miércoles, 31 de enero de 2018

741 MILLONES DE EUROS SUSTRAÍDOS A LOS TRABAJADORES


741 MILLONES DE EUROS SUSTRAÍDOS A LOS TRABAJADORES
16/09/2016@13:03:13 GMT+1
Luis María ANSON
“El fiscal cifra en 741 millones el botín del PSOE por los Ere”, titulaba hoy el diario El Mundo su información sobre el gran escándalo andaluz, que supone la cifra más alta, clan Pujol aparte, de la corrupción política nacional. Y para más agravante esa cantidad estaba destinada a los trabajadores con el fin de mejorar su condición. No se pueden sumar más connotaciones negativas, al margen de quiénes sean los que se enriquecieron, quiénes los que autorizaron, quiénes los que no se enteraron de la tropelía.
La opinión pública rechaza cualquier corrupción de nuestro políticos a costa del erario público, es decir de los impuestos con los que se desangra a los ciudadanos. Sea cual sea la cuantía de la corrupción. Pero naturalmente hay gradaciones. No es lo mismo robar 1.000 euros que 1.000 millones de euros. No es lo mismo un enjuague que perjudica a ciudadanos sin problemas económicos que aquel que lesiona a los trabajadores.
El PSOE ha cargado las tintas sobre la inaceptable corrupción de un sector del PP en Madrid o Valencia. Ahora el bumerán se ha vuelto contra los que lo lanzaron. Se pueden hacer declaraciones de solidaridad y de fe con la honradez de determinados dirigentes. Pero los 741 millones estafados ahí están. Y precisan de explicaciones serias y de responsabilidades políticas y penales.
Y en medio de todo, una ciudadanía asqueada que asiste día tras día al tenebroso espectáculo de corrupción de un sector de la clase política española. La opinión pública enrojece de vergüenza ajena ante el cinismo de ciertos políticos instalados en el abuso de poder y la permanente corruptela.

Ciudadanos no entrará en ningún Gobierno de PP, PSOE o Podemos


Ciudadanos no entrará en ningún Gobierno de PP, PSOE o Podemos
El partido naranja quiere evitar hipotecas ante las elecciones generales
Se marca como techo pactos puntuales o de estabilidad allí donde no gane
Los populares temen un pacto de “todos contra el PP” con Ciudadanos
J. CASQUEIRO / JUAN JOSÉ MATEO Madrid 29 ABR 2015 - 10:16 CEST

Ciudadanos no firmará pactos que impliquen su entrada en Gobiernos allí donde no gane las elecciones, pese a las presiones de PP y PSOE para que el partido de Albert Rivera haga público a cuál de las dos formaciones apoyaría tras los comicios municipales y autonómicos del 24 de mayo.
En la estrategia de Ciudadanos, según confirmó este periódico, pesa la voluntad explícita de cambiar los hábitos políticos del país, el temor a que el partido quede prisionero de las decisiones que tomen Ejecutivos en los que no mande y el deseo de llegar a las generales de noviembre sin hipotecas que castiguen los electores.

*.- Gran parte del plan fiscal de Rivera coincide con el de FAES
El PP evitará la confrontación con Ciudadanos para recuperar votantes
El PP se desploma en la Comunidad Valenciana en favor de Ciudadanos
Rajoy carga contra Ciudadanos: “El enemigo del cambio es la frivolidad”
Ciudadanos integra a excargos del PP, PSOE y UPyD en su lista autonómica
El PP intensifica sus ataques para detener el avance de Ciudadanos
Rivera creará un Comité para analizar y aprobar pactos postelectorales
“Allí donde no hayamos ganado no estaremos en el Gobierno”, confirmó este martes a EL PAÍS José Manuel Villegas, vice secretario general de Ciudadanos y jefe de gabinete de Rivera. “Como mucho, habrá o podrá haber acuerdos puntuales de Gobierno a cambio de medidas concretas, y nos plantearemos pactos de estabilidad dependiendo del volumen de coincidencias programáticas, pero siempre desde fuera del Gobierno”, insistió. “Que haya elecciones generales puede ser una segunda derivada [en el planteamiento de la formación], pero esta propuesta no cambiará después de las elecciones”, subrayó. “Creemos que hablar de consejerías y cargos distorsiona la discusión del acuerdo. Nosotros queremos hablar de medidas, no de cargos, y no queremos confundir a la opinión pública entrando en un Gobierno que no controlamos”.

Los dos partidos mayoritarios presionan a Ciudadanos para que se pronuncie. A menos de un mes para las elecciones del 24 de mayo, el PP, por ejemplo, teme la formalización de un pacto entre el resto de formaciones para desalojarle del poder. En ese acuerdo, Ciudadanos resultaría doblemente clave: su posición central en el arco ideológico no solo le permite pactar con todos, incluido Podemos, sino que le convierte en el único aliado posible del PP.

La formación de Rajoy acusa a la de Rivera de formar un frente antipopular de cara a los próximos comicios

“De grandes pactos contra la prosperidad de España hemos estado muy hartos en el pasado”, expresó María Dolores del Cospedal, secretaria general del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, el pasado fin de semana. Esteban González Pons, vicesecretario de Estudios y Programas del PP, también advirtió contra “el frente” que se estaría formando ante su partido. “En estas elecciones ocurrirá como en todas las municipales ya celebradas: que el PP será el único partido que se presenta en todas partes para gobernar y todos los demás para que no gobierne el PP”, sostuvo el portavoz de La Moncloa, José Luis Ayllón.

Fuentes del PP señalan a las comunidades de Murcia, Madrid y Castilla-La Mancha como las primeras en las que han apreciado movimientos con vistas a formar un pacto en su contra que incluiría a Ciudadanos. En el caso de la autonomía que preside Cospedal, afirmaciones tan tajantes se basan, según el argumentario que maneja el PP, en tres elementos: el partido de Rivera firmó el pasado verano un pacto en defensa de la sanidad pública con el resto de grupos; uno de sus candidatos fue diputado regional del PSOE y el coordinador autonómico también ha sido militante socialista.

Los criterios para cerrar un acuerdo

“Para llegar a cualquier acuerdo poselectoral en nombre de Ciudadanos resultará necesaria siempre la aprobación del Comité Ejecutivo, a propuesta del Comité de Acuerdos Poselectorales”.
“Será condición previa para entablar negociaciones con cualquier partido que en el ámbito institucional al que pueda circunscribirse el posible acuerdo no tenga cargos electos imputados por corrupción política”.
“No descarta de antemano llegar a acuerdos con ningún partido político, siempre que respeten los principios democráticos establecidos en la Constitución y en las leyes”.
“Solo formará parte de Gobiernos cuando los ciudadanos le hayan otorgado mayoritariamente su confianza”.
“Ciudadanos se planteará los posibles acuerdos con otras formaciones siempre pensando en los ciudadanos y no en el reparto de cargos ni en intereses partidistas”.
“Los acuerdos de Ciudadanos siempre se realizarán basándose en el cumplimiento de su programa”.
“El contenido completo de los acuerdos suscritos por Ciudadanos se hará público y su cumplimiento será evaluado periódicamente”.
La lista de criterios que rige las alianzas poselectorales de Ciudadanos, sin embargo, obliga a la formación de Rivera a “no descartar de antemano llegar a acuerdos con ningún partido”, como recordaron fuentes de su dirección, que someterá cualquier opción de pacto a un comité que elevará propuestas a la ejecutiva.

“No somos sectarios”, dijo Fernando de Páramo, secretario de Comunicación de Ciudadanos, que es la única formación que no ha firmado un acuerdo local para la reforma de la ley electoral en Murcia porque del mismo se excluía al PP. “No vamos a reunirnos con nadie hasta después de las elecciones. Lo primero son las urnas, que son las que marcan los tiempos”, señaló.

La estrategia del partido para los comicios del 24 de mayo resulta inseparable de las elecciones catalanas y de las generales, que previsiblemente diseñarán un panorama político inédito en la historia de España.

La formación naranja ha cimentado su discurso alrededor de la lucha contra la corrupción y ha diseñado su táctica por contraposición a “la vieja política”. Sus dirigentes creen que traicionar esa posición en Andalucía, apoyando a la socialista Susana Díaz sin que firme su decálogo anticorrupción, les penalizaría en los comicios del 24 de mayo. También mantendrá el criterio de no pactar con grupos nacionalistas, decisión que le reporta réditos en toda España, como se puede comprobar en las ovaciones que recibe Rivera cada vez que menciona ese punto. Finalmente, los estrategas de Ciudadanos quieren defender con firmeza su idea de gobernar solo allí donde ganen sus candidatos, sin entrar en coaliciones. La meta es llegar sin hipotecas a las generales y conseguir que no surjan barones territoriales que distorsionen el discurso único del núcleo duro de Rivera.

“No luchamos contra nadie”, resumió una fuente de la dirección. “Unos dicen que somos la muletilla del PP y otros la del PSOE. ¡Que se pongan de acuerdo!”, apostilló. “La vieja política sigue estancada en el siglo pasado, en las dos Españas”, añadió. “No comprenden que en Ciudadanos tenemos un proyecto de ilusión para todos los españoles. Las dos Españas ya no existen”.

Un calendario de pactos frenético

Si las negociaciones para formar Gobierno en Andalucía son ejemplo de algo, España vivirá un frenético año de pactos en lo que queda de año. El 22 de marzo, los electores andaluces dieron la victoria a Susana Díaz, la presidenta saliente, del PSOE. Más de un mes después, Díaz todavía no ha formado Ejecutivo y, según los partidos que podrían facilitar su investidura (Podemos y Ciudadanos), aún está lejos de hacerlo. En consecuencia, es factible que las negociaciones andaluzas se enreden tanto como para que comience el próximo 8 de mayo la campaña de las municipales y autonómicas sin que se hayan resuelto.
Lo mismo podría ocurrir, a su vez, con los Gobiernos de las 13 comunidades autónomas que se votarán el 24 de mayo. Allí donde no haya mayorías absolutas habrá que negociar, y el proceso de búsqueda de acuerdos podría extenderse hasta las elecciones catalanas, anunciadas para septiembre. Ningún partido podrá desligar una cosa de la otra, como tampoco podrán tomar decisiones sin tener antes en consideración la gran cita de 2015: a finales de año hay elecciones generales.
«A mí no me cogerán ni vivo ni muerto. No me convertirán en un muñeco de feria ni se ensañarán con mis restos». Estas fueron las palabras del Führer poco antes de morir.



Las contradicciones de "Podemos": ideología e hiperliderazgo
Alfredo Torrado. Rebelión

Señalar las contradicciones de Podemos se ha convertido en un tópico, como la conclusión de que estas contradicciones se manifestarán si gobiernan y que entonces deberán resolverlas o éstas acabarán con la formación.
Me parece, al contrario, que las contradicciones más aparentes no son tales; que, aun así, explican parte de su éxito y que el peligro, para Podemos, puede venir más bien de su falta de contradicciones, de un exceso de liderazgo.
Las contradicciones más visibles de Podemos son:
*.-  la contradicción entre la “democracia participativa”, más o menos “directa”, de los “círculos” y el hiperliderazgo de Iglesias; la contradicción entre la autoproclamada identidad de izquierdas de sus dirigentes y la insistencia en que “no es un problema de izquierdas ni de derechas, sino de decencia”, etc.
*.- Este es un discurso que parece convenir por igual a propios y a extraños; pero imaginemos, sólo para hacer más patente la contradicción a los propios, que un político de derechas dijera: “yo soy de derechas, se me nota a la legua [como dice Iglesias], pero si consigo el poder no voy a hacer políticas de derechas, sino decentes”. Por último, la contradicción entre el “patriotismo” y la defensa del derecho de autodeterminación de Cataluña, el País Vasco, etc. La enumeración podría seguir.

Al contrario de lo que se piensa, estas contradicciones aparentes, de discurso, han servido para captar las simpatías más diversas: en una época de desesperación, Podemos ha ofrecido un menú contradictorio en el que cada uno puede escoger el primer plato que más le guste sin mirar lo que pide el de al lado y sin pensar en el segundo plato.
No creo que Podemos “resuelva” estas contradicciones. Lo más probable es que se diluyan en favor de uno de sus términos, en la medida en que el partido crezca electoralmente. En esa medida, la "democracia real” de los círculos será limitada o quedará en función del hiperliderazgo; la “política de la decencia” dará paso a políticas de izquierdas, suavizadas por las exigencias de la realpolitik; y el “derecho a decidir” dará paso al patriotismo pseudofederal, común, en mayor o menor medida, a PSOE e IU.
Pero si Podemos no cumple con las enormes expectativas que está generando (para empezar, en sus líderes), se disolverá, con la misma rapidez con la que ha emergido, en los términos contrarios de sus contradicciones, dejando tras de sí una espuma de “democracia real”, “decencia” y “derecho a decidir”.
¿Por qué? Porque la “contradicción principal” es la contradicción entre liderazgo y democracia, y esta contradicción puede ser que se mantenga y sea superada internamente; pero hacia fuera, habiendo renunciado los líderes de Podemos, por necesidad, a un discurso ideológico en los términos clásicos, y aun dominantes (por mucho que se diga), de izquierda y derecha, lo único que se mantiene es el liderazgo. Por eso el liderazgo se convierte en hiperliderazgo, sin contrapeso de ningún tipo. De hecho, lo es también hacia dentro, porque sigue siendo fundamentalmente un liderazgo mediático, muy descompensado (no hay otro dirigente de Podemos que tenga la presencia mediática que tiene Iglesias).

Podemos no es un partido ideológico, sino un partido de líder. No es que no haya ideologías en Podemos o en sus líderes; por supuesto que las hay. Hay ideologías diversas, ideas e ideologemas sueltos, pero no una ideología mínimamente coherente. La cohesión se produce en torno al líder. Lo importante no es la ideología política, sino lo que diga Pablo Iglesias. Iglesias ha conseguido algo que no tiene, a día de hoy, ningún otro dirigente político en España: liderazgo. Podemos es Pablo Iglesias, por mucho que él pretenda, como todo líder ha pretendido siempre, que no es así, que Podemos es mucho más que él, que él no es un “macho alfa”, que quien piense eso no ha entendido lo que es Podemos, etc, etc... Ningún líder se ha presentado nunca meramente como un líder.

Ahora bien, más allá de las contradicciones aparentes, la verdadera contradicción, no superada, de Podemos es la siguiente: En el momento en que Iglesias vea que no va a ganar, que no cumple las/sus expectativas o que su liderazgo es cuestionado, se retirará, como amenazó con hacer si no era votada su propuesta en la asamblea del 18-19 de octubre, y como de hecho sigue haciendo, al declarar en la entrevista de Évole que si Podemos no obtiene buenos resultados en las próximas elecciones, se marchará. ¿Por qué? No sólo porque subjetivamente Iglesias tenga conciencia de que es el líder y que, como ha repetido una y otra vez, está sólo para ganar, sino porque sabe que, a falta de ideología, él (apoyado por su equipo, claro está) es el único que puede dar cohesión y dirección a Podemos y a sus votantes. Por eso, sin Pablo Iglesias, Podemos quedaría dejado de la mano de dios. A no ser que se encontrase otro líder o que, entretanto, Podemos lograse formarse ideológicamente. Pero esta última posibilidad es poco probable, puesto que justamente en la medida en que Iglesias mantenga su liderazgo, Podemos no se cohesionará ideológicamente, sino en torno a él.
Esta es la contradicción, no resuelta, del hiperliderazgo. La fortaleza de Podemos es su debilidad. Iglesias es su único fundamento sólido, pero por ello es también su talón de Aquiles. A día de hoy, Podemos depende absolutamente de Pablo Iglesias. Podemos es Pablo Iglesias.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El fin del bloque comunista y la caída del Muro de Berlín 9 de noviembre de 1989


El fin del bloque comunista y la caída del Muro de Berlín 9 de noviembre de 1989

    Gorbachov y el final de la guerra fría
         El "nuevo pensamiento político"
         Los acuerdos entre las potencias
         El repliegue soviético en el mundo
     El fin del bloque comunista
         Las revoluciones de 1989
             Polonia
             Hungría
             RDA y la caída del Muro de Berlín
             Checoslovaquia 
             Bulgaria
             Rumanía
         China: la matanza de Tiananmen
     El fin de la guerra fría 1990-1991
     El fin de la URSS
     Las repercusiones en el mundo

Gorbachov y el final de la guerra fría

La nueva actitud del líder soviético encontró una voluntad negociadora por parte de Reagan y la Administración norteamericana.
*.- Tras el primer encuentro en Ginebra en 1985 y  el fracaso de la cumbre en Reikiavik en octubre de 1986, los acuerdos y las medidas de distensión se sucedieron:
En diciembre de 1987, los dos líderes firmaron el Tratado de Washington, que preveía la destrucción de las armas nucleares de corto y medio alcance.
Era el fin de los SS-20 soviéticos y los euromisiles (Pershing y Crucero).
Por primera vez, las dos superpotencias firmaban un acuerdo que no limitaba sino que eliminaba de forma verificada armas nucleares.
*.- Las negociaciones START (Strategic Arms Reduction Talks), mientras tanto, avanzaron de forma significativa a lo largo de 1988.
*.- En junio de 1988, Gorbachov y Reagan mantuvieron un encuentro en la cumbre en Moscú en el que prosiguieron las conversaciones.
Fruto de esas negociaciones fue la firma del Tratado START en julio de 1991 por parte de un Gorbachov al que le quedaban pocos meses en el Kremlin y un George Bush que había sustituido en la presidencia a Reagan.
*.- Esta cumbre fue denominado por muchos observadores como la primera cumbre de la "posguerra fría".
*.- Gorbachov no sólo planteó el desarme nuclear sino que, empeñado en acelerar el proceso de distensión, anunció en diciembre de 1988 ante las Naciones Unidas una reducción unilateral de 500.000 hombres en las fuerzas armadas soviéticas y la retirada de tropas y carros de combate de la Europa Oriental.
*.- Pocos meses después, en marzo de 1989 se iniciaron en Viena conversaciones para la reducción de fuerzas convencionales en Europa que culminarían con un acuerdo firmado en Ottawa en febrero de 1990 por los ministros de asuntos exteriores de los países miembros de la OTAN y el Pacto de Varsovia.

El repliegue soviético en el mundo
Además de buscar la distensión con los EE.UU., la dirección soviética inició una clara política de desvinculación de sus compromisos con sus aliados a lo largo del mundo:
De forma graduada pero sin interrupciones, la URSS fue comunicando a sus aliados el fin de su apoyo militar y económico. Fidel Castro y los sandinistas nicaragüenses en América Latina; los regímenes de Angola, de donde se retiran las tropas cubanas, Mozambique y el general Mengistu en Etiopía; Vietnam en Asia..., todos recibieron la noticia de que la URSS iba a interrumpir su ayuda financiera, diplomática y militar.
*.- El 8 de febrero de 1988, la URSS se comprometía a retirar sus tropas de Afganistán, haciendo efectiva su retirada el 15 de febrero de 1989.
*.- A fines de 1988, la URSS de Gorbachov se había desembarazado de la mayor parte de sus compromisos en el Tercer Mundo.
Sus consecuencias fueron inmediatas:
*.- Graves dificultades económicas en la Cuba de Fidel Castro,
*.- Fin de la guerra civil en Nicaragua en 1988 y derrota sandinista en las elecciones en 1990,
*.- fin de la guerra entre Etiopía y Eritrea y caída del régimen de Mengistu en 1991.
*.- derrota del bando prosoviético en Afganistán y triunfo de las guerrillas islamistas en 1992, retirada del ejército vietnamita de Camboya en 1989 ...


El "nuevo pensamiento político" de Gorbachov
*.- Mijaíl Gorbachov fue nombrado Secretario General del PCUS el 11 de marzo de 1985.
*.- La situación a la que se enfrentaba el nuevo líder del Kremlin era en general lamentable:
*.- Su economia se hallaba al borde de la bancarrota y la sociedad soviética se encontraba inmersa en una verdadera crisis moral caracterizada por la falta de compromiso ideológico y el escepticismo general. Era imposible que la URSS mantuviera por más tiempo la ficción de "paridad" con los EE.UU.

La URSS necesitaba urgentemente reducir sus gastos militares  y enfocar sus inversiones a paliar sus múltiples carencias y deficiencias de la economía soviética.
Para Gorbachov la necesidad de un acercamiento a los EE.UU. era evidente y urgente.
La reforma en la política exterior llegó antes que la perestroika (reestructuración) o la glasnost (transparencia) en la política interna.
En julio de 1985, el sempiterno ministro de asuntos exteriores soviético Andrei Gromiko fue sustituido por Eduard Shevarnadze.
En octubre, el telegénico Gorbachov iniciaba lo que algunos denominaron una "ofensiva de encanto" visitando diversas capitales occidentales
 En su primer encuentro con el presidente Reagan en Ginebra en noviembre de 1985, el líder soviético planteó la necesidad de la distensión y de la reducción de armamentos nucleares.

Gorbachov  consciente de la imposibilidad de conjugar  la guerra fría y la solución de los graves problemas que aquejaban a la economía y la sociedad soviética, el líder soviético, mediante su principal consejero en política internacional, Dobrinin, proclamó en el XXVII Congreso del PCUS en 1986 lo que denominó un "nuevo pensamiento político" (Novy Myshlenie): el nuevo mundo se caracterizaba por la "interdependencia global", en adelante, había que olvidarse de la lógica de la guerra fría y buscar la cooperación y el consenso en la dirección de las relaciones internacionales. Se trataba de buscar "una acción recíproca, constructiva y creador al mismo tiempo (...) para impedir la catástrofe nuclear y para que la civilización pueda sobrevivir".
La URSS se preparaba para un gran repliegue, tanto en su competencia con los EE.UU. como en los compromisos internacionales que había ido adquiriendo a lo largo de la guerra fría.
La tendencia apuntada por  Gorbachov desde el inicio de su mandato se vio acrecentada por una serie de acontecimientos que hicieron absolutamente evidente la necesidad de reformas:

La catástrofe nuclear de Chernobil en Ucrania el 26 de abril de 1986 provocó un escape radioactivo doscientas veces superior al de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, según fuentes de la Organización Mundial de la Salud, y obligó a la evacuación de más de medio millón de personas. Chernobil incrementó la consciencia general de las carencias y limitaciones del sistema económico soviético.
El fracaso y la incompetencia del en otros tiempos poderoso ejército soviético se veía corroborado en la guerra de Afganistán. La desmoralización que provocaba el "Vietnam soviético" fue acrecentada por episodios rocambolescos como el aterrizaje en la Plaza Roja de Moscú de un joven adolescente alemán, Mathias Rust, en mayo de 1987 sin que la defensa aérea soviética fuera capaz de evitarlo.
Estos ejemplos de crisis y decadencia tuvieron una resonancia multiplicada en la opinión pública soviética por la nueva política de glasnost (transparencia) impulsada por Gorbachov.

Las revoluciones de 1989
El proyecto de Gorbachov implicaba la imposibilidad de mantener por la fuerza a los regímenes de las "democracias populares" tal como se habían configurado tras las sucesivas intervenciones soviéticas.
*.- La perestroika y la glasnost tuvieron una inmediata consecuencia en los estados satélite de la Europa del Este.
La forma en que Gorbachov puso en marcha el desmoronamiento del "imperio soviético" fue simple: no hacer nada para defender los regímenes del Este europeo.
Sin la intervención soviética, estos gobiernos fueron barridos con extraordinaria facilidad en el corto plazo de unos meses.
Ya en septiembre de 1988, Gorbachov había clausurado el Comité de Enlace con los países socialistas en el PCUS, un señal de que el Kremlin abandonaba la Doctrina Breznev. En diciembre de ese mismo año anunció solemnemente en la Asamblea General de la ONU un recorte unilateral de más de medio millón de soldados, de los que la mitad se retirarían con más de cinco mil tanques de la Europa del Este. La actitud de Moscú era cada vez más claramente conciliadora hacia la reforma en las "democracias populares"

Aunque el objetivo de Gorbachov era que estos países aplicaran su propia perestroika, manteniéndose en el Pacto de Varsovia, muy pronto la realidad desbordó sus esperanzas.

*.- Polonia fue el país que inició el proceso revolucionario.
Tras una serie de huelgas en el verano de 1988, el gobierno comunista, dirigido por el general Jaruselzski, tuvo que sentarse a negociar con el sindicato Solidaridad.
Los acuerdos de abril de 1989 significaron el reconocimiento legal del sindicato y la apertura de un proceso de transición democrática.
El partido comunista fue duramente derrotado en las elecciones de junio y no tuvo otro remedio que permitir la formación de un gobierno presidido por un Mazowiecki, dirigente de Solidaridad.
Se formaba así el primer gobierno no comunista en Europa Oriental desde 1945. La rápida descomposición del régimen comunista, permitió que Lech Walesa fuera elegido presidente del país en 1990.

*.- Hungría. En Hungría fueron los propios reformadores comunistas, como Imre Pozsgay, los que desmontaron con gran celeridad el sistema.
Tras expulsar al viejo Janos Kadar en 1988, en la primavera de 1989 se estableció el multipartidismo y en octubre de ese año el Partido Socialista Obrero Húngaro (nombre oficial del partido comunista) se disolvía y se aprobaba una constitución democrática. Las elecciones del primavera de 1990 llevaron al poder a fuerzas democráticas anticomunistas.

*.- República Democrática de Alemania.
El cambio en Hungría tuvo una enorme repercusión exterior.
La decisión de las autoridades de Budapest de abrir su frontera con Austria en septiembre de 1989 abrió una "brecha" en el telón de acero por el que decenas de miles de habitantes de la República Democrática de Alemania huyeron hacia la República Federal de Alemania,  atravesando Checoslovaquia, Hungría y Austria. Al éxodo de la población se le unió pronto una oleada de manifestaciones a lo largo de toda Alemania Oriental.

El líder de la RDA, Eric Honnecker, que acababa de felicitar públicamente al embajador chino por la represión en la plaza de Tiananamen, se planteó la solución represiva.
Fue en ese momento cuando la actitud de Gorbachov disipó las últimas dudas.
A fines de octubre de 1989 hubo tres declaraciones de enorme importancia política:
*.- El 23 de octubre, ante la proclamación solemne en Budapest de Hungría como república soberana independiente, Eduard Shevarnadze manifestó que la URSS no debía interferir de ningún modo en los asuntos de la Europa oriental.
*.- Ese mismo día, Gennadii Gerasimov, portavoz de Gorbachov en asuntos de política exterior, enunció que la Doctrina Breznev había sido sustituida por la Doctrina Sinatra (se refería a una célebre canción del cantante norteamericano y venía a proclamar que la URSS permitía que los países del este hicieran las cosas "a su manera" (to do things their way).
*.- Esto significaba que el Kremlin ratificaba los cambios en Polonia y Hungría, y animaba a los demás países a seguir adelante.
Por si las cosas no estuviesen suficientemente claras, el día 25 Gorbachov, de viaje en Finlandia, condenó inequívocamente la Doctrina Breznev.
A partir de aquí los acontecimientos se precipitaron, Honnecker fue sustituido por un comunista reformista, Egon Krenz, quién tomó la histórica decisión de abrir el Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
*.- El rápido derrumbamiento de la RDA abrió un proceso de negociación entre las cuatro potencias vencedoras de la segunda guerra mundial y la RFA, dirigida por un canciller, Helmut Kohl, que era muy consciente de la oportunidad histórica que se le abría a Alemania.
*.-  Finalmente el denominado Acuerdo 4+2 (EE.UU, Reino Unido, Francia y la URSS más la RFA y la RDA) posibilitó la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990.
Esta reunificación fue más bien una absorción de la antigua Alemania comunista por la República Federal de Alemania: a cambio de un compromiso de limitación del poder militar alemán, del no estacionamiento de tropas de la OTAN en el territorio de la antigua RDA y de jugosas ayudas económicas, la Alemania reunificada siguió siendo miembro de la OTAN y de la Comunidad Económica Europea.


• La caída del bloque socialista, y los Estados Unidos como primera potencia mundial.
Las revoluciones de 1989
El proyecto de Gorbachov implicaba la imposibilidad de mantener por la fuerza a los regímenes de las "democracias populares" tal como se habían configurado tras las sucesivas intervenciones soviéticas.
La perestroika y la glasnost tuvieron una inmediata consecuencia en los estados satélite de la Europa del Este.
La forma en que Gorbachov puso en marcha el desmoronamiento del "imperio soviético" fue simple: no hacer nada para defender los regímenes del Este europeo. Sin la intervención soviética, estos gobiernos fueron barridos con extraordinaria facilidad en el corto plazo de unos meses.
Ya en septiembre de 1988, Gorbachov había clausurado el Comité de Enlace con los países socialistas en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), una señal de que el Kremlin abandonaba la Doctrina Breznev.
En diciembre de ese mismo año anunció solemnemente en la Asamblea General de la ONU un recorte unilateral de más de medio millón de soldados, de los que la mitad se retirarían con más de cinco mil tanques de la Europa del Este.
La actitud de Moscú era cada vez más claramente conciliadora hacia la reforma en las "democracias populares"
Aunque el objetivo de Gorbachov era que estos países aplicaran su propia perestroika, manteniéndose en el Pacto de Varsovia, muy pronto la realidad desbordó sus esperanzas.

*.- Polonia
Fue el país que inició el proceso revolucionario.
Tras una serie de huelgas en el verano de 1988, el gobierno comunista, dirigido por el general Jaruselzski, tuvo que sentarse a negociar con el sindicato Solidaridad.
*.- Juan Pablo II y Lech Walesa.
Los acuerdos de abril de 1989 significaron el reconocimiento legal del sindicato y la apertura de un proceso de transición democrática.
El partido comunista fue duramente derrotado en las elecciones de junio y no tuvo otro remedio que permitir la formación de un gobierno presidido por un Mazowiecki, dirigente de Solidaridad.
*.- Se formaba así el primer gobierno no comunista en Europa Oriental desde 1945. La rápida descomposición del régimen comunista, permitió que Lech Walesa fuera elegido presidente del país en 1990.

*.- Hungría
En Hungría fueron los propios reformadores comunistas, como Imre Pozsgay, los que desmontaron con gran celeridad el sistema.
Tras expulsar al viejo Janos Kadar en 1988, en la primavera de 1989 se estableció el multipartidismo y en octubre de ese año el Partido Socialista Obrero Húngaro (nombre oficial del partido comunista) se disolvía y se aprobaba una constitución democrática. Las elecciones del primavera de 1990 llevaron al poder a fuerzas democráticas anticomunistas.

*.- República Democrática de Alemania
El cambio en Hungría tuvo una enorme repercusión exterior. La decisión de las autoridades de Budapest de abrir su frontera con Austria en septiembre de 1989 abrió una "brecha" en el telón de acero por el que decenas de miles de habitantes de la República Democrática de Alemania (RDA) huyeron hacia la República Federal de Alemania (RFA),  atravesando Checoslovaquia, Hungría y Austria.
Al éxodo de la población se le unió pronto una oleada de manifestaciones a lo largo de toda Alemania Oriental.
El líder de la RDA, Eric Honnecker, que acababa de felicitar públicamente al embajador chino por la represión en la plaza de Tiannanmen, se planteó la solución represiva.
Fue en ese momento cuando la actitud de Gorbachov disipó las últimas dudas. A fines de octubre de 1989 hubo tres declaraciones de enorme importancia política:
  El 23 de octubre, ante la proclamación solemne en Budapest de Hungría como república soberana independiente, Eduard Shevarnadze manifestó que la URSS no debía interferir de ningún modo en los asuntos de la Europa oriental
  Ese mismo día, Gennadii Gerasimov, portavoz de Gorbachov en asuntos de política exterior, enunció de manera bastante frívola que la Doctrina Breznev había sido sustituida por la Doctrina Sinatra. El portavoz se refería a una célebre canción del cantante norteamericano y venía a proclamar que la URSS permitía que los países del este hicieran las cosas "a su manera" (to do things their way). Esto significaba que el Kremlin ratificaba los cambios en Polonia y Hungría, y animaba a los demás países a seguir adelante.

Helmut Koh.l
  Por si las cosas no estuviesen suficientemente claras, el día 25 Gorbachov, de viaje en Finlandia, condenó inequívocamente la Doctrina Breznev.
A partir de aquí los acontecimientos se precipitaron, Honnecker fue sustituido por un comunista reformista, Egon Krenz, quién tomó la histórica decisión de abrir el Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
El rápido derrumbamiento de la RDA abrió un proceso de negociación entre las cuatro potencias vencedoras de la segunda guerra mundial y la RFA, dirigida por un canciller, Helmut Kohl, que era muy consciente de la oportunidad histórica que se le abría a Alemania.
inalmente, el denominado Acuerdo 4+2 (EE.UU, Reino Unido, Francia y la URSS más la RFA y la RDA) posibilitó la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990.
Esta reunificación fue más bien una absorción de la antigua Alemania comunista por la República Federal de Alemania: a cambio de un compromiso de limitación del poder militar alemán, del no estacionamiento de tropas de la OTAN en el territorio de la antigua RDA y de jugosas ayudas económicas, la Alemania reunificada siguió siendo miembro de la OTAN y de la Comunidad Económica Europea.

El fin de la guerra fría y sus repercusiones en el mundo

El derrumbe de la URSS dejó a los Estados UNidos como la única superpotencia mundial. La victoria en la guerra fría borró los recuerdos de la derrota en Vietnam. En adelante, Washington podrá ejercer el papel de "gendarme mundial" sin miedo a la concurrencia de otra superpotencia.

El Oriente Medio
Sadam Hussein. La guerra del Golfo (1990-1991)
Cuando Saddam Hussein invadió el 2 de agosto de 1990 el pequeño y rico estado de Kuwait para tratar de paliar las enormes pérdidas ocasionadas por la guerra que había enfrentado a Irak con Irán no tuvo en cuenta la nueva situación creada con el fin de la guerra fría.
La ONU, siguiendo las propuestas de EE.UU. condenó la agresión, decidió sanciones económicas y, finalmente, autorizó la intervención militar.
La URSS, tradicional aliada de Irak, no tenía fuerza suficiente para vetar en el Consejo de Seguridad las directrices de la política norteamericana.
Así, el presidente Bush padre pudo articular una gran coalición internacional.
Además de sus aliados tradicionales en la OTAN, la URSS y los nuevos regímenes de Europa oriental, Egipto y una mayoría de los países árabes, Japón y los nuevos países industrializados de Asia buscaron la alianza y la amistad con la superpotencia.
El desenlace de la guerra era previsible. Saddam Hussein apenas pudo lanzar algún misil Scud sobre Israel, en su mayoría interceptados por los misiles antimisiles norteamericanos Patriot.
Tras un intensísimo bombardeo iniciado el 15 de enero de 1991 cuando concluía el ultimátum lanzado por la ONU, las tropas de la coalición liberaron con gran facilidad el territorio kuwaití.
Para la sorpresa de muchos, las tropas norteamericanas no continuaron su camino hacia Bagdad y permitieron que Saddam continuara en el poder.
El 28 de febrero se acordó un alto el fuego en un conflicto inacabado que no iba a concluir aquí.

El proceso de paz árabe-israelí
Tras el estallido de la Intifada (revuelta palestina contra la ocupación israelí) en 1987 en Gaza y Cisjordania, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su líder Yasser Arafat consiguieron consolidarse en la dirección de la resistencia palestina.
En ese contexto, se reunió el Consejo Nacional Palestino en Argel en 1988 y acordó la proclamación de la independencia del Estado Palestino, aceptando el acuerdo de la ONU de noviembre de 1947 que decidió la partición de Palestina en dos estados, lo que implicaba el reconocimiento del Estado de Israel.
Gorbachov había recibido a Arafat en abril de 1988 y le había solicitado que tomara en consideración "los intereses de la seguridad de Israel".
El fin de la guerra fría facilitó que EE.UU. y la URSS convocaran una Conferencia sobre la Paz en Oriente Próximo en Madrid en octubre de 1991. En la capital de España se abrió un difícil proceso de paz basado en el principio de "paz por territorios".
Tras arduas negociaciones secretas en Oslo, en septiembre de 1993 se firmó en Washington la "Declaración de principios sobre los arreglos provisionales de autonomía" que daba el pistoletazo de salida a un proceso de paz que desgraciadamente terminará fracasando.

Europa
El fin de la guerra fría provocó en Europa  básicamente dos reacciones contrapuestas:
*.- En el occidente se acentuaron los procesos de integración.
Tras la firma del Acta Única en 1986, los doce países asociados en la Comunidad Económica Europea firmaron el Tratado de Maastricht de 1992 que daba nacimiento a la Unión Europea.
Tres años después la Unión se ampliaba a Suecia, Finlandia y Austria.
*.- Mientras, en la Europa central y oriental el derrumbamiento de los sistemas comunistas y de la URSS abrió un período de disgregación política.
En algún caso fue un proceso pacífico como el "divorcio amistoso" entre la República Checa y Eslovaquia en 1993, en el caso de Yugoslavia abrió un proceso desgarrador que trajo de nuevo la guerra a Europa tras un período de paz iniciado en 1945.
*. La caída del régimen comunista organizado por Tito despertó los enfrentamientos nacionalistas entre los pueblos de la Federación Yugoslava.
La política ultranacionalista del líder comunista serbio Slobodan Milosevic produjo la reacción de las otras repúblicas yugoslavas.
Así en 1991, Eslovenia y Croacia declararon su independencia lo que provocó una cruenta guerra entre serbios y croatas.
La situación se hizo aún más dramática cuando un año más tarde la guerra se trasladó a la vecina Bosnia-Hercegovina.
El conflicto étnico entre serbios ortodoxos, croatas católicos y bosnios musulmanes trajo de nuevo a Europa los fantasmas del nacionalismo radical y la "limpieza étnica".

Otras zonas del mundo
La situación mundial en los inicios de la década de 1990 era claramente contradictoria.
Por un lado, conflictos como el árabe-israelí, el del Líbano o el de Camboya entraban aparentemente en vías de solución y se producían avances espectaculares en el respeto de los derechos humanos como el fin del régimen del apartheid en Sudáfrica en 1990-1991 y la convocatoria de las primeras elecciones democráticas y multirraciales en 1994.
Por otro lado, conflictos localizados como la brutal guerra entre las comunidades Hutus y Tutsis en Ruanda y Burundi (1990-1994) hacen patente las dificultades de la comunidad internacional y la ONU para instaurar un "nuevo orden mundial" que permitiera avanzar hacia un futuro basado en el respeto de los derechos humanos, la solidaridad internacional y los valores democráticos.

EE.UU. y el fin de la guerra fría o el Unipolarismo
La perestroika y la democratización final de Rusia pueden ser consideradas como acontecimientos de primera magnitud en la Historia de la Humanidad y, desde luego, fueron los que supusieron en su momento una ruptura fundamental con respecto al período inmediatamente anterior.
Pero, al menos en una parte, no se puede llegar a entender lo sucedido en la Unión Soviética sin la relación mantenida con el mundo occidental y, en especial, con la otra superpotencia, los Estados Unidos.
Como es lógico, la importancia del final de la guerra fría ha sido extraordinaria en lo que respecta a la evolución de las relaciones internacionales.


Muro de Berlín.
La propia nueva configuración de Europa se vio decisivamente afectada por la desaparición de un conflicto que había durado tanto tiempo y también el Tercer Mundo, el Medio y el Extremo Oriente se vieron afectados por este acontecimiento.
La evolución económica y la cultural tampoco pueden abordarse sin tener en cuenta los acontecimientos de 1989-1991 en el Este de Europa o en la URSS.
Se puede caracterizar la situación del sistema internacional de la década de los noventa como “unipolar y multipolar”.
Estamos en un mundo unipolar en términos de un poder hegemónico con supremacía militar-estratégica global, los Estados Unidos.
Estamos en un mundo multipolar en materia económica, debido a que Estados Unidos comparte su primacía con la Unión Europea y la región de Asia Pacífico liderada por Japón, conformando así lo que ha dado en llamarse la Tríada económica.
El fin de la Guerra Fría y el abandono del paradigma Este-Oeste nos indicaban dos perspectivas. Una primera cuestión de orden sistémico estructural y una segunda de índole política.
Con respecto a la primera, se debe señalar que el sistema bipolar diseñado y legitimado en la Conferencia de Yalta ha desaparecido. Respecto a la segunda que el uso o recurso de amenaza de utilización de la fuerza como instrumento político seguía vigente. El fin de la Guerra Fría no indicaba el fin de la Guerra.

Ronald Reagan.
En el ámbito de la economía mundial, las transformaciones estructurales operadas en los países industrializados hacia la especialización y la concentración de actividades productivas con alto componente científico y tecnológico ha acelerado la construcción de tres grandes bloques regionales, polos comerciales o megamercados que giran alrededor de un centro dinámico. América del Norte alrededor de los Estados Unidos, la Unión Europea alrededor de Alemania y la región del Sudeste Asiático o Cuenca del Pacífico con centro en Japón.

El fin de la Guerra Fría, por tanto, es un hecho que no se puede desvincular del proceso de transformación estructural de las economías centrales.

La alianza triunfante de la Gerra Fría, la OTAN bajo la dirección de los Estados Unidos y en su articulación con los centros dinámicos de poder del capitalismo global, la Unión Europea y Japón, ha logrado establecer una nueva agenda internacional denominada “la agenda de los valores hegemónicos universalmente aceptados”.

Estos valores internacionalmente reconocidos han contribuido al fortalecimiento de las ideas de globalización e interdependencia, provocando con ello el debilitamiento del valor de la soberanía.

A la par de la democracia, están representados en esta serie de valores hegemónicos universalmente aceptados, los derechos humanos, el medio ambiente, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Pero hay que tomar en cuenta dos cuestiones.

La primera es que el problema del desarrollo desaparece de los temas de la Agenda Mundial, por tanto no se ve al desarrollo como un factor de estabilidad de este sistema internacional interdependiente. La segunda cuestión es que la formulación de los nuevos temas de la Agenda implican nuevas estrategias de intervención. Nuevas estrategias de intervención que están representadas bajo el brazo armado de la OTAN.

El impulso no intervensionista se vio reforzado por la desaparición de la amenaza soviética y fue racionalizado a partir del argumento que la extensión del liberalismo político resultaría de la extensión del liberalismo económico a escala global.-

Estados Unidos optó por abandonar la intervención directa a cambio de la aplicación de un fuerte poder de presión, materializado en las distintas agendas, regímenes internacionales y organismos internacionales en los cuales tenía la mayor proporción de voto de acuerda a sus aportes. El poder de presión pasó a estar en el lugar del poder activo.

Las revoluciones de 1989
El proyecto de Gorbachov implicaba la imposibilidad de mantener por la fuerza a los regímenes de las "democracias populares" tal como se habían configurado tras las sucesivas intervenciones soviéticas.
La perestroika y la glasnost tuvieron una inmediata consecuencia en los estados satélite de la Europa del Este.
La forma en que Gorbachov puso en marcha el desmoronamiento del "imperio soviético" fue simple: no hacer nada para defender los regímenes del Este europeo. Sin la intervención soviética, estos gobiernos fueron barridos con extraordinaria facilidad en el corto plazo de unos meses.
Ya en septiembre de 1988, Gorbachov había clausurado el Comité de Enlace con los países socialistas en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), una señal de que el Kremlin abandonaba la Doctrina Breznev.

George Bush, padre, y Gorbachov.
En diciembre de ese mismo año anunció solemnemente en la Asamblea General de la ONU un recorte unilateral de más de medio millón de soldados, de los que la mitad se retirarían con más de cinco mil tanques de la Europa del Este.
La actitud de Moscú era cada vez más claramente conciliadora hacia la reforma en las "democracias populares"
Aunque el objetivo de Gorbachov era que estos países aplicaran su propia perestroika, manteniéndose en el Pacto de Varsovia, muy pronto la realidad desbordó sus esperanzas.

Polonia
Polonia fue el país que inició el proceso revolucionario. Tras una serie de huelgas en el verano de 1988, el gobierno comunista, dirigido por el general Jaruselzski, tuvo que sentarse a negociar con el sindicato Solidaridad.
Juan Pablo II y Lech Walesa.
Los acuerdos de abril de 1989 significaron el reconocimiento legal del sindicato y la apertura de un proceso de transición democrática. El partido comunista fue duramente derrotado en las elecciones de junio y no tuvo otro remedio que permitir la formación de un gobierno presidido por un Mazowiecki, dirigente de Solidaridad.
Se formaba así el primer gobierno no comunista en Europa Oriental desde 1945. La rápida descomposición del régimen comunista, permitió que Lech Walesa fuera elegido presidente del país en 1990.

Hungría
En Hungría fueron los propios reformadores comunistas, como Imre Pozsgay, los que desmontaron con gran celeridad el sistema.
Tras expulsar al viejo Janos Kadar en 1988, en la primavera de 1989 se estableció el multipartidismo y en octubre de ese año el Partido Socialista Obrero Húngaro (nombre oficial del partido comunista) se disolvía y se aprobaba una constitución democrática. Las elecciones del primavera de 1990 llevaron al poder a fuerzas democráticas anticomunistas.

República Democrática de Alemania

Eric Honnecker.
El cambio en Hungría tuvo una enorme repercusión exterior. La decisión de las autoridades de Budapest de abrir su frontera con Austria en septiembre de 1989 abrió una "brecha" en el telón de acero por el que decenas de miles de habitantes de la República Democrática de Alemania (RDA) huyeron hacia la República Federal de Alemania (RFA),  atravesando Checoslovaquia, Hungría y Austria.
Al éxodo de la población se le unió pronto una oleada de manifestaciones a lo largo de toda Alemania Oriental.
El líder de la RDA, Eric Honnecker, que acababa de felicitar públicamente al embajador chino por la represión en la plaza de Tiannanmen, se planteó la solución represiva.

fue en ese momento cuando la actitud de Gorbachov disipó las últimas dudas. A fines de octubre de 1989 hubo tres declaraciones de enorme importancia política:

  El 23 de octubre, ante la proclamación solemne en Budapest de Hungría como república soberana independiente, Eduard Shevarnadze manifestó que la URSS no debía interferir de ningún modo en los asuntos de la Europa oriental

  Ese mismo día, Gennadii Gerasimov, portavoz de Gorbachov en asuntos de política exterior, enunció de manera bastante frívola que la Doctrina Breznev había sido sustituida por la Doctrina Sinatra. El portavoz se refería a una célebre canción del cantante norteamericano y venía a proclamar que la URSS permitía que los países del este hicieran las cosas "a su manera" (to do things their way). Esto significaba que el Kremlin ratificaba los cambios en Polonia y Hungría, y animaba a los demás países a seguir adelante.

UrssCaida005
Helmut Koh.l
  Por si las cosas no estuviesen suficientemente claras, el día 25 Gorbachov, de viaje en Finlandia, condenó inequívocamente la Doctrina Breznev.

A partir de aquí los acontecimientos se precipitaron, Honnecker fue sustituido por un comunista reformista, Egon Krenz, quién tomó la histórica decisión de abrir el Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.

El rápido derrumbamiento de la RDA abrió un proceso de negociación entre las cuatro potencias vencedoras de la segunda guerra mundial y la RFA, dirigida por un canciller, Helmut Kohl, que era muy consciente de la oportunidad histórica que se le abría a Alemania.

Finalmente, el denominado Acuerdo 4+2 (EE.UU, Reino Unido, Francia y la URSS más la RFA y la RDA) posibilitó la reunificación de Alemania el 3 de octubre de 1990.

Esta reunificación fue más bien una absorción de la antigua Alemania comunista por la República Federal de Alemania: a cambio de un compromiso de limitación del poder militar alemán, del no estacionamiento de tropas de la OTAN en el territorio de la antigua RDA y de jugosas ayudas económicas, la Alemania reunificada siguió siendo miembro de la OTAN y de la Comunidad Económica Europea.

El fin de la guerra fría y sus repercusiones en el mundo

El derrumbe de la URSS dejó a los Estados UNidos como la única superpotencia mundial. La victoria en la guerra fría borró los recuerdos de la derrota en Vietnam. En adelante, Washington podrá ejercer el papel de "gendarme mundial" sin miedo a la concurrencia de otra superpotencia.

El Oriente Medio

UrssCaida005
Sadam Hussein.
La guerra del Golfo (1990-1991)

Cuando Saddam Hussein invadió el 2 de agosto de 1990 el pequeño y rico estado de Kuwait para tratar de paliar las enormes pérdidas ocasionadas por la guerra que había enfrentado a Irak con Irán no tuvo en cuenta la nueva situación creada con el fin de la guerra fría.

La ONU, siguiendo las propuestas de EE.UU. condenó la agresión, decidió sanciones económicas y, finalmente, autorizó la intervención militar.

La URSS, tradicional aliada de Irak, no tenía fuerza suficiente para vetar en el Consejo de Seguridad las directrices de la política norteamericana.

Así, el presidente Bush padre pudo articular una gran coalición internacional.

Además de sus aliados tradicionales en la OTAN, la URSS y los nuevos regímenes de Europa oriental, Egipto y una mayoría de los países árabes, Japón y los nuevos países industrializados de Asia buscaron la alianza y la amistad con la superpotencia.

El desenlace de la guerra era previsible. Saddam Hussein apenas pudo lanzar algún misil Scud sobre Israel, en su mayoría interceptados por los misiles antimisiles norteamericanos Patriot.

George Bush, padre.
Tras un intensísimo bombardeo iniciado el 15 de enero de 1991 cuando concluía el ultimátum lanzado por la ONU, las tropas de la coalición liberaron con gran facilidad el territorio kuwaití. Para la sorpresa de muchos, las tropas norteamericanas no continuaron su camino hacia Bagdad y permitieron que Saddam continuara en el poder.
El 28 de febrero se acordó un alto el fuego en un conflicto inacabado que no iba a concluir aquí.

El proceso de paz árabe-israelí
Tras el estallido de la Intifada (revuelta palestina contra la ocupación israelí) en 1987 en Gaza y Cisjordania, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su líder Yasser Arafat consiguieron consolidarse en la dirección de la resistencia palestina.
En ese contexto, se reunió el Consejo Nacional Palestino en Argel en 1988 y acordó la proclamación de la independencia del Estado Palestino, aceptando el acuerdo de la ONU de noviembre de 1947 que decidió la partición de Palestina en dos estados, lo que implicaba el reconocimiento del Estado de Israel.
Gorbachov había recibido a Arafat en abril de 1988 y le había solicitado que tomara en consideración "los intereses de la seguridad de Israel".
El fin de la guerra fría facilitó que EE.UU. y la URSS convocaran una Conferencia sobre la Paz en Oriente Próximo en Madrid en octubre de 1991. En la capital de España se abrió un difícil proceso de paz basado en el principio de "paz por territorios".

Yasser Arafat.
Tras arduas negociaciones secretas en Oslo, en septiembre de 1993 se firmó en Washington la "Declaración de principios sobre los arreglos provisionales de autonomía" que daba el pistoletazo de salida a un proceso de paz que desgraciadamente terminará fracasando.

Europa

El fin de la guerra fría provocó en Europa  básicamente dos reacciones contrapuestas:

  En el occidente se acentuaron los procesos de integración. Tras la firma del Acta Única en 1986, los doce países asociados en la Comunidad Económica Europea firmaron el Tratado de Maastricht de 1992 que daba nacimiento a la Unión Europea. Tres años después la Unión se ampliaba a Suecia, Finlandia y Austria.

  Mientras, en la Europa central y oriental el derrumbamiento de los sistemas comunistas y de la URSS abrió un período de disgregación política. En algún caso fue un proceso pacífico como el "divorcio amistoso" entre la República Checa y Eslovaquia en 1993, en el caso de Yugoslavia abrió un proceso desgarrador que trajo de nuevo la guerra a Europa tras un período de paz iniciado en 1945.

  La caída del régimen comunista organizado por Tito despertó los enfrentamientos nacionalistas entre los pueblos de la Federación Yugoslava. La política ultranacionalista del líder comunista serbio Slobodan Milosevic produjo la reacción de las otras repúblicas yugoslavas.

UrssCaida010
Josip Bros, "Tito".
Así en 1991, Eslovenia y Croacia declararon su independencia lo que provocó una cruenta guerra entre serbios y croatas. La situación se hizo aún más dramática cuando un año más tarde la guerra se trasladó a la vecina Bosnia-Hercegovina.

El conflicto étnico entre serbios ortodoxos, croatas católicos y bosnios musulmanes trajo de nuevo a Europa los fantasmas del nacionalismo radical y la "limpieza étnica".

Otras zonas del mundo

La situación mundial en los inicios de la década de 1990 era claramente contradictoria.

Por un lado, conflictos como el árabe-israelí, el del Líbano o el de Camboya entraban aparentemente en vías de solución y se producían avances espectaculares en el respeto de los derechos humanos como el fin del régimen del apartheid en Sudáfrica en 1990-1991 y la convocatoria de las primeras elecciones democráticas y multirraciales en 1994.

Por otro lado, conflictos localizados como la brutal guerra entre las comunidades Hutus y Tutsis en Ruanda y Burundi (1990-1994) hacen patente las dificultades de la comunidad internacional y la ONU para instaurar un "nuevo orden mundial" que permitiera avanzar hacia un futuro basado en el respeto de los derechos humanos, la solidaridad internacional y los valores democráticos.

EE.UU. y el fin de la guerra fría o el Unipolarismo

La perestroika y la democratización final de Rusia pueden ser consideradas como acontecimientos de primera magnitud en la Historia de la Humanidad y, desde luego, fueron los que supusieron en su momento una ruptura fundamental con respecto al período inmediatamente anterior.

Pero, al menos en una parte, no se puede llegar a entender lo sucedido en la Unión Soviética sin la relación mantenida con el mundo occidental y, en especial, con la otra superpotencia, los Estados Unidos.

Como es lógico, la importancia del final de la guerra fría ha sido extraordinaria en lo que respecta a la evolución de las relaciones internacionales.

UrssCaida009
Muro de Berlín.
La propia nueva configuración de Europa se vio decisivamente afectada por la desaparición de un conflicto que había durado tanto tiempo y también el Tercer Mundo, el Medio y el Extremo Oriente se vieron afectados por este acontecimiento. La evolución económica y la cultural tampoco pueden abordarse sin tener en cuenta los acontecimientos de 1989-1991 en el Este de Europa o en la URSS.

Se puede caracterizar la situación del sistema internacional de la década de los noventa como “unipolar y multipolar”.

Estamos en un mundo unipolar en términos de un poder hegemónico con supremacía militar-estratégica global, los Estados Unidos.

Estamos en un mundo multipolar en materia económica, debido a que Estados Unidos comparte su primacía con la Unión Europea y la región de Asia Pacífico liderada por Japón, conformando así lo que ha dado en llamarse la Tríada económica.

El fin de la Guerra Fría y el abandono del paradigma Este-Oeste nos indicaban dos perspectivas. Una primera cuestión de orden sistémico estructural y una segunda de índole política.

Con respecto a la primera, se debe señalar que el sistema bipolar diseñado y legitimado en la Conferencia de Yalta ha desaparecido. Respecto a la segunda que el uso o recurso de amenaza de utilización de la fuerza como instrumento político seguía vigente. El fin de la Guerra Fría no indicaba el fin de la Guerra.

UrssCaida011
Ronald Reagan.
En el ámbito de la economía mundial, las transformaciones estructurales operadas en los países industrializados hacia la especialización y la concentración de actividades productivas con alto componente científico y tecnológico ha acelerado la construcción de tres grandes bloques regionales, polos comerciales o megamercados que giran alrededor de un centro dinámico. América del Norte alrededor de los Estados Unidos, la Unión Europea alrededor de Alemania y la región del Sudeste Asiático o Cuenca del Pacífico con centro en Japón.

El fin de la Guerra Fría, por tanto, es un hecho que no se puede desvincular del proceso de transformación estructural de las economías centrales.

La alianza triunfante de la Gerra Fría, la OTAN bajo la dirección de los Estados Unidos y en su articulación con los centros dinámicos de poder del capitalismo global, la Unión Europea y Japón, ha logrado establecer una nueva agenda internacional denominada “la agenda de los valores hegemónicos universalmente aceptados”.

Estos valores internacionalmente reconocidos han contribuido al fortalecimiento de las ideas de globalización e interdependencia, provocando con ello el debilitamiento del valor de la soberanía.

A la par de la democracia, están representados en esta serie de valores hegemónicos universalmente aceptados, los derechos humanos, el medio ambiente, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Pero hay que tomar en cuenta dos cuestiones.

La primera es que el problema del desarrollo desaparece de los temas de la Agenda Mundial, por tanto no se ve al desarrollo como un factor de estabilidad de este sistema internacional interdependiente. La segunda cuestión es que la formulación de los nuevos temas de la Agenda implican nuevas estrategias de intervención. Nuevas estrategias de intervención que están representadas bajo el brazo armado de la OTAN.

El impulso no intervensionista se vio reforzado por la desaparición de la amenaza soviética y fue racionalizado a partir del argumento que la extensión del liberalismo político resultaría de la extensión del liberalismo económico a escala global.-

Estados Unidos optó por abandonar la intervención directa a cambio de la aplicación de un fuerte poder de presión, materializado en las distintas agendas, regímenes internacionales y organismos internacionales en los cuales tenía la mayor proporción de voto de acuerda a sus aportes. El poder de presión pasó a estar en el lugar del poder activo.

Fuentes Internet:

http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/contextos/3290.htm

http://www.eumed.net/cursecon/libreria/2004/cno/1c.htm

http://www.historiasiglo20.org/FGF/index.htm

Otros:

http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761569374/Guerra_fr%C3%ADa.html


LA CAÍDA DEL COMUNISMO Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL
1) LA PERESTROIKA
*LOS PROBLEMAS DE LA URSS
En 1985 Gorbachov asumió el poder de la URSS, una potencia sumida en una importante crisis económica y social.
Los enormes gastos militares posibilitaron el abandono de la producción de bienes de consumo, provocando un descenso del nivel de vida ruso. Además, la agricultura era insuficiente, llegándose a importar trigo de EE.UU. y Canadá.
Por otro lado, el dominio soviético sobre los países de su influencia se deterioraba, algunos de ellos mostraron su intención de desvincularse del bloque soviético introduciendo grandes cambios políticos y económicos.

*LAS REFORMAS DE LA PERESTROIKA

Gorbachov mostró rápidamente la intención de cambios tanto en política exterior como interior. En 1986 ante el XXVII Congreso del PCUS, Gorbachov anunció la perestroika (reestructuración o reforma).

-Las reformas económicas

Su objetivo era revitalizar la economía gracias al espíritu de empresa y de la innovación.

Se aumentó la autonomía de empresas y se permitió el beneficio individual, la creación de cooperativas y explotación individual de la tierra. Con esto se pretendía un aumento de la producción agrícola y de la de bienes de consumo.

Sin embargo, el cambio provocó un caos que posteriormente contribuiría al fracaso de la perestroika.

-Las reformas políticas

Se trataba de caminar a la democracia. Para conseguirlo, fueron reconocidos otros partidos políticos y se inició una reforma de las instituciones, que comportó la elección de un nuevo Parlamento. Por primera vez, críticos y disidentes del comunismo, entraron en los órganos de poder de la URSS.

*LA GLASNOST

Se introdujo la glasnost (transparencia), que suprimió la censura, restableció la libertad de expresión y permitió la crítica al poder y la demanda de responsabilidades políticas.

Los rusos del mundo exterior y de su propia nación sólo conocían la versión oficial del estado. La independencia de la información fue la pieza clave de la reforma.

Los aires de libertad espolearon a los rusos, que comenzaron a protestar contra la crisis económica y la falta de libertades políticas. Con las elecciones, llegaron al Parlamento críticos y disidentes, el más famoso fue Sajarov.

*POLÍTICA EXTERIOR. EL NUEVO PENSAMIENTO

La guerra fría se alimentó de la enemistad entre comunistas y anticomunistas. Uno de sus rasgos fue la propaganda contra el bloque rival (en Rusia presentaban a Occidente como el enemigo y a EE.UU. como una potencia que pretendía la destrucción de la URSS). Gorbavachov propone implantar la confianza. La guerra atómica significaría el suicidio de la humanidad por lo que había que buscar puntos de acuerdo y tratar al otro bloque con respeto.

Gorvachov celebró entrevistas con Reagan con el objetivo del desarme, y destinar parte de gastos militares a gastos civiles.

El ministro de Asuntos Exteriores, Shevarnadze fue el responsable de este giro en política exterior, que suponía ver con otra imagen a los capitalistas.

También otro aspecto fue el trato a la países comunistas que estaban totalmente subordinados a Moscú. Gorbachov afirmó que no se interferiría en el camino que cada nación deseara seguir. Esta postura fue el detonante de la desmembración del bloque soviético.

2) LA CAÍDA DEL COMUNISMO EN LOS PAÍSES DEL ESTE

*LOS DETONANTES DEL CAMBIO

En los países del Este las elecciones consistían en votar una lista, presentada por el partido comunista, quedando los restantes prohibidos. Pero en el verano de 1989 en Polonia, el sindicato Solidaridad arrasó en las elecciones, nombrándose primer ministro el anticomunista Mazowiecki. En pocas semanas cayeron los regímenes comunistas restantes.

EL detonante de este rápido proceso fue la perestroika y la glasnost. Se había iniciado una crítica contra el gobierno en los periódicos tanto rusos como de los países del Este. Se deseaba cualquier cambio posible ante la crisis económica.

Hubo otro factor. Hungría abrió sus fronteras y muchos ciudadanos de la RDA pasaron a la RFA. La RDA era un país que se vaciaba y la presión sobre el gobierno fue irrefrenable.

El rasgo general de la convulsión de otoño de 1989 fue su carácter pacífico:
*.- Polonia: Primera nación en abandonar el comunismo. Existía una gran influencia de la Iglesia y el sindicato Solidaridad, dirigido por Walesa.
La situación crítica de la economía desembocó en elecciones, que ganó Solidaridad.
El presidente Jaruzelski mediante el diálogo formó el primer gobierno no comunista.
*.- Alemania: La caída del muro de Berlín fue el hecho simbólico. Era el emblema de la Guerra Fría. El 9 de noviembre las dos partes de Berlín quedaban unidas en medio del entusiasmo popular.
*.- Hungría: El proceso fue iniciado por el partido comunista, dirigido por el reformador Poszgay. Permitió la salida de la población a través de las fronteras. Las manifestaciones de octubre decidieron a Poszgay a acordar la disolución del partido comunista y la convocatoria de elecciones.
*.- Checoslovaquia: Un grupo de intelectuales checoslovacos, Carta 77, defendía los derechos humanos. AL caer el muro de Berlín, la presión se intensificó. A Finales de año fue designado un intelectual, Vaclav Havel presidente de la República. EL proceso checo fue el más pacífico, llamándose Revolución de terciopelo.
*.- Bulgaria: En noviembre de 1989 se produjo la caída de Giukov. Abolido el papel directivo del partido comunista, se convocaron elecciones democráticas para junio de 1990.

LA REVOLUCIÓN VIOLENTA
La caída del comunismo en Rumania fue violento.
Allí gobernaba Ceaucescu, que repartió cargos a su familia mientras el país languidecía en la pobreza. En ausencia del tirano, se produjo una manifestación en Timisoara, reprimida a tiros.
El régimen convocó una concentración en Bucarest para homenajear al líder, que desató una protesta, la protesta una represión y la represión un alzamiento popular.
Ceaucescu huyó pero fue detenido y ejecutado junto a su esposa.

DE IMPERIO A NACIÓN: RUSIA LA REVOLUCIÓN DE AGOSTO DE 1991 Y SUS CONSECUENCIAS
Hundidos los regímenes comunistas de la Europa oriental, subsistía la Unión Soviética.
La revolución de agosto de 1991 constituye el último episodio de la cadena de cambios.
Gorbachov había iniciado reformas audaces, pero el caos producido por la perestroika económica le había granjeado el descontento de la población, debido a los problemas para obtener alimentos y toda clase de productos, a las constantes subidas de precios y al retroceso de la producción.
También estaban muy descontentos los comunistas ortodoxos, alarmados por la posibilidad de perder sus viejos privilegios, y sólo esperaban el momento propicio para desalojarlo del poder e interrumpir la perestroika.
El 19 de agosto de 1991, cuando Gorbachov se hallaba de vacaciones, un grupo de dirigentes entre los que se encontraba el vicepresidente y el primer ministro del gobierno dieron un golpe de Estado, formaron un Comité de Emergencia y suspendieron las libertades conseguidas por la perestroika.
La reacción popular, dirigida por Boris Yeltsin, presidente de Rusia hizo fracasar el golpe. El presidente y el parlamento rusos se erigieron en bastiones de la resistencia, con el apoyo del pueblo. El hombre fuerte ya era Yeltsin.

EL FIN DE LA URSS
Con la situación controlada, Yeltsin suspendió el partido comunista y clausuró todos sus centros. Fue una medida muy audaz. También reconoció la independencia de los países bálticos (Estonia, Lituania, Letonia). Y cuando el 8 de diciembre de 1991 Yeltsin firmó con los presidentes de Ucrania y de Bielorrusia un tratado en el que se acordaba una nueva federación, la CEI (Comunidad de Estados Independientes), a la que se unirían las repúblicas soviéticas que lo desearan, la URSS dejó de existir. De forma que, cuando el día de Navidad de 1991 Gorbachov dimitió, lo hacía de un puesto vacío.

LA RUSIA DE YELTSIN
La nueva Federación Rusa presidida por Yeltsin heredó muchos de los problemas de la URSS. Algunas repúblicas que la componen deseaban la independencia, como Chechenia, y en otras había problemas de fronteras. El más grave el de Crimea. También Yeltsin hizo aprobar en 1993 una Constitución de carácter presidencialista que le otorga muchas atribuciones, provocando la insatisfacción de los grupos democráticos.
Hay además problemas étnicos. Veinticinco millones de rusos viven fuera de su país. En algunas repúblicas se les ha perseguido; muchos han retornado a Rusia.
Pero el problema más grave es el económico: la privatización de la economía hizo surgir mafias que controlaban importantes sectores de la economía. Mientras una minoría se ha enriquecido enormemente, el 70% de la población sigue viviendo con dificultades.

4) EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

*UNA SOLA SUPERPOTENCIA: EE. UU.

En el sistema internacional nacido en 1945 había dos protagonistas, las dos superpotencias, Estados Unidos y UR55. Ningún problema podía resolverse sin contar con su postura. El proceso de reformas en la UR55 y en los países del Este modificó de forma substancial la política de bloques y el enfrentamiento entre las dos superpotencias. En 1989, el presidente americano Bush se reunió con Gorbachov en Malta y decidieron poner fin de mutuo acuerdo a la Guerra Fría.

En 1991 se ha formado de hecho un nuevo orden internacional. Al desmembrarse la UR55, ha quedado como única superpotencia Estados Unidos. Esto no significa que las restantes naciones puedan tomar una decisión importante sin contar con Washington.

-La guerra del Golfo: definición del nuevo papel de EE.UU.

El estallido de la guerra del Golfo marcó un hito decisivo en la definición del nuevo papel de Estados Unidos. En 1990 el dictador irakí Saddam Hussein invadió Kuwait, con lo que se aseguraba el control del 20% de las reservas mundiales de petróleo.

Esta violación fue contestada por EE UU que contó con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU. Éste condenó la agresión y autorizó el embargo de Irak y la utilización de la fuerza para oponerse a la agresión. En pocos días, las tropas americanas liberaron Kuwait e Irak fue condenada a pagar los des trozos de la guerra, a destruir su armamento químico y nuclear y a tener su petróleo bajo embargo.

La intervención americana demostró que el mundo vivía una nueva situación. Se confirmó que sólo había una gran superpotencia, en tanto Rusia desempeñaba un papel secundario en la crisis. En consecuencia, los Estados Unidos vieron como aumentaba su influencia en el mundo y proclamaron su deseo de promover un nuevo orden internacional del que se erigían, con apoyo de la ONU y de la nueva OTAN, en los garantes de la paz mundial.

*PERMANENCIA DE LA OTAN

En el orden internacional anterior se contraponían dos superpotencias, pero además dos bloques militares encabezados por ellas: la OTAN y el Pacto de Varsovia. La caída del comunismo comportó la disolución del Pacto de Varsovia pero ha permanecido la OTAN. Los miembros de la OTAN (EE.UU., Canadá y las naciones europeas occidentales) creen que su organización es un sistema de seguridad que previene la guerra y debe ser mantenida. Además defienden que en caso de un conflicto localizado en Europa sus tropas pueden intervenir y frenar los excesos de la guerra. Es lo que han hecho en la guerra de Bosnia, en el espacio de la ex Yugoslavia.

Los antiguos socios del Pacto de Varsovia aspiran a ingresar en la OTAN. En la conferencia que esta organización celebró en Madrid en 1997 se acordó la entrada de Hungría, Polonia y la República Checa. Se trata de un paso más en el camino de la unión de los antiguos bloques políticos y militares.

*POTENCIAS QUE BUSCAN UN NUEVO PAPEL

En la nueva situación internacional del último decenio del siglo XX algunas potencias buscan desempeñar un papel más relevante. Reparemos en tres: Alemania, Japón y China.

Al caer el comunismo la Alemania Occidental ha absorbido a la Oriental. Así se ha formado la Alemania unida, un nuevo gigante de 81 millones de habitantes y enorme poderío económico. Se la considera la locomotora de Europa, porque de ella depende la marcha de la Unión Europea.

Japón, es un gigante asiático. Con 125 millones de habitantes y algunas de las empresas más importantes del mundo, destaca por su tecnología avanzada, superior en algunos sectores a la de EE.UU..

China es el gigante dormido. Con 1.200 millones de habitantes, políticamente comunista y económicamente capitalista, con tasas de crecimiento anual de un 9-10% en su producción, puede ser una superpotencia del futuro.

5) LA DISGREGACIÓN DE YUGOSLAVIA

*EL LABERINTO YUGOSLAVO

Tras la muerte de Tito, el dirigente de la guerrilla antinazi, y con el desmoronamiento del comunismo, el territorio yugoslavo se convertiría en un infierno.

Datos del problema:

a)Mosaico cultural. Territorio que perteneció a dos imperios diferentes, el austro-húngaro y el turco, lo que generó dos culturas distintas.

b)Complejidad étnica. Cuatro grupos étnicos principales: eslovenos, croatas, serbios y búlgaros, cada uno con sus peculiaridades lingüísticas. La mayor república, Serbia, poseía cerca de la mitad de la población. Parte de su población se encontraba en enclaves de Croacia y Bosnia-Herzegovina, mientras que dentro de su territorio el enclave de Kosovo era de población albanesa. Eslovenia presentaba una población casi homogénea étnicamente, mientras Montenegro mezclaba montenegrinos, eslavos musulmanes y albaneses.

c)Diferencias religiosas. Existencia de tres religiones: ortodoxa, católica y musulmana. Eslovenos y croatas eran de preponderancia católica, mientras que los serbios y montenegrinos eran ortodoxos. Existían áreas de religión musulmana en Bosnia y Macedonia.

d)Historia conflictiva. Existía un pasado de odios y violencias. Durante la Segunda Guerra Mundial un régimen pronazi instaurado en Croacia asesinó a más de 300.000 serbios; por su parte, los partisanos de Tito, en los últimos meses de la contienda, masacraron 200.000 croatas. Ningún grupo fue inocente en esta etapa de guerra.

*LA DESINTEGRACIÓN DE YUGOSLAVIA

Al difundirse los cambios impulsados por Gorbachov, los dirigentes comunistas serbios, aferrados al poder, comprendieron que podrían enarbolar en vez de la desacreditada bandera del comunismo la nueva del nacionalismo para mantenerse. Fue lo que ocurrió al acceder en 1986 Slobodan Milosevic a la dirección de la Liga de los Comunistas serbios. Los serbios suponían solo el 36% del censo global, pero representaban el 83% de la población de Serbia, el 30% en Bosnia-Herzegovina y el 11,5% en Croacia.

Los dirigentes serbios, Milosevic y Cosic, afirmaron que aceptarían la independencia de los otros estados de la federación yugoslava si se respetaba la posibilidad de que los enclaves serbios optaran por la integración en una "Gran Serbia", pero no respetaron este principio en Kosovo, donde convivían un 90% población albanesa, perseguida cuando demandó autonomía, y un 10% serbia.

A lo largo de 1990 se celebraron elecciones en las seis repúblicas, las cuales inmediatamente declararon su independencia. Serbia no lo permitió. Primero invadió Eslovenia, donde no existía minoría serbia, pero su derrota militar puso fin a su intento de dominio. Luego tocó el turno a Croacia, donde fuerzas irregulares serbias con ayuda del ejército federal yugoslavo consiguieron formar varios enclaves.

La tragedia alcanzaría su cenit en Bosnia, donde las diferentes etnias vivían confundidas. La guerra estalló en 1991, con el objetivo por parte serbia de conseguir la "limpieza étnica". El horror de las violaciones, campos de concentración, deportaciones y asesinatos masivos de población civil han consternado a la opinión mundial. La paz de Dayton ha impuesto una situación precaria.


LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN

 Enviado por polluno1



Algunas consecuencias de la caída del muro
El complejo orden mundial con la caída del muro
La fusión económica, un éxito
Noveno aniversario de la reunificación
"El 9 de Noviembre de 1989 es una fecha que ha quedado grabada en la historia. Ese día se anunció oficialmente, en conferencia de prensa, que a partir de la medianoche los alemanes del este podrían cruzar cualquiera de las fronteras de Alemania Democrática (RDA), incluido el Muro de Berlín, sin necesidad de contar con permisos especiales. De inmediato se corrió la voz en ambas partes de la ciudad dividida y mucho antes de la medianoche miles de expectantes berlineses se habían congregado a ambos lados del muro. En el momento esperado, los berlineses del Este, a pie o en automóvil, comenzaron a pasar sin mayor dificultad por el puesto de control. Abundaron las escenas llenas de emoción: abrazos de familiares y amigos que habían estado separados por mucho tiempo, crisis de llanto, rostros que reflejaban incredulidad, brindis con Champaña o cerveza, regalos de bienvenida a los visitantes, flores en los parabrisas de los autos que cruzaban la frontera y en los rifles de los soldados que custodiaban los puestos de vigilancia. A esta primera reacción seguirían otras de carácter político y económico.

Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar el muro y, en muchos casos, armados de cuerdas, picos y cinceles, comenzaron a hacer realidad su sueño de muchos años, el derrumbamiento del muro de Berlín."

Sin embargo, no debe de pensarse que este acontecimiento histórico ocurrió espontáneamente. Muy al contrario, tiene sus antecedentes en innumerables hechos de la vida cotidiana alemana, así como de la política internacional.

Debe señalarse, en primer lugar, que en la Alemania Democrática las organizaciones de oposición como Nuevo Foro, Partido Socialdemócrata y Alternativa Democrática se fortalecían a ritmo acelerado, tanto por el creciente número de sus simpatizantes, como por su habilidad para hacer oír su voz en todos los ámbitos del país, esto significaba una activa participación política de los ciudadanos y, por tanto, constantes demandas de cambios democráticos a los que el gobierno ya no podía prestar oídos sordos.

Así en los primeros días de Noviembre de 1989 ocurrieron manifestaciones masivas y pacificas en ciudades como Berlín del Este, Leipzig, Dresden y Halle en que miles de alemanes alzaron su voz para exigir la dimisión de todo el gabinete en el poder, así como la celebración de elecciones libres y otras reformas.

Por otra parte, los intentos de huir a la República Democrática Alemana, que habían ocurrido desde el momento mismo en que Alemania quedó dividida, a últimas fechas se habían incrementado a un ritmo vertiginoso.

El 2 de mayo de 1989 los soldados húngaros comenzaron a desmantelar las barreras en la frontera con Austria, lo que constituyó la primera apertura al mundo occidental. Los principales beneficiarios fueron los Alemanes del Este, que de pronto podían pasar al mundo occidental a través de Hungría y Austria.

A medida que miles de alemanes del este se internaban en territorio húngaro, se incrementaron las tensiones entre los dos países. El gobierno de Berlín del este exigió a Budapest enviar de regreso a os refugiados, pero los húngaros se negaron y fue así como en tan sólo tres días, a principios de septiembre, 15,000 alemanes del Este pasaron a Alemania Federal. La respuesta del gobierno alemán del Este fue prohibir el paso a Hungría, pero esto solo sirvió para que los alemanes que buscaban escapar se refugiaran en la embajada de Alemania Federal en Checoslovaquia.

Para octubre de 1989 se vio que la revolución en Alemania Democrática era inminente. Comenzó con las marchas en pro de la libertad celebradas en Leipzig. El 9 de Octubre el jefe del partido Comunista ordenó usar toda la fuerza militar disponible para aniquilar las manifestaciones, pero Egon Krenz, el entonces jefe de seguridad, lo convenció de que retirara la orden. Nada impidió que semana tras semana aumentara el número de manifestantes. El 23 de Octubre fueron alrededor de 200,000, y para el 6 de noviembre llegaban a 480,000. Las marchas siempre pacificas se generalizaron por toda Alemania Democrática.

Mijail Gorbachov fue la pieza clave que evitó el derramamiento de sangre.
En su visita del 7 de Octubre a Berlín del este, Gorbachov advirtió a los dirigentes que no contarían con el apoyo soviético si usaban la fuerza para suprimir las manifestaciones.
Once días después Honecker fue despojado de todos sus cargos y lo sustituyó Egon Krenz, quien de inmediato trató de apaciguar a los manifestantes.
El 27 de Octubre, Krenz promulgó una amnistía para los refugiados invitándolos a regresar al país. El 3 de Noviembre la RDA autorizó nuevamente a sus ciudadanos a viajar a Checoslovaquia, lo que fue aprovechado por varios miles de ciudadanos para refugiarse en la embajada de Alemania Federal en Praga.
Ante los éxodos masivos y proliferación de manifestaciones de protesta contra el régimen, el día 7 de Noviembre renuncia todo el consejo de ministros, el organismo que regía el destino de la RDA.
Dos días después, la frontera que separaba a las dos Alemanias, al igual que el muro de Berlín, pierden su significado, de modo que ya no es necesario rodear a través de otros países como Checoslovaquia, Hungría y Austria.
El movimiento revolucionario de la República Democrática Alemana no fue un fenómeno aislado. Todos los países del bloque socialista experimentaron cambios radicales en un plazo relativamente corto.

Algunas consecuencias de la caída del muro:
La privatización de las empresas estatales del este en favor de los pulpos del oeste fue subsidiada masivamente por el Estado alemán (que se hizo cargo de la deuda externa de la RDA y de las deudas internas y externas de sus empresas), lo que provocó una descomunal emisión monetaria y un crecimiento espectacular del déficit fiscal.
El 'costo' de la 'unidad alemana' ascendió a varios cientos de miles de millones de dólares ... que ahora se pretende que paguen los trabajadores del este y del oeste mediante la reducción del seguro al desempleado, de los subsidios familiares y el elevamiento de la edad jubilatoria.
Este 'costo', enfatizábamos entonces, "está expresando dos cuestiones fundamentales: de un lado, la falta de pujanza, el envejecimiento o la descomunal crisis del capitalismo mundial; y, del otro lado, los métodos de destrucción económica que inevitablemente ha tenido que imponer para encarar la 'unificación' ... Todo esto importa porque demuestra los límites insalvables de la penetración capitalista en el este, y su tendencia a generalizar las condiciones revolucionarias al este y al oeste de Europa" .
La anexión significó, efectivamente, una enorme destrucción de fuerzas productivas: desaparecieron las dos terceras partes del PBI industrial este alemán y la desocupación trepó más allá del 40% de la población activa. Esta sangría sistemática del este sirvió para que los capitalistas del oeste amasaran enormes beneficios y para que la economía alemana escapara por un tiempo a la recesión ... pero cuando la 'fiesta' de la 'unificación' pasó, dejó al descubierto una crisis capitalista agravada, pero por sobre todo, ha dejado en claro que la unidad alemana sólo puede hacerla la dictadura del proletariado y el socialismo.

La crisis 'oriental' se ha convertido, entonces, en una crisis general; que la gigantesca masa de beneficios provocada por el copamiento (subsidiado) de los mercados orientales y la eliminación (también subsidiada) de los competidores orientales por los grupos occidentales, no haya alcanzado para elevar de una manera decisiva la tasa de beneficio, es una demostración inapelable de la envergadura de la crisis del capitalismo alemán. La política capitalista frente a la crisis apunta a la 'convergencia de los salarios' y a una 'flexibilización radical del mercado del trabajo en toda Alemania'. Esto significa agudizar la competencia entre los trabajadores mediante la eliminación de la estabilidad en el empleo y la introducción de la famosa 'flexibilidad'; la burguesía trata de utilizar el desempleo oriental para forzar la reducción de los salarios y las condiciones de trabajo de los obreros del oeste.

Hoy, más que nunca, cuando la 'guerra social' se desenvuelve cada vez más abiertamente, "no se puede comprender la situación alemana si no se establece la conexión histórica y política que objetivamente existe entre el conjunto de la clase obrera alemana"  

El complejo orden mundial con la caída del muro

Entre 1989 y 1991, el mundo experimentó, en secuencia rápida, una serie de acontecimientos drásticos (la caída del Muro de Berlín, la reunificación de las dos Alemanias, el estallido interno de la Unión Soviética, el término del Pacto de Varsovia y la guerra en la antigua Yugoslavia), que resultó en los siguientes hechos:

Fin de la guerra fría y del mundo bipolar, emergiendo los Estados Unidos como potencia hegemónica.
*.- Los Estados Unidos de América reunió 28 naciones aliadas y obtuvo permiso de la O.N.U. para sacar las tropas iraquíes del territorio de Kuwait en caso de que las mismas no se retiraran de sus fronteras antes del 15 de enero de 1991.
La Guerra del Golfo duró desde el 16 de enero al 27 de febrero de 1991 con la rendición incondicional de Iraq.
*.- El inicio de las reivindicaciones del Japón y Alemania, grandes potencias económicas, pero alejadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial de las decisiones políticas mundiales. El Japón, al recibir la negativa de Rusia de devolver las islas Curiles, ciertamente reevaluará su estructura militar, hoy limitada al 1% de su PBI por disposición constitucional impuesta por los Estados Unidos durante la ocupación al final de la Segunda Guerra Mundial.
*.- Alemania reivindicó la retirada de las tropas de la OTAN de su territorio, ya que no existe amenaza justificada.

*.- Ambos, Japón y Alemania, desean tomar asiento como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
*.- No se justifica tomar parte del "Grupo de los Siete" (líderes de las naciones más industrializadas) si no se tiene la contrapartida del poder político, a través del poder del veto, en el órgano de mayor representación política en el planeta.
Tal reivindicación causó el pronunciamiento de los 108 países del Movimiento No-Alineado, reunidos en Indonesia en septiembre de 1992, manifestando preocupación con el ingreso de esas naciones como miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
*.- Formación de mega-bloques económicos y políticos.
La formación del NAFTA, conformado por los Estados Unidos, Canadá y México, sorprendió a los países de América del Sur pues se constituía otro mega-bloque económico en el eje Norte-Norte. Por ello se concibió la creación del MERCOSUR, del cual formaban parte inicialmente Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y ahora Chile. La posibilidad de formación de nuevos mega-bloques económicos (en el sudeste asiático encabezado por Japón, en el Oriente Medio a través de la identificación islámica, arrastrando las repúblicas islámicas a la ex-URSS y otros) es seria en relación a la perturbación que podría producir en las relaciones internacionales.

Interferencia cada vez mayor de la O.N.U., a través del Consejo de Seguridad, en las querellas regionales con el consecuente aumento del número de tropas y el número de "Peace Keeping Forces" (Fuerzas de Mantenimiento de la Paz).

Se ha observado que las sociedades del primer mundo ya no aceptan con facilidad que sus hijos sean enviados a regiones de conflicto, aumentando así los efectivos de los países en desarrollo, siendo una paradoja la gran presencia de sudamericanos tratando de hacer la paz en tierras europeas.

A la luz de los temas discutidos brevemente arriba, y teniendo en vista las tendencias observadas en estos preludios de la postguerra fría, saco las siguientes conclusiones:

En el campo político: el paso de un mundo bipolar a otro unipolar, de potencia hegemónica global, significa un cambio en la situación inicial de alta confrontación y baja inestabilidad, hacia una situación de baja confrontación y alta inestabilidad en el escenario mundial. En esa nueva situación, los conflictos bélicos regionales, siendo menos apocalípticos en cuanto a la amenaza de la paz mundial.

En el campo económico: el comercio multilateral, que floreció bajo el sistema del mundo bipolar, ahora ha evolucionado hacia la relación entre bloques o regionalismo económico. El concepto de soberanía no prevalece en el mundo de los altos intereses económicos, dado el hecho de que cada Estado ya no tiene la capacidad de sobrevivir sólo, lo cual ha conducido a la aparición de las economías de conjunto.

En el campo militar: la baja observada en los gastos militares durante el final de la guerra fría, en términos mundiales, no habrá de continuar, debiendo volver a aumentar en los próximos años, aunque de manera discreta. A lo largo del tiempo, habrá una reducción drástica de las armas nucleares de largo alcance y destrucción masiva y una implementación de las armas no nucleares de alta tecnología.

En el campo psicosocial: la mayor amenaza a la paz se originará a través de la pobreza, de las discriminaciones étnicas, del nacionalismo exacerbado, del radicalismo religioso, del narcotráfico y de las condiciones del medio ambiente, más que de cuestiones políticas.

Un muro psicológico separa todavía a los alemanes del Este y Oeste, cinco años después de la reunificación

La fusión económica, un éxito

BERLIN, 2 de octubre (El País).- La Alemania unificada celebrará mañana su quinto aniversario y puede percibir, con orgullo y autosatisfacción, los logros económicos de la unidad, que resultó en este terreno mucho más fácil de lo esperado. Al mismo tiempo, observadores y políticos de todos los colores reconocen que el país se encuentra lejos de lograr la unidad interna en las mentes de los ciudadanos. Un muro, esta vez psicológico, separa todavía a los alemanes del Este y Oeste, y se teme que tardará mucho en desaparecer.

El escritor Stefan Heym publicó un extenso artículo en el periódico Neues Deutschland (Nueva Alemania) sobre la unificación, y resumió con una metáfora afortunada el proceso: "Es como la serpiente que se ha tragado un erizo. El erizo desapareció, pero la serpiente va a tener problemas de digestión".

En el momento de la unificación, cuando la nueva Alemania surgió en medio del júbilo y fuegos artificiales hace cinco años en torno al legendario edificio del Reichstag y la puerta de Brandeburgo, en Berlín, los temores se centraban sobre todo en las repercusiones económicas de la anexión de un país en bancarrota tras el fracaso del llamado "socialismo real". Se temía que un posible "abrazo del oso" de la arruinada RDA arrastrase a la pujante RFA por el camino de la inflación.

Nada de esto ocurrió. Alemania del Este dista todavía bastante de alcanzar los "paisajes florecientes" que prometió en su campaña electoral de 1990 el canciller Helmut Kohl. No obstante, el auge del territorio de la ex RDA no lo puede negar ningún observador de buena fe, y encuentra su expresión palpable en forma de mejora en las autopistas y en todas las estadísticas. No falta quien aventure que, gracias a las nuevas tecnologías y a la calificación de su mano de obra, Alemania del Este podría, al menos en algunas regiones, convertirse en avanzada del progreso en toda Europa.

El salario promedio en el Oeste es de 2,687 marcos (unos 1,800 dólares), y en el Este, 2,044 (unos 1,400 dólares); un 75% de los hogares del Oeste tienen auto y sólo un 67% en el Este. Las diferencias se miden cada vez más en términos cuantitativos, sin que pueda hablarse de una diferencia cualitativa. El ritmo de crecimiento del Este permite aventurar que no tardará en registrarse la equiparación.

Las transferencias del Oeste hacia el Este alcanzan la enorme suma de 150,000 millones de marcos anuales (unos 120,000 millones de dólares). Esto representa unos 10,000 marcos (6,800 dólares) anuales por habitante de la antigua RDA. El delfín de Kohl, el jefe del grupo parlamentario democristiano en el Bundestag, Wolfgang Schuble, escribió en el semanario Die Zeit que se ha conseguido bastante en la aproximación entre los dos sistemas sociales que se fusionaron hace cinco años: "Hemos llegado hasta el límite de lo posible en lo económico y lo político, pero la unidad interna no llega todavía".

La prueba irrefutable de la existencia de esa división alemana, cinco años después de la reunificación, se encuentra en el campo de la política, hasta un extremo que ha dejado perplejos a casi todos. El portavoz del gobierno de Berlín, Michael Butz, comentaba estos días durante un almuerzo con corresponsales extranjeros: "Si alguien nos hubiera dicho hace cinco años que el partido heredero de los antiguos comunistas iba a tener un 20% de votos en el territorio de la dictadura desaparecida, no lo hubiéramos creído".

La unidad alemana todavía no es una realidad -reconoce Gerhard Schroder

Noveno aniversario de la reunificación

BERLIN, 3 de octubre (DPA).- El jefe de gobierno alemán, el socialdemócrata Gerhard Schroder, admitió hoy que la unidad de la sociedad alemana aún está lejos de ser una realidad.

En una acto realizado en la ciudad de Wiesbaden con motivo del noveno aniversario de la reunificación alemana, Schroeder señaló que "si bien es cierto que la frontera entre el Este y el Oeste de Alemania hoy se ha hecho invisible, no se puede decir lo mismo de los límites creados por la diferencia social y económica".

La fiesta oficial de la unidad alemana se celebró este año en Wiesbaden y en ella tomaron parte los principales dirigentes políticos del país. Miles de ciudadanos participaron en los actos de festejo en las calles de la capital del estado federado de Hesse.

También en la capital federal, Berlín, se realizaron festejos populares para celebrar el aniversario de la reunificación.

En Wiesbaden estuvo presente el presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, quien abogó por una identidad común de los pueblos europeos, "por una ciudadanía europea".

El 3 de octubre es una fecha de agradecimiento a todos los alemanes, manifestó Schroeder en su discurso. "A los habitantes de la entonces Alemania Oriental -dijo- va nuestro agradecimiento por el valor demostrado al enfrentarse a la dictadura, a los de la entonces República Federal por su solidaridad y su ayuda".

"Esa solidaridad demostrada entonces es la que nos seguirá haciendo falta en los próximos años", concluyó el jefe de gobierno.