Los números no cuadran en
Escocia
LOS principales agentes
económicos del Reino Unido hace tiempo que realizan cálculos sobre los efectos
catastróficos que tendría una eventual independencia de Escocia, tanto para los
escoceses como para los propios británicos, que perderían peso específico en el
mundo.
La separación no es buen
negocio para nadie, ni a corto ni a medio ni a largo plazo, como confirman
insistentemente todos los datos.
El espejismo de una Escocia
viviendo de las rentas del petróleo del mar del Norte ya no se sostiene, ni
tampoco la idea de que las empresas como British Petroleum pagarían las
instalaciones eólicas para que los escoceses disfrutasen de energía gratis.
Gran Bretaña sería un país más pequeño, cierto, pero Escocia sería un reducto
escuálido, fuera de la Unión Europea, aislado y abocado a depender de su propia
credibilidad para su estabilidad financiera, aún no se sabe en qué moneda.
De aquí hasta la celebración
del referéndum del mes de septiembre, la campaña de los independentistas
escoceses no cesará de insistir en los factores emocionales y las medias
verdades de su argumentario.
Ambas son muy difíciles de
rebatir; las cuestiones sentimentales porque no obedecen a la razón y las
medias verdades porque envuelven las mentiras en una apariencia engañosa. Nada
mejor que los datos reales y las cuentas de las empresas que temen las
eventuales consecuencias de una fragmentación del mercado y de la moneda, y la
aparición de reguladores dirigidos por criterios nacionalistas.
Invocando los factores
esenciales entre la población y los lazos centenarios para pedir a los
escoceses que rechacen la independencia, el Gobierno británico cumple con su
obligación. Las empresas también han empezado a votar a su manera, en defensa
de sus propios intereses y de los de la economía británica. ABC.
VARAPALO DEL VATICANO AL
PADRE SOLER
La Nunciatura del Vaticano
en España ha dejado las cosas claras para conocimiento de Oriol Junqueras y su
polichinela Arturo Mas. La Santa Sede no reconocerá un Estado catalán escindido
de España a través de una fórmula contraria a la Constitución.
El Vaticano ha replicado así
a las declaraciones del padre Soler, que se ha permitido deslizar una posición
de la que la Santa Sede se encuentra por completo alejada. Las piruetas secesionistas
quedan para los aventureros. La Santa Sede se ha mostrado siempre especialmente
respetuosa con las Constituciones de las naciones democráticas y solo alza su
voz cuando se atropellan los derechos humanos o se ofende la estabilidad de la
Iglesia.
Excelente lección vaticana
para Oriol Junqueras y su guiñol Arturo Mas. El Gobierno español debería tomar
nota de la actitud del Vaticano y potenciarla al menos en los medios de
comunicación públicos. Los catalanes deben conocer la verdad frente a la propaganda
machacadamente repetida por Oriol Junqueras, su títere Arturo Mas y el entorno
de ambos.
Desde hace muchos siglos la
relación entre la Santa Sede y la España unida han estado presididas por el
buen sentido en contra de las aventuras de algunos y las incongruencias de
otros.
Luis María ANSON de la Real
Academia Española
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