Las 10 mentiras del independentismo Catalán
Harto pero muchísimo de aguantar mentiras independentistas,
que ensalzan a la gente de Cataluña que sin saber que sus políticos son de la
peor calaña posible se las creen.
Pues bien aquí y ahora vamos a ver algunas de esas mentiras
que supuestamente hacen a Cataluña una región superior y merecedora de su
independencia.
1.- “CATALUÑA ES QUIEN MÁS APORTA AL ESTADO Y LA QUE MENOS
RECIBE”
¡MENTIRA! La comunidad que más aporta al estado, por
habitante, es con mucha diferencia Madrid, seguida de Baleares. Comunidades
como “La Rioja” aportan también más de lo que recibe. Evidentemente las
regiones menos favorecidas reciben más y aportan menos y las más favorecidas
dan más de lo que reciben.
Esto nos demuestra que además de mentiroso es insolidario
por que si aportas más es por que tienes más y si en vez de mirar tu ombligo
miraras por los demás, en vez de comprarte gafas de diseño para parecer menos
tonto de lo que eres, protestarías menos y arrimarías más el hombro.
2.- “CATALUÑA GENERA MÁS RIQUEZA QUE CUALQUIER OTRA REGIÓN
DE ESPAÑA”
¡MENTIRA! Navarra o Baleares tienen una renta cápita mayor
que Cataluña. Pero lo más divertido de todo es que Madrid supera a Barcelona en
comercio e inversión industrial.
3.- “CATALUÑA FUE UN REINO INDEPENDIENTE EN EL PASADO”
¡MENTIRA! Nunca hubo ningún rey catalán ni ningún Estado
catalán. Los únicos reyes de los que se puede hablar son los reyes de Aragón.
La casa condal de Barcelona, que no representa la actual Cataluña porque esta
estaba formada por más condados, primero fue vasalla de los reyes francos, y
luego perteneció al reino de Aragón, pero nunca fue independiente.
Señor “Mas” a usted que tanto le gusta reclamar la
independencia por motivos históricos. Puede explicarnos que motivos históricos
son esos.
4.- “EXISTIO LA CORONA CATALANO-ARAGONESA”
¡MENTIRA! Nunca hubo tal corona. El reino que existió fue el
reino de Aragón. Es cierto que el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV se casó
con la reina aragonesa Petronila, pero es igual de cierto que nunca fue
nombrado rey ni de Cataluña ni tan siquiera de Aragón. Es más ese “hipotético
rey” se reconoció vasallo del rey toledano Alfonso VII.
5.- “CATALUÑA ES UNA NACIÓN HISTORICA”
¡MENTIRA! Todo lo contrario, el nacionalismo catalán tuvo
que ver con el auge industrial y económico de la segunda mitad del siglo XIX en
Cataluña, además de con la crisis de 1898 con la pérdida de Cuba y Filipinas.
6.- “EL ORIGEN DE LA BANDERA CUATRIBARRADA QUE COMPARTEN
ARAGÓN, VALENCIA, BALEARES Y CATALUÑA ES CATALANA”
¡MENTIRA! El origen de la bandera es aragonés. Representaba
a la casa real de Aragón. El primer rey aragonés en usarla fue Alfonso II.
Todos los autores catalanes del medievo entre ellos Muntaner llamaron a la
bandera cuatribarrada la "señal real d'Aragó".
Siento tener que afirmar que el señor Carod Rovira erraba
cuando dijo "La Unió catalano-aragonesa adoptà l'enseya catalana de les
quatre barres vermelles".
7.- “CATALUÑA, HISTÓRICAMENTE, SE OPUSO SIEMPRE A ESPAÑA”
¡MENTIRA! Tras la invasión napoleónica en 1808, los
catalanes se levantaron heroicamente contra los franceses y lucharon a muerte
por la libertad de España. De hecho, la heroica defensora de Zaragoza, Agustina
de Aragón, fue barcelonesa de padres leridanos y, realmente, se llamaba
Agustina Raimunda Saragossa Doménech.
8.- “LA DIADA NACIONAL DE CATALUÑA ES SÍMBOLO DE RESISTENCIA
NACIONAL CATALANA CONTRA EL IMPERIALISMO CASTELLANO”
¡MENTIRA! Según el nacionalismo catalán, "el
centralismo y el espíritu colonizador de Castilla hacia Cataluña se fue
intensificando hasta que en 1714, durante la Guerra de Sucesión, Castilla y
Francia, aliadas, vencieron a Cataluña, Inglaterra y Austria". En
realidad, el 11 de septiembre de 1714 lo que ocurrió fue la entrada de las
tropas de Felipe V a Barcelona que estaba bajo dominio francés. En el asedio a
Barcelona participaron miles de catalanes integrando el ejército borbón. Otros
miles de catalanes sitiados en Barcelona lucharon para la que estimaban como
legítima dinastía española y por la libertad de toda España.
9.- “EL CASTELLANO FUE UNA IMPOSICION DE FELIPE V”
¡MENTIRA! Existen documentos escritos que demuestran que el
castellano ya se hablaba en el actual territorio catalán en el siglo XV. En
Barcelona se editaban más libros en castellano que en catalán.
10.- “LOS CATALANES SIEMPRE HAN QUERIDO SER INDEPENDIENTES”
Veamos lo que dijo
Joan Estelrich, diputado de la Lliga Regionalista, el partido de Prat de la
Riba y de Cambó,en las cortes de 1931:
"Lo que
nosotros queremos es que todo español se acostumbre a dejar de considerar lo
catalán como hostil; que lo considere como auténticamente español; que ya de
una vez para siempre se sepa y se acepte que la manera que tenemos nosotros de
ser españoles es conservándonos catalanes, (...) que no nos desespañolizamos ni
un ápice manteniéndonos muy catalanes; en fin, que la garantía de ser nosotros
muy españoles consiste en ser muy catalanes, porque lo contrario es ir contra
la naturaleza y, por lo tanto, debe acostumbrarse la gente a considerar ese
fenómeno del catalanismo no cómo un fenómeno antiespañol, sino como un fenómeno
españolísimo".
Esto no suena mucho a querer independencia suena más a
querer una integración total con España.
Vemos que llegados a este punto aquellos que piden la
independencia por motivos “económicos” simplemente no tienen razón y aquellos
que la piden por motivos históricos tampoco.
Vemos también que este súbito a ataque del señor “Más” por
el independentismo no ha sido ni más ni menos que una escusa, otra mentira más,
para tapar el agujero económico catalán de su mala gestión.
Vemos que con o sin estos puntos CATALUÑA ES ESPAÑA y nada
ni nadie justica ni puede justificar la ruptura de la unidad de España, pero
mucho menos si esa ruptura esta sostenida sobre mentiras.
Francesc de Carreras
Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB
Lea la versión en catalán
Últimamente, un historiador eminente ha empezado a terciar
en el debate. Se trata nada menos que del británico John H. Elliott. A sus 82
años, desde su residencia de Oxford, hace declaraciones de una envidiable
lucidez. A raíz de su último libro (Haciendo historia, Taurus, 2012), una
recapitulación de su vida como historiador, ha concedido algunas entrevistas en
las que se le ha preguntado sobre la actual situación de Catalunya y, como es
natural o, mejor dicho, como es su obligación moral, ha respondido con toda
sinceridad.
Elliot es probablemente la más respetada autoridad en la
historia española de los siglos XVI y XVII. Además, es un profundo conocedor de
Catalunya. En los primeros años cincuenta, tras licenciarse en Cambridge, se
vino a Barcelona y residió en ella durante algún tiempo, el suficiente para
aprender a hablar perfectamente catalán y castellano. Se introdujo en el mundo
académico de la época y trabó amistad y complicidad intelectual con Jaume
Vicens Vives y su escuela.
Vicens se había situado, ya desde antes de la guerra, en una
posición crítica frente a la historia romántica que predominaba en Catalunya.
Así lo explicó John H. Elliott en El País Semanal del pasado domingo: "Al
ver lo que estaba intentando hacer Vicens Vives, desmitificar la historia de
Catalunya, enseguida me encontré del lado de este grupo. Me di cuenta del
peligro de la mitología en la formación de identidades colectivas y
nacionales".
En otra entrevista publicada en octubre pasado, a preguntas
de Tulio H. Demicheli, insistía en lo mismo: "Vicens Vives quería eliminar
las categorías de 'agravio' o 'expolio' a la relación de España con Catalunya,
un continuo 'victimismo' desde el compromiso de Caspe que es un reduccionista.
Esos tópicos respondían más a los rencores que la arrogancia castellana había
provocado en la sociedad catalana que a la realidad histórica, porque no es
verdad que hubieran 'perdido libertades' en 1714, ni que el Principado fuera
'más democrático' antes que después de Felipe V."
Ciertamente esta desmitificación de la historia catalana era
una de las pretensiones de Vicens Vives. Pero su prematura muerte en 1960
truncó esta tarea y, en la entrevista de El País, Elliott considera hoy que sus
esfuerzos han sido baldíos: "Me habría gustado que en la Catalunya actual Vicens
Vives hubiera ganado esa batalla, pero después de una o dos generaciones parece
que no la ganó. Para mí ha sido muy triste, porque creo que una sociedad
necesita sus mitos, pero si los mitos dominan y entorpecen una auténtica
investigación, llegamos a una situación en la que el pueblo queda ensimismado y
adopta una postura de agravio pensando que todos los desastres han sido culpa
de otros. En ese momento es cuando se llega a una situación de crispación por
cualquier problema. Hay políticos que se aprovechan de esto para fortalecer los
mitos, para poner un énfasis excesivo en el victimismo y no darse cuenta de los
problemas internos de una sociedad. Eso es lo que me preocupa
especialmente".
Es decir, lo que preocupa a Elliott es que los historiadores
catalanes -se entiende, la mayoría dominante- han vuelto a la historia de
antes, la que cultiva mitos al servicio de las ideologías políticas y provoca
una sociedad ensimismada, en la que el agravio se magnifica y el victimismo
sistemático se utiliza para ocultar los verdaderos problemas. Es un retrato
exacto de lo que está sucediendo: se utilizan los falsos "300 años de
opresión española" para encubrir, tapar y disimular, el desgobierno
actual. Y buena parte de los historiadores catalanes son cómplices de esta situación.
¿Por qué no explican que el 11 de septiembre de 1714 fue el final de una guerra
de sucesión a la Corona de España provocada por el enfrentamiento entre las
grandes potencia europeas? ¿Por qué no explican que en dicha fecha no perdieron
los catalanes libertad alguna sino únicamente los antiguos fueros estamentales?
¿Por qué no explican que el siglo XVIII, gobernando los Borbones, empezó la
prosperidad económica de Catalunya, tras siglos de decadencia, los dos últimos
bajo gobierno de los Austria? ¿Por qué no explican que el auge del siglo XIX
está basado muy fundamentalmente en el libre comercio con América concedido por
Carlos III, un rey Borbón, mientras esta libertad fue negada antes por la
dinastía de los Habsburgo? ¿Por qué no explican que la política proteccionista
de los gobiernos españoles a la industria catalana durante los siglos XIX y XX,
hasta el Plan de Estabilización de 1959, fue en beneficio de las empresas de
Catalunya y, probablemente, en perjuicio de los consumidores del resto de España?
En todo ello deben mojarse los historiadores.
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