibido una llamada en nombre de ETA reivindicando el secuestro. Daban al Gobierno un plazo de 48 horas para acercar a todos los presos de ETA a cárceles del País Vasco. Si no, le matarían. «Todos sabíamos que era buscar una aguja en un pajar. En aquella reunión constatamos lo que ya sabíamos: que era un asesinato a cámara lenta», recuerda Mayor Oreja.
En el número 11 de la calle Iparraguirre de Ermua se concentra la prensa. Llega el padre de Miguel Ángel de trabajar. Albañil, sin saber nada de lo ocurrido, se baja de su furgoneta y se ve rodeado por los micrófonos. «¿Qué ha pasado?, ¿qué ha pasado?», pregunta. «¿Es familiar de Miguel Ángel?, le pregunta una periodista que le da la noticia. «Dicen que lo ha secuestrado ETA». Mayor Oreja sigue reunido con el presidente en Moncloa. «Nos damos cuenta de que tengo que salir a explicar la posición del Gobierno porque es evidente que las cámaras de televisión ya habían llegado a la casa de los Blanco y están con el padre...». El entonces ministro del Interior recuerda que tuvo que preparar su intervención en el coche, en el trayecto de Moncloa al Ministerio. «Fue probablemente la intervención más difíciles que tuve que hacer, porque todavía estaba secuestrado y tenía que tener control de las palabras. Además, había que mostrar que el Gobierno mantenía su posición y no iba a negociar. El mayor esfuerzo fue tratar de plasmar el tono que quería introducir en el discurso».
Esa noche se producen algunas llamadas de personas, «unas con buena fe y otros con menos buena fe, para ofrecerse de mediadores del secuestro». «Fue una noche de muchas llamadas y de intentos que nos llevaron a constatar que le iban a matar», cuenta Mayor Oreja.
11 DE JULIO DE 1997
Los partidos democráticos muestran su solidaridad de inmediato y se convocan movilizaciones masivas en todos los ayuntamientos. Es el día en el que España levantó las manos al grito de «libertad».
Los mismos servicios de Información de la Guardia Civil que trabajaron en la localización de Ortega Lara buscan a Blanco. Se incorporan todos, doblan turno, se olvidan hasta de comer y tocan todas las teclas posibles. Los que estaban en Francia vigilaron todos los objetivos de las operaciones que tenían en marcha y se «peinaron» muchos montes de Guipúzcoa. Estaban cerca, pero a la vez muy lejos; a la distancia que separa la vida y la muerte.
Ese día hubo Consejo de Ministros y se decidió que Aznar acudiera a la manifestación convocada por la mesa de Ajuria Enea para el día siguiente en Bilbao.
Al Ministerio del Interior llega el ofrecimiento de María José Gurruchaga –abogada de José Luis Álvarez Santacristina, «Txelis», uno de los dirigentes de ETA detenido en marzo de 1992 en Bidart, preso en aquel momento en Francia–, que se entrevista con su defendido en la cárcel. «Le dije que quedara claro que lo hacían por iniciativa propia, que en ningún momento mencionaran al Gobierno y dejo claro que nadie piense que va a haber diálogo ni negociación». «Con esa visita –Gurruchaga– nos confirma lo que ya sabíamos: que no había marcha atrás».
Mayor Oreja recuerda que el día 11 «cuando ya había hecho todo lo que tenía y podía hacer –habían pasado 24 horas del secuestro–, me encierro en el despacho, y me quedo solo esa tarde. Me entró un sentimiento extraño de angustia, de decir: va a morir este hombre y no puedo hacer nada por evitarlo». Pero, añade, «no tenía derecho a manifestar desasosiego en el ámbito público». Miguel Ángel permanecía maniatado en algún lugar desconocido, donde permaneció hasta el día que lo asesinan.


Han pasado 20 años desde que España vivió agonizante el latido de un reloj. Dos disparos que hicieron gritar al mundo «basta ya», una tragedia que no cedió al chantaje y venció al miedo. El 10 de julio de 1997 España vive aún la euforia por la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. El que fuera ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, tenía una comida con el club de comunicación. Ese día le daban un reconocimiento. Posteriormente se reunió con el que fuera ministro de Interior y Justicia del PSOE, Juan Alberto Belloch. «Entré en la reunión y prácticamente al inicio me dijeron que había habido una llamada extraña a la secretaría». «Hijos de puta, lo de Ortega Lara lo vais a pagar. ¡Gora Euskadi Askatuta!». Hacía apenas media hora que el joven concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco había sido secuestrado en la estación de Eibar cuando se dirigía a su trabajo. Casi simultáneamente a esa primera llamada, el entonces presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, telefonea a Mayor Oreja. «Me dijo que estaban preocupados porque un concejal del PP de Ermua que tenía que llegar a un determinado lugar no llegaba, que había un retraso que no tenía explicación». A los minutos vuelve a sonar el teléfono advirtiendo de lo mismo. «Le pedí a Belloch que aplazáramos el encuentro y lo entendió».
10 DE JULIO DE 1997
Cuando se iba confirmando la noticia del secuestro, el ministro del Interior llama al presidente del Gobierno, José María Aznar, y se convoca una reunión en La Moncloa, a la que acuden los responsables de Información de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Se produce la confirmación. Egin había recibido una llamada en nombre de ETA reivindicando el secuestro. Daban al Gobierno un plazo de 48 horas para acercar a todos los presos de ETA a cárceles del País Vasco. Si no, le matarían. «Todos sabíamos que era buscar una aguja en un pajar. En aquella reunión constatamos lo que ya sabíamos: que era un asesinato a cámara lenta», recuerda Mayor Oreja.
En el número 11 de la calle Iparraguirre de Ermua se concentra la prensa. Llega el padre de Miguel Ángel de trabajar. Albañil, sin saber nada de lo ocurrido, se baja de su furgoneta y se ve rodeado por los micrófonos. «¿Qué ha pasado?, ¿qué ha pasado?», pregunta. «¿Es familiar de Miguel Ángel?, le pregunta una periodista que le da la noticia. «Dicen que lo ha secuestrado ETA». Mayor Oreja sigue reunido con el presidente en Moncloa. «Nos damos cuenta de que tengo que salir a explicar la posición del Gobierno porque es evidente que las cámaras de televisión ya habían llegado a la casa de los Blanco y están con el padre...». El entonces ministro del Interior recuerda que tuvo que preparar su intervención en el coche, en el trayecto de Moncloa al Ministerio. «Fue probablemente la intervención más difíciles que tuve que hacer, porque todavía estaba secuestrado y tenía que tener control de las palabras. Además, había que mostrar que el Gobierno mantenía su posición y no iba a negociar. El mayor esfuerzo fue tratar de plasmar el tono que quería introducir en el discurso».
Esa noche se producen algunas llamadas de personas, «unas con buena fe y otros con menos buena fe, para ofrecerse de mediadores del secuestro». «Fue una noche de muchas llamadas y de intentos que nos llevaron a constatar que le iban a matar», cuenta Mayor Oreja.
11 DE JULIO DE 1997
Los partidos democráticos muestran su solidaridad de inmediato y se convocan movilizaciones masivas en todos los ayuntamientos. Es el día en el que España levantó las manos al grito de «libertad».
Los mismos servicios de Información de la Guardia Civil que trabajaron en la localización de Ortega Lara buscan a Blanco. Se incorporan todos, doblan turno, se olvidan hasta de comer y tocan todas las teclas posibles. Los que estaban en Francia vigilaron todos los objetivos de las operaciones que tenían en marcha y se «peinaron» muchos montes de Guipúzcoa. Estaban cerca, pero a la vez muy lejos; a la distancia que separa la vida y la muerte.
Ese día hubo Consejo de Ministros y se decidió que Aznar acudiera a la manifestación convocada por la mesa de Ajuria Enea para el día siguiente en Bilbao.
Al Ministerio del Interior llega el ofrecimiento de María José Gurruchaga –abogada de José Luis Álvarez Santacristina, «Txelis», uno de los dirigentes de ETA detenido en marzo de 1992 en Bidart, preso en aquel momento en Francia–, que se entrevista con su defendido en la cárcel. «Le dije que quedara claro que lo hacían por iniciativa propia, que en ningún momento mencionaran al Gobierno y dejo claro que nadie piense que va a haber diálogo ni negociación». «Con esa visita –Gurruchaga– nos confirma lo que ya sabíamos: que no había marcha atrás».
Mayor Oreja recuerda que el día 11 «cuando ya había hecho todo lo que tenía y podía hacer –habían pasado 24 horas del secuestro–, me encierro en el despacho, y me quedo solo esa tarde. Me entró un sentimiento extraño de angustia, de decir: va a morir este hombre y no puedo hacer nada por evitarlo». Pero, añade, «no tenía derecho a manifestar desasosiego en el ámbito público». Miguel Ángel permanecía maniatado en algún lugar desconocido, donde permaneció hasta el día que lo asesinan.
Fue hallado agonizante en un campo de Azokaba 48 horas después de su secuestro
Fue hallado agonizante en un campo de Azokaba 48 horas después de su secuestro
Alberto R. Roldán
12 DE JULIO DE 1997
El ex ministro del Interior recuerda que «el comportamiento de los padres fue más que ejemplar; pero no sólo esos días, sino los posteriores. El 10, el 11, el 12...? Eso no lo he podido olvidar y nos facilitó muchísimo que hiciéramos todo lo que teníamos que hacer, sin una presión por parte de sus padres».
El 12 de julio, por la mañana, antes de que ETA cumpla su sentencia de muerte, tiene lugar la manifestación en Bilbao. Mayor Oreja recuerda que hubo una pequeña duda de si Aznar debía ir en coche, pero él tenía claro que «más que nunca tenía que ir a pie». «No querían que estuviéramos en la cabecera de la marcha que habían convocado los partidos de Ajuria Enea y recuerdo que fue aclamado desde el primer segundo por los bilbaínos». «Todo eso al nacionalismo le inquietó porque se dio cuenta de que podía ser el final de ETA y, también, del nacionalismo».
A las 16:00 horas del 12 de julio, España entera contuvo el aliento. «¿Cómo voy a comer si están matando a mi hijo?», decía Consuelo Garrido, la madre. Las televisiones paraban su programación y atronaba el silencio con la imagen de lazos azules que marcaba la hora del ultimátum etarra. Pero ETA no paró el reloj. Los terroristas lo introdujeron en el maletero de un vehículo y lo llevaron a un descampado. Con las manos atadas le hicieron caminar por la zona boscosa, un paraje cerca de las antiguas vías del ferrocarril y de un puente que se levante sobre un arroyo, a un kilómetro del casco urbano de Lasarte. Allí, el etarra «Txapote» le hizo arrodillarse y le descerrajó dos tiros en la cabeza. Dos hombres que paseaban por el campo en Azokaba fueron los que descubrieron el cuerpo, aún con vida, de Miguel Ángel gracias al olfato de sus perros. El concejal de Ermua estaba tumbado boca abajo, con un zapato fuera y las manos atadas por delante con un cable eléctrico.
A la vuelta de la manifestación, Mayor Oreja vuelve al ministerio. En el despacho recibe una llamada que le anuncia que han encontrado a un chico con unos disparos cerca de Andoain, pero inicialmente no le dicen que es Miguel Ángel. «Al cabo de 20 minutos me confirman la identidad, que está en estado crítico, y que le llevan a la clínica de Nuestra Señora de Aranzazu». Cuando llega a la clínica, la misma donde había trabajado su padre como ginecólogo años atrás, ese día 12, su cumpleaños, el entonces ministro pudo aún ver a Blanco vivo. «Cuando vi a Miguel Ángel vendado y unido a un respirador fue muy duro. Fue la cruz que siempre te acompaña en vida», destaca. «Es evidente que en ese momento el diagnóstico es crítico».
Entonces tiene que volver a comparecer ante los medios. «Es cuando tengo ese pequeño rifirrafe con la portavoz de la familia, que me reprocha la actitud del Gobierno en los pasillos; entonces hago un aparte con ella». Cuando regresa al ministerio le confirman el fallecimiento. Según explicó el forense, el edil tenía la primera bala alojada en el hueso mastoideo, detrás del pabellón auricular derecho. Pero el sanguinario «Txapote» le ajusticia con un segundo disparo en la zona occipital. Esas dos balas resonaron en todo el mundo y despertaron el espíritu de Ermua. El País Vasco venció al miedo. Aquel día, Batasuna se sintió acorralada mientras les gritaban «asesinos» e «hijos de puta». Quemaron una sede de HB, la Ertzaintza se quitó las capuchas como símbolo de valentía y ETA quedó herida de muerte. Mayor Oreja considera que «todo lo que hizo la sociedad española no fue una pérdida de tiempo y a partir de entonces la política antiterrorista que hacemos ya está presidida por la determinación». «Que a partir de 2004 se hiciera la política contraria, asentada en una negociación, nos ha dejado lo que hoy vivimos, un proyecto político de ETA vivo –lamenta–. Pero eso no significa que lo que hicimos fuera inútil».






Fue hallado agonizante en un campo de Azokaba 48 horas después de su secuestro
Alberto R. Roldán
12 DE JULIO DE 1997
El ex ministro del Interior recuerda que «el comportamiento de los padres fue más que ejemplar; pero no sólo esos días, sino los posteriores. El 10, el 11, el 12...? Eso no lo he podido olvidar y nos facilitó muchísimo que hiciéramos todo lo que teníamos que hacer, sin una presión por parte de sus padres».
El 12 de julio, por la mañana, antes de que ETA cumpla su sentencia de muerte, tiene lugar la manifestación en Bilbao. Mayor Oreja recuerda que hubo una pequeña duda de si Aznar debía ir en coche, pero él tenía claro que «más que nunca tenía que ir a pie». «No querían que estuviéramos en la cabecera de la marcha que habían convocado los partidos de Ajuria Enea y recuerdo que fue aclamado desde el primer segundo por los bilbaínos». «Todo eso al nacionalismo le inquietó porque se dio cuenta de que podía ser el final de ETA y, también, del nacionalismo».
A las 16:00 horas del 12 de julio, España entera contuvo el aliento. «¿Cómo voy a comer si están matando a mi hijo?», decía Consuelo Garrido, la madre. Las televisiones paraban su programación y atronaba el silencio con la imagen de lazos azules que marcaba la hora del ultimátum etarra. Pero ETA no paró el reloj. Los terroristas lo introdujeron en el maletero de un vehículo y lo llevaron a un descampado. Con las manos atadas le hicieron caminar por la zona boscosa, un paraje cerca de las antiguas vías del ferrocarril y de un puente que se levante sobre un arroyo, a un kilómetro del casco urbano de Lasarte. Allí, el etarra «Txapote» le hizo arrodillarse y le descerrajó dos tiros en la cabeza. Dos hombres que paseaban por el campo en Azokaba fueron los que descubrieron el cuerpo, aún con vida, de Miguel Ángel gracias al olfato de sus perros. El concejal de Ermua estaba tumbado boca abajo, con un zapato fuera y las manos atadas por delante con un cable eléctrico.
A la vuelta de la manifestación, Mayor Oreja vuelve al ministerio. En el despacho recibe una llamada que le anuncia que han encontrado a un chico con unos disparos cerca de Andoain, pero inicialmente no le dicen que es Miguel Ángel. «Al cabo de 20 minutos me confirman la identidad, que está en estado crítico, y que le llevan a la clínica de Nuestra Señora de Aranzazu». Cuando llega a la clínica, la misma donde había trabajado su padre como ginecólogo años atrás, ese día 12, su cumpleaños, el entonces ministro pudo aún ver a Blanco vivo. «Cuando vi a Miguel Ángel vendado y unido a un respirador fue muy duro. Fue la cruz que siempre te acompaña en vida», destaca. «Es evidente que en ese momento el diagnóstico es crítico».
Entonces tiene que volver a comparecer ante los medios. «Es cuando tengo ese pequeño rifirrafe con la portavoz de la familia, que me reprocha la actitud del Gobierno en los pasillos; entonces hago un aparte con ella». Cuando regresa al ministerio le confirman el fallecimiento. Según explicó el forense, el edil tenía la primera bala alojada en el hueso mastoideo, detrás del pabellón auricular derecho. Pero el sanguinario «Txapote» le ajusticia con un segundo disparo en la zona occipital. Esas dos balas resonaron en todo el mundo y despertaron el espíritu de Ermua. El País Vasco venció al miedo. Aquel día, Batasuna se sintió acorralada mientras les gritaban «asesinos» e «hijos de puta». Quemaron una sede de HB, la Ertzaintza se quitó las capuchas como símbolo de valentía y ETA quedó herida de muerte. Mayor Oreja considera que «todo lo que hizo la sociedad española no fue una pérdida de tiempo y a partir de entonces la política antiterrorista que hacemos ya está presidida por la determinación». «Que a partir de 2004 se hiciera la política contraria, asentada en una negociación, nos ha dejado lo que hoy vivimos, un proyecto político de ETA vivo –lamenta–. Pero eso no significa que lo que hicimos fuera inútil».








Leer más:  «¿Cómo voy a comer si están matando a mi hijo?»  http://www.larazon.es/espana/como-voy-a-comer-si-estan-matando-a-mi-hijo-HF15548582?sky=Sky-Julio-2017#Ttt1Fxr7tVQsRRFY
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LOS SECESIONISTAS NO QUIEREN COMPROMETER SU PATRIMONIO PERSONAL

LOS SECESIONISTAS NO QUIEREN COMPROMETER SU PATRIMONIO PERSONAL

Ahí está el punto más débil. Los secesionistas no aman tanto la independencia de Cataluña como para comprometer su patrimonio personal. Carlos Puigdemont, respaldado por el pobre Arturo Mas, quiere que Oriol Junqueras sea el coordinador del referéndum. El líder de ERC no está dispuesto a aceptar si no se implican en la operación los consejeros que integran el Gobierno catalán. Estos han explicitado que están dispuestos a suscribir los actos de la consulta si su patrimonio personal no queda comprometido. Una cosa es el órdago secesionista y otra muy distinta perder el dinero o los inmuebles familiares. Por ahí no pasan. Eso es harina de otro costal. Carlos Puigdemont, en medio de tantos despropósitos, no ha sabido poner los pies en la realidad de lo que afecta a los bolsillos particulares.
El Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho llegar por varios conductos lo que puede suponer económicamente la activación del referéndum. Al pobre Arturo Mas le reclaman ya cerca de 6 millones de euros por los gastos indebidos cuando el 9-N. Oriol Junqueras se ha enfrentado a Carlos Puigdemont, que tiene más de político botarate que de hombre de Estado, y le ha exigido que la responsabilidad de la convocatoria plebiscitaria debe ser compartida por los consejeros del PDeCat. Los que no acepten que dimitan o sean sustituidos.
Con las cosas de comer no se juega. El Gobierno de Rajoy ha encontrado una vía de acción que puede resultar disuasoria para muchos. Enfrentarse con el ataque directo al bolsillo puede poner en evidencia la debilidad del proceso emprendido por un sector de la clase política catalana -ñ.para despedazar a España.

Cómo Cataluña inculca el odio a España en las aulas

Un estudio realizado por el sindicato AMES detecta 35 ejemplos de adoctrinamiento ideológico en los manuales escolares
Vídeo: El Govern, "desconcertado" por la inspección de los libros de texto - FOTOS: SINDICATO AMESESTHER ARMORA abc_concoer18/05/2017 19:43h - Actualizado: 19/05/2017 12:43h.Guardado en: Sociedad
El sindicato catalán de profesores Acció per a la Millora de l'Ensenyament Secundari (AMES) ha elaborado un informe en el que denuncia «planteamientos ideológicos partidistas y tendenciosos» en los libros de Ciencias Sociales de 5º y 6º de Primaria de las siete principales editoriales que se distribuyen en Cataluña. Tras revisar 19 libros de «Conocimiento del medio» de 5º y 6º de Primaria de los alumnos catalanes de 10 y 12 años, «en muchos de ellos se han detectado planteamientos ideológicos que sólo defienden determinados partidos políticos, que lo hacen aunque no sean planteamientos acordes con nuestra Constitución», afirma el informe. Según denuncia el sindicato, en los libros para Cataluña de las editoriales Barcanova, Cruïlla, La Galera, Vicens Vives y Santillana «se han reducido tanto» los contenidos establecidos por el Real Decreto 126/2014 sobre la Geografía e Historia de España de 5º y 6º de Primaria, que «los alumnos catalanes difícilmente podrán adquirirlos», mientras que «sí recibirán los contenidos establecidos por la Conselleria (Consejería) de Educación de Cataluña, sobre la Geografía e Historia de Cataluña».
El informe, consultado por ABC, alude a la «falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas como Monarquía, Constitución, Gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, para favorecer que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir que no se sientan españoles, sino sólo catalanes». Estas afirmaciones se apoyan en ejemplos como que en los libros «se dedica una extensión a la Geografía e Historia de Cataluña excesivamente superior que a la de España», no se cita el concepto de «provincia» o no se prioriza sobre el de «comarca», y se da prioridad al término «Estado español» sobre el término «España».
En los citados manuales, según AMES, no se resalta que la Constitución está por encima del Estatut, y se citan los símbolos de Cataluña (bandera, escudo e himno), pero no los de España.

1. Corona catalano-aragonesa: "Alfons I (1162-1196). Heredó de su madre el reino de Aragón y de su padre sus condados catalanes. A partir de entonces, el conjunto del territorio se denomina Corona catalano-aragonesa"
En la página 216, se habla de la corona catalano-aragonesa para referirse al Reino de Aragón, un ejemplo más de "manipulación ideológica", según el sindicato educativo. Editorial Barcanova. Ciclo superior Primero de Primaria. 2015. Medio Natural, Social y Cultural

2. Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón:
"Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón (Carlos V)"
En la página 205, en lugar del Reino de Aragón se habla también de corona "catalano-aragonesa". Asimismo, en lugar de referirse a Carlos I de España y V de Alemania, se refiere a Carlos I de Castilla y de Cataluña-Aragón.
Editorial Barcanova. Ciclo superior Primero de Primaria. 2015. Medio Natural, Social y Cultural

3. Los romanos ocupan Cataluña:
"Los romanos entraron en el territorio catalán en el año 218 a. C. y lo fueron ocupando militarmente poco a poco. A partir del siglo I a. C. todo el territorio catalán estaba romanizado. El uso de la lengua latina se fue generalizando"
El manual apunta a que los romanos entraron en "territorio catalán" en el año 218 a. C. Esto da a entender, según denuncia el sindicato, que Cataluña ya existía cuando en realidad lo que invadieron los romanos fue la Península Ibérica.
Editorial Barcanova. Ciclo superior Primero de Primaria. 2015. Medio Natural, Social y Cultural.

4. Guerra de Sucesión:
"La Guerra de Sucesión. En 1700 el rey español Carlos II murió sin hijos. Carlos de Austria y Felipe de Borbón eran los dos candidatos al trono. Los dos bandos se enfrentaron en la guerra de Sucesión (1702-1714), que ganó Felipe. Acto seguido, Felipe V proclamó como nuevo rey el Decreto de Nueva Planta (1716) que suprimía las leyes y las instituciones de Cataluña, prohibía el uso del catalán e imponía las leyes de Castilla"
Y en la página 189 del manual anterior se presenta la figura de Felipe V como el de una persona que actuaba de forma injusta por odio a Cataluña sin decir el porqué de su comportamiento, denuncia AMES. Editorial Cruïlla. Quinto curso de Primaria (2014). Conocimiento del Medio, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

5. Cataluña se siente nación:
"Algunas comunidades autónomas de España como Cataluña o el País Vasco se sienten naciones. Una nación es una comunidad de personas con una historia, una cultura y una lengua común, que tiene voluntad de organizarse y tener instituciones propias".
El manual insiste en que Cataluña se siente como una nación. Define lo que es nación, aunque obvia que en Cataluña conviven varias culturas y varias lenguas, aparte de que su lengua cooficial es el castellano, según AMES, "hablada por casi la totalidad de sus habitantes". Editorial La Galera. Sexto curso de Primaria (2014). Conocimiento del Medio, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

6. Cataluña, un reino independiente:
" El año 1410, el rey Martín I falleció sin descendencia. Entonces, tres representantes de cada reino de la corona catalano-aragonesa -Cataluña, Valencia y Aragón- se reunieron en Caspe para resolver el problema. Y se acordó un sucesor en el denominado Compromiso de Caspe: era Fernando I, de la dinastía castellana de los Trastámara".
Cataluña, un reino independiente: En la página 203 del libro, se presenta a Cataluña, junto a Valencia y Aragón como un reino independiente, cuando en realidad formaba parte del reino de Aragón. Editorial La Galera. Sexto curso de Primaria (2014). Conocimiento del Medio, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

7. Visión sesgada del franquismo: "Los franquistas defendían un sistema político autoritario. Recibían este nombre como seguidores del general Francisco Franco, el principal jefe golpista. Contaron con el apoyo de los sectores más conservadores de la sociedad española, y también de la Iglesia y la Alemania nazi"
Visión sesgada del franquismo: Al referirse al franquismo, el texto transmite una visión subjetiva de la historia. Según AMES, "se limita a explicar un episodio de la historia presentando a unos buenos y a otros malos. Además presenta a toda la Iglesia como un aliado y la sitúa junto al movimiento nazi". Editorial La Galera. Sexto curso de Primaria (2014). Conocimiento del Medio, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

8. Se ridiculiza la práctica religiosa:
"Libertad para poder elegir una religión y practicarla"
En la página 110 del manual, al aludir a los derechos individuales que garantiza la Constitución, se ridiculiza la práctica religiosa al mostrar a un hombre, con un sombrero con una pluma (indio andino), postrándose de rodillas en medio de la calle ante un ídolo de madera (primitivismo del hombre religioso frente a la modernidad del personaje y los edificios de fondo). Este planteamiento "muestra una falta absoluta de respeto hacia la práctica religiosa". Editorial Vicens Vives (2015). Sexto Educación Primaria. Medio. Ciencias Sociales.

9. El Constitucional, culpable del malestar social en Cataluña:
"En 2006, el Parlament aprobó el Estatuto de Miravet, un nuevo texto que fue votado en referéndum por los catalanes aquel mismo año. Pese a eso, el año 2010, el TC declaró inconstitucionales catorce artículos, lo que ha generado una situación de malestar social".
En la página 112, al referirse al recorte, por parte del TC, de 14 artículos del Estatuto, se dice que ello ha generado una situación de malestar. AMES denuncia la "valoración partidista" que se transmite, ya que "muchos ciudadanos se sienten catalanes y también españoles". El libro no menciona que los artículos eliminados por el TC "incumplían las leyes vigentes". Editorial Vicens Vives (2015). Sexto Educación Primaria. Medio. Ciencias Sociales.

10. Cataluña, en la UE: "Cartel que alude a Cataluña dentro de la Unión Europea".

En la página 114 se muestra un cartel que hace referencia a Cataluña dentro de la UE. A juicio de AMES, este cartel es "tendencioso ya que Cataluña está dentro de la UE porque forma parte de España. Ignorar esta realidad, dando a entender otra cosa, es falsear la realidad". Editorial Vicens Vives (2015). Sexto Educación Primaria. Medio. Ciencias Sociales.

EQUIPARA A LAS VÍCTIMAS Y A LOS VERDUGOS MEZCLANDO CIFRAS INCOMPATIBLES

EQUIPARA A LAS VÍCTIMAS Y A LOS VERDUGOS MEZCLANDO CIFRAS INCOMPATIBLES
Desmontando a Carmena
La ahora alcaldesa firmó un estudio que ponía a la altura las víctimas de ETA con los muertos o heridos en su enfrentamiento con la policía
Antonio R. Naranjo / ED, 12 de julio de 2017 a las 17:31
  
Manuela Carmena.PD
La alcaldesa blanqueó los estragos del terror comparándolos con los juicios del Tribunal de Orden franquista
 La podemita Carmena, abucheada durante el homenaje a Miguel Ángel Blanco ¡Qué pena, Carmena! Hasta los mismísimos
"Nos tenemos que ver unos y otros y reconocer el dolor en unos y otros". La frase pertenec a Manuela Carmena y con ella se refería, en una entrevista con la televisión vasca ETB en julio de 2014, a cómo tenían que cerrarse 40 años de terrorismo en España.
Equiparó así, tal vez sin querer o no, elsufrimiento de las víctimas con los daños colaterales que los terroristas sufrieron en sus propias carnes al preparar los atentados o con el contraterrorismo de los GAL y otros grupos ilegales, de menor enjundia y en todo caso perseguido por los tribunales, que llevaron incluso a prisión a la práctica totalidad de la cúpula de Interior de los años 90, con nombres tan ilustres como Barrionuevo, Vera, Sancristóbla o el general Galindo.

Esa reflexión de la entonces juez, elegida alcaldesa sólo un año después tras quedar segunda en las Elecciones merced a un pacto con el PSOE, resume tal vez la razón de fondo en su resistencia, en estos días, a homenajear a Miguel Ángel Blanco tal y como le habían pedido desde la Fundación que lleva su nombre, desde la oposición y desde todas las asociaciones de víctimas: primero se negó a colgar una simple pancarta de recuerdo en la fachada del Ayuntamiento, poblada de ellas por otras causas muy respetables; y sólo rectificó luego a medidas cuando la presión y las críticas subieron.
Marimar, hermana de Miguel Ángel, se negó a saludar a la alcadesa en el homenaje a regañadientes que finalmente se hizo, una imagen simbólica del malestar generado por su extraña actitud, para muchos, tan alejada de la que suele mantener cuando las víctimas son otras: los célebres abogados de Atocha, con los que compartía despacho ella misma, siempre han merecido su recuerdo y elogio personificado, pues a nadie se le escapa el carácter simbólico que tuvo el brutal atentado que sufrieron a manos de la ultraderecha.
Llueve sobre mojado
¿Ha sido un error de cálculo de la alcaldesa? ¿Un problema de sensibilidad que ella misma ha intentado rectificar? ¿O hay algo más que coincide con el alud de negativas, en ayuntamientos y partidos de toda España, por honrar la memoria del concejal de Ermua y con ella la de las 853 víctimas mortales de ETA?
Sin establecer una conclusión, lo cierto es que Carmena tiene tras de sí un currículo lo suficientemente amplio como para intuir que no fue un simple error y que en su viaje de consolidar la paz, incluye siempre mensajes favorables a un evidente blanqueamiento del terrorismo, com si suscribiera la teoría de Pablo Iglesias de que el fenómeno goza de "explicaciones políticas" que obigan a juzgarlo con una cierta benevolencia para poder alcanzar el objetivo de consolidar la convivencia
Si las declaraciones en ETB de Carmena son elocuentes, mucho más lo es su participación directa, como coautora, del denominado Informe-base de vulneraciones de Derechos Humanos en el caso vasco, un eufemismo frío e inhumano para analizar el asesinato de casi mil personas y la persecución, coacción o exilio de decenas de miles más.
Ese estudio, encargado por el PNV a través de su Gobierno y presentado en junio de 2013, pretende ordenar y clasificar todas las estadísticas referidas al horror vasco desde 1960, una fecha nada casual: aún le quedaban 18 años de vida al franquismo, y juntar en un mismo informe lo que hizo ETA desde el 78 a lo que hizo la Dictadura en términos de represión en todo el país podía valer, de algún modo, para barnizar el terror etarra y hacerlo equiparable con otros.
Esa sensación se confirma al profundizar en un análisis que también firmaron el exObispo de San Sebastián, Juan Manuel Uriarte, un prelado sensible al mundo abtertzale que en su día llegó a reclamar que el "Estado" pidiera "perdón" a ETA por extralimitarse en sus funciones.
El propio director general de Derechos Humanos del Ejecutivo vasco y hoy catedrático de la misma materia en Euskadi, Jon Miren Landa, suscribió el estudio junto a una última personalidad, un notario vinculado en su día al PP que se prestó para dar al trabajo una pátina de pluralidad que en realidad no tuvo.
Con la firma de Carmena, el informe hace un recuento de víctimas organizado de una manera que ya lo dice todo: con idéntica jerarquía aparecen los asesinatos de ETA y las "vulneraciones de Derechos Humanos desde el Estado y las Fuerzas de Seguridad", otorgando a fenómenos incomparables un epígrafe igual que proyecta esa idea de que hubo un enfrentamiento entre iguales por métodos parecidos. Algo que, obviamente, nunca ocurrió.
¿Comparar a ETA con la Policía?
Aún más grave es no citar a ETA ni una sóla vez en el preámbulo del trabajo, un canto genérico a los derechos humanos que precede al verdadero intento deequiparar a verdugos y víctimas, resumido en una escandalosa comparación camuflada de pulcro análisis estadístico: primero se reconoce la existencia de más de 8.000 atentados, sabotajes y acciones violentas cometidas por ETA y, a continuación, se enumeran como si fueran achacables a los excesos de la Policía o la Guardia Civil, los 500 casos presentados como "violaciones graves del derecho a la integridad física y psíquica".
Así se refieren (página 10), de forma inaudita, a terroristas o protagonistas de kale borroka que resultaron heridos en manifestaciones, controles policiales o detenciones; como si la culpa de ello fuera de los Cuerpos de Seguridad que simplemente cumplían con su función. Para hacer más parecida le estadística, desbordada por la magnitud del horror de ETA; el estudio cuela los supuestos 1.759 juicios del Tribunal de Orden Público, una institución franquista que desapareció en 1977 y cuya siniestra acción no tiene nada que ver con el terrorismo de ETA en democracia ni es achacable al régime constitucional nacido en 1978.
El colmo, que prueba la insólita intencionalidad del estudio rubricado por Carmena, llega con la exclusión de toda referencia a los 200.000 vascos que se marcharon de Euskadi coaccionados según uno de las pocas investigaciones hechas al respecto por el experto Julio Alcaide, y sobre todo con el recuento de víctimas mortales de cada bando en un mismo apartado: la alcaldesa de Madrid, junto al resto de autores, reconoce 837 crímenes de ETA para a continuación adjudicar 94 a las Fuerzas de Seguridad, comparando (página 14)  crueles atentados de la banda con las simples consecuencias para los terroristas de enfrentarse al Estado de Derecho en controles, manifestaciones y demás dispositivos para evitar acciones armadas.
El despropósito también roza el paroxismo y denota el intento nada sutil delimpiar un tanto la imagen de ETA con otro dato espeluznante: según el estudio de la alcaldesa de Madrid, en 40 años de terror el número de heridos causados por los terroristas sólo es el doble al causado por -no lo cita así pero queda sugerido- la represión española, en la que se incluyen de nuevo juntos a la dictadura y a la democracia o, peor aún, a grupos ultra perseguidos por los Tribunales con los Cuerpos de Seguridad. Según este análisis, ETA hirió a entre 2.300 y 2.600 personas y en sus filas sufrieron lo mismo algo más de 1.000 abertzales.
Y para que no queden dudas del objetivo real del encargo del PNV aceptado por Carmena, con una remuneración de 6.000 euros brutos mensuales según publicó en su día OkDiario, el capítulo final de sugerencias las despeja de manera demoledora para quienes sufrieran o presenciaran barbaries como las de Blanco, Ordóñez, Lacalle, Múgica, Buesa y cualquiera de los dirigentes políticos, ciudadanos de a pie, niños, policías o militares en cuatro décadas sanguinarias.
Así, dedica su última reflexión a destacar el "el padecimiento añadido de las familias de los presos, o el de cada una de las familias de los 40.000 personas detenidas, de las que, según el Ministerio de Interior menos de 10.000 fueron imputadas por su relación con ETA". El padre de Txapote, por resumirlo en una imagen, merece para los redactores un estatus similar al de Miguel Ángel Blanco, uno de los exiliados tras ver morir a su hijo, nunca citado por su nombre y apellidos. Ni ninguno de los muertos de un tiro en la nuca o un coche bomba.
Parot, un "error legal"
Todo lo narrado lleva la rúbrica de la regidora de la capital de España y quizá ayude a entender mejor por qué su primera reacción al pedirle un homenaje aMiguel Ángel Blanco fue de un disimulado rechazo, presentado como una inocente medida de respeto al conjunto de las víctimas para no hacer distinciones entre ellas.
Y hay algo más que el informe y esa frase tétrica invitado a reconocer "el dolor de los unos en los otros" pronunciada entre aplausos en la TV vasca.  Ocurrió también en 2013, el año junto al 14 en que Carmena más se paseó como estrella invitada por el País Vasco, para ser entrevistada, presentar el informe de "derechos humanos" o, como en este último caso, participar en una jornada destinada básicamente a celebrar la anulación de la 'Doctrina Parot', defendida hasta entonces por el Tribunal Supremo de España y respaldada por la exigente Abogacía del Estado.
Etarras maestros
Para Carmena, sin embargo, esa herramienta jurídicamente respaldada para evitar la liberación de asesinos condenados sin pagar por todos sus crímenes, fue "un error legal", que se inventó para "hacer algo que no debía hacerse como otras muchas cosas que se han hecho para combatir el terrorismo". No especifió cuáles, aunque su informe de apenas tres meses antes aclara la duda.
Y es que para la alcaldesa de Madrid, distinguir de algún modo a Blanco quizá sea más difícil que, por ejemplo, permitir que terroristas con un largo historial se conviertan en profesores de niños en el mismo País Vasco donde extendieron el veneno y el odio: "Una persona que está reinsertada legalmente tiene que tener el ejercicio de todos sus derechos y, por tanto, puede enseñar, hablar y opinar".
Porque para Carmena, la reinserción no consiste ni en el cumplimiento íntegro de las penas ni en la condena del terrorismo ni tampoco en la petición de perdón. Es todo más fácil: basta con que ETA dejara de matar por la presión social, judicial, política  y policial. "Eso (el abandono de las armas) es de una importancia extraordinaria, eso es la reinserción legal y objetiva". Palabra de Manuela.


Fue hallado agonizante en un campo de Azokaba 48 horas después de su secuestro Alberto R. Roldán



Fue hallado agonizante en un campo de Azokaba 48 horas después de su secuestro
Alberto R. Roldán


12 DE JULIO DE 1997
El ex ministro del Interior recuerda que «el comportamiento de los padres fue más que ejemplar; pero no sólo esos días, sino los posteriores. El 10, el 11, el 12...? Eso no lo he podido olvidar y nos facilitó muchísimo que hiciéramos todo lo que teníamos que hacer, sin una presión por parte de sus padres».
El 12 de julio, por la mañana, antes de que ETA cumpla su sentencia de muerte, tiene lugar la manifestación en Bilbao. Mayor Oreja recuerda que hubo una pequeña duda de si Aznar debía ir en coche, pero él tenía claro que «más que nunca tenía que ir a pie». «No querían que estuviéramos en la cabecera de la marcha que habían convocado los partidos de Ajuria Enea y recuerdo que fue aclamado desde el primer segundo por los bilbaínos». «Todo eso al nacionalismo le inquietó porque se dio cuenta de que podía ser el final de ETA y, también, del nacionalismo».
A las 16:00 horas del 12 de julio, España entera contuvo el aliento. «¿Cómo voy a comer si están matando a mi hijo?», decía Consuelo Garrido, la madre. Las televisiones paraban su programación y atronaba el silencio con la imagen de lazos azules que marcaba la hora del ultimátum etarra. Pero ETA no paró el reloj. Los terroristas lo introdujeron en el maletero de un vehículo y lo llevaron a un descampado. Con las manos atadas le hicieron caminar por la zona boscosa, un paraje cerca de las antiguas vías del ferrocarril y de un puente que se levante sobre un arroyo, a un kilómetro del casco urbano de Lasarte. Allí, el etarra «Txapote» le hizo arrodillarse y le descerrajó dos tiros en la cabeza. Dos hombres que paseaban por el campo en Azokaba fueron los que descubrieron el cuerpo, aún con vida, de Miguel Ángel gracias al olfato de sus perros. El concejal de Ermua estaba tumbado boca abajo, con un zapato fuera y las manos atadas por delante con un cable eléctrico.
A la vuelta de la manifestación, Mayor Oreja vuelve al ministerio. En el despacho recibe una llamada que le anuncia que han encontrado a un chico con unos disparos cerca de Andoain, pero inicialmente no le dicen que es Miguel Ángel. «Al cabo de 20 minutos me confirman la identidad, que está en estado crítico, y que le llevan a la clínica de Nuestra Señora de Aranzazu». Cuando llega a la clínica, la misma donde había trabajado su padre como ginecólogo años atrás, ese día 12, su cumpleaños, el entonces ministro pudo aún ver a Blanco vivo. «Cuando vi a Miguel Ángel vendado y unido a un respirador fue muy duro. Fue la cruz que siempre te acompaña en vida», destaca. «Es evidente que en ese momento el diagnóstico es crítico».
Entonces tiene que volver a comparecer ante los medios. «Es cuando tengo ese pequeño rifirrafe con la portavoz de la familia, que me reprocha la actitud del Gobierno en los pasillos; entonces hago un aparte con ella». Cuando regresa al ministerio le confirman el fallecimiento. Según explicó el forense, el edil tenía la primera bala alojada en el hueso mastoideo, detrás del pabellón auricular derecho. Pero el sanguinario «Txapote» le ajusticia con un segundo disparo en la zona occipital. Esas dos balas resonaron en todo el mundo y despertaron el espíritu de Ermua. El País Vasco venció al miedo. Aquel día, Batasuna se sintió acorralada mientras les gritaban «asesinos» e «hijos de puta». Quemaron una sede de HB, la Ertzaintza se quitó las capuchas como símbolo de valentía y ETA quedó herida de muerte. Mayor Oreja considera que «todo lo que hizo la sociedad española no fue una pérdida de tiempo y a partir de entonces la política antiterrorista que hacemos ya está presidida por la determinación». «Que a partir de 2004 se hiciera la política contraria, asentada en una negociación, nos ha dejado lo que hoy vivimos, un proyecto político de ETA vivo –lamenta–. Pero eso no significa que lo que hicimos fuera inútil».