Ni la familia ni los amigos confían en él. A estas alturas del «procés», Carles Puigdemont se enfrenta no sólo a una gravísima crisis «de país», como gusta decir; también afronta una ruptura familiar de calado. La empresa Invacare, proveedora de material ortopédico y que en España dirige Ester Puigdemont, prima del presidente de la Generalitat, ha decidido trasladar su sede social fuera de Cataluña «debido a la situación política». Nada nuevo. Invacare se suma así a las más de 1.300 empresas que han abandonado Cataluña desde el 2 de octubre –un día después de la consulta ilegal– hasta el viernes 20 de octubre. Y esto no es «propaganda españolista», son datos del Colegio de Registradores. Así las cosas, mientras Caixabank celebró ayer su primer consejo en Valencia –sede a la que ha trasladado su domicilio social desde Barcelona–, y el Grupo Celsa anuncia que se irá de Cataluña si los planes de Puigdemont siguen adelante, la inquietud crece en su propia familia. La compañía, que hasta ahora tenía su domicilio social en Celrà (Gerona), «siempre ha buscado el mejor entorno posible para el desarrollo del negocio». De ahí su huida.
Su primo no le convence.N
No hay comentarios:
Publicar un comentario