Los referendos de Lombardía y Véneto no tienen nada que ver con Cataluña
Ahora se abrirá una negociación para obtener mayor autonomía, que después deberá aprobar el Parlamento, pero el Gobierno italiano ya ha advertido de que «los impuestos no es materia negociable»
Corresponsal en RomaActualizado:
El 57% de los ciudadanos de la región del Véneto y el 38,5% de Lombardíaquieren la autonomía. Los votos afirmativos en sus referendos consultivos del domingo han sido casi unánimes: el 98% en Véneto y el 96% en Lombardía votaron «sí». La convocatoria de estas consultas había pasado casi desapercibida en Italia y solo en los últimos días han despertado mayor interés, a causa de la situación en Cataluña. Pero la vía catalana hacia la independencia, que hace años suscitaba atención en la Liga Norte fundada por Umberto Bossi, no constituye ya un peligro ni en Lombardía ni en Véneto. Matteo Salvini, secretario general de la Liga Norte, el partido triunfador en estos referendos, tiene un proyecto que abarca a todo el país y en todo piensa menos en el independentismo. Son enormes, por tanto, las diferencias con Cataluña, como se puede ver analizando lo que sucederá ahora en Italia, tras celebrarse estas consultas en Lombardía y Véneto.
¿Seguirán la senda de los secesionistas catalanes?
Nada tienen que ver. En Véneto hay un sentimiento autonomista desde hace tiempo y en Lombardía se manifiesta mucho menos. Pero no hay un espíritu separatista que tenga una dimensión significativa en la sociedad véneta o lombarda. Lo que sí refleja el referéndum es que hay una cierta fractura entre el sur pobre del país y el norte rico, cuyas regiones desean más autonomía para gestionar sus recursos. Esa fractura se puede agrandar porque el verdadero objetivo de los promotores de estos referendos es financiero: quedarse con un porcentaje mayor de los impuestos que pagan sus ciudadanos. Para afrontar este problema y evitar tensiones, Salvini se ha apresurado a manifestar este lunes mismo que su proyecto político abarca a todo el país, subrayando que también las regiones del sur deben pedir más autonomía. En todo piensa hoy Salvini menos en el independentismo.
¿Qué sucede ahora tras el resultado?
De forma inmediata no cambia nada, aunque los presidentes de las regiones de Lombardía y Véneto, ambos de la Liga Norte, han hecho declaraciones grandilocuentes e hiperbólicas. Así el presidente del Véneto, Luca Zaia, ex ministro de Agricultura, ha hecho esta comparación: «Este resultado es como la caída del muro de Berlín; es el big Bang de las reformas». Lo que sí es cierto es que el resultado supone un apoyo político fuerte para Zaia, que ahora pretenderá ser un líder con mayor protagonismo en el centro-derecha, con aspiraciones incluso de ser primer ministro.
Ahora se abrirá una negociación con el Gobierno italiano para obtener mayor autonomía, lo que se traducirá en un proyecto de ley que deberá ser después aprobado por la Cámara de Diputados y el Senado.
¿Pagarán menos impuestos los ciudadanos?
En absoluto. En todo caso, esas regiones podrán recibir más recursos, en función de las mayores competencias que asuman tras las transferencias que apruebe el Parlamento de Roma. El presidente del Véneto ha declarado este lunes que pretende gestionar el 90 por ciento de los impuestos que pagan sus ciudadanos. Concretamente, la aspiración de Zaia y del presidente de Lombardía, Roberto Maroni, ex ministro del Interior, es quedarse con unos 54.000 millones de euros, es decir, la diferencia que existe a su favor entre lo que pagan sus ciudadanos al Estado y lo que perciben a través de las administraciones locales. Le ha respondido con una sonrisa irónica el subsecretario de Asuntos Regionales, Gianclaudio Bressa, que será el encargado del Gobierno para negociar con los presidentes de Véneto y Lombardía. «Hay que ser claros sobre este tema. Los dineros están directamente relacionados con el tipo de función o competencia que te viene reconocida por el Parlamento», ha dicho Bressa. Expresando también un sentir del Gobierno y de muchos diputados del Parlamento, sobre todo los del sur, el ministro de Agricultura y vicesecretario general del Partido Democrático, Maurizio Martina, ha manifestado: «Discutiremos y se negociarán competencias, pero el dinero de los impuestos no es materia de negociación».
¿Pueden lograr un estatuto de autonomía?
En Italia hay cinco regiones con estatuto especial, aprobado en la Constitución: Sicilia, Cerdeña, Valle de Aosta, Friuli-Venezia Giulia y Trentino-Alto Adige. Pero sus competencias distan mucho, son muy inferiores, de las que tiene asumidas Cataluña. Por ejemplo, es materia de competencia exclusiva del Estado, según el artículo 117, «las normas generales de la educación». Este es precisamente un tema clave que ha utilizado la Generalitat catalana, adoptando durante cuarenta años un sistema educativo basado en la identidad cultural y en las diferencias con el vecino, lo que ha creado la fractura entre Cataluña y España.
El sueño de Lombardía y Véneto sería el de adquirir el mismo estatuto especial de las citadas cinco regiones italianas, pero no se lo permite la Constitución.
¿Qué competencias pueden negociar?
Estas regiones pueden obtener mayores competencias, compartidas con el Estado, en 20 materias que establece el citado artículo 17 de la Constitución, pero el Estado se reserva «determinar los principios fundamentales»: «Comercio con el exterior; tutela y seguridad en el trabajo; educación, salvo la autonomía de las instituciones escolásticas y con exclusión de la educación y de la formación profesional; profesiones; investigación científica y tecnológica y apoyo a la innovación para los sectores productivos; tutela de la salud; alimentación; ordenamiento deportivo; protección civil; gobierno del territorio; puertos y aeropuertos civiles; grandes redes de transporte y de navegación; coordinación de la finanza pública y del sistema tributario; poner en valor bienes culturales y ambientales, así como la promoción y organización de actividades culturales». El mismo artículo acaba concluyendo que en las citadas «materias de legislación concurrente (que también son de competencia del Estado) las regiones pueden legislar, salvo por lo que se refiere a la determinación de los principios fundamentales, reservada a la legislación del Estado».
¿Era necesario promover un referéndum?
No. La prueba está en que el presidente de Emilia Romagna firmó la semana pasada un acuerdo con el primer ministro para abrir una negociación, que se iniciará en breve, sobre materias en las que reivindica mayores poderes.
Por eso, los analistas han visto en esta consulta motivos electorales de la Liga Norte y sus presidentes regionales, Luca Zaia, del Véneto, y el de Lombardía, Roberto Maroni, quien se presenta a la reelección en elecciones locales en la primavera próxima. El secretario general de la Liga Norte, Matteo Salvini, confía también en ver reforzada la posición del partido para las elecciones generales en esa misma fecha: «El referéndum no es inútil para la Liga Norte, sí lo es para el resto», afirma el profesor de Ciencias Políticas, Roberto D’ Alimonte. Obviamente, Italia tiene un grave problema por sus tradicional diferencia regional, entre el norte rico y el sur pobre, cuya renta per cápita es la mitad, por término medio, que en las regiones ricas del norte. «La verdadera solución a la relación entre Estado y regiones -añade el profesor D’Alimonte, de la Universidad Luiss- hay que encontrarla en una reforma constitucionalde la que nadie en este momento tiene ganas de hablar».
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