EL TRILERO PUIGDEMONT TRAMPEA PARA IR A LA CÁRCEL

Martes 24 de octubre de 2017, 11:17h

Luis María ANSON

La CUP presiona a Carlos Puigdemont para que proclame de forma inequívoca la independencia de Cataluña. El presidente de la Generalidad, que es un mequetrefe político, trampea para evitar la cárcel. Sabe que la proclamación de independencia es un delito de rebelión sancionado con largos años entre barrotes. A varios de sus colaboradores les tiemblan las piernas y se teme que se escaquearán para evitar la firma.

Si Carlos Puigdemont no hace lo que la CUP exige, perderá la mayoría parlamentaria y tal vez su poltrona en el palacio de la Generalidad. Pero la alternativa que tiene no es mucho mejor: convocar elecciones. Los catalanes le podrían desarzonar de su cabalgadura porque le resultaría muy difícil hacer trampas como de forma escandalosa ha hecho con el referéndum.

Total: que Carlos Puigdemont, Oriol Junqueras, el pobre Arturo Mas, el presunto traidor José Luis Trapero y la taimada Carmen Forcadell están entre la espada de Rajoy y la pared de la CUP. No tienen salida. Si cometen delito flagrante de rebelión, serán encarcelados y puestos a disposición de los jueces. Si convocan elecciones, el PdeCat quedaría diluido. Si permanecen en su lugar inmóviles, Rajoy, a través del artículo 155 de la Constitución, destituirá a Carlos Puigdemont, a Oriol Junqueras y a todo el Govern.

Trampea el trilero Puigdemont todo lo que puede pero está ya a la intemperie. No tiene salidas. Tal vez la menos onerosa para él sea la convocatoria de elecciones. Claro que siempre le queda el recurso de inmolarse como un mártir del independentismo. Lo que pasa es que carece de vocación de héroe. Sin embargo, la Historia le puede conducir al sacrificio inevitable.

Luis María ANSON