Diego Barceló Larran
La izquierda culpa del déficit de las pensiones a la gestión
del PP, pero este relato no se sostiene.
Los socialistas de todos los partidos explican la situación
del sistema de pensiones con el siguiente relato. En la época de ZP, los
salarios eran altos. Por eso se recaudaba mucho por cotizaciones sociales y el
sistema tenía un superávit que se acumuló en la "hucha" de las
pensiones (Fondo de Reserva de la Seguridad Social, FRSS). Pero luego vino
Rajoy, que es facha e insensible, e hizo una reforma laboral para facilitar el
despido y bajar los salarios. Por eso hay menos empleos y salarios muy bajos, y
eso explica que la recaudación de cotizaciones sociales no alcance para pagar
las pensiones. Como la maldad de Rajoy no tiene límites, se gastó casi todo lo
que había en la "hucha".
Puede que ese relato tenga sentido para algún desprevenido.
El problema es que es esencialmente falso. Durante las dos legislaturas de ZP,
el salario promedio aumentó 24,3% (de 1.313 euros/mes a 1.633). Pero en ese
mismo período la inflación fue 24,2%. Por lo tanto, es falso que ZP fuera el
campeón de los altos salarios: su poder de compra no varió.
Es cierto que la Seguridad Social tenía superávit. ¿Por qué?
No fue porque los salarios eran altos, sino porque se crearon muchos puestos de
trabajo artificialesfinanciados por el aumento del gasto público y una
explosión de crédito bancario (a su vez financiado con endeudamiento exterior).
Eran empleos artificiales porque la productividad caía (cada nuevo ocupado
producía, en promedio, menos que los que ya estaban trabajando). En 2007 la
productividad media era un 4,8% menor a la de 1997. ¿Cómo pudo la economía
soportar los mayores costes que suponía la menor productividad? Aumentando los
precios (por eso la inflación era alta) y su deuda.
La crisis corrigió de manera brutal los desequilibrios
acumulados. Todos esos empleos artificiales fueron eliminados. Ese fue el mayor
engaño de ZP: hizo creer a la gente que tenía un empleo, cuando lo que tenía
era un ingreso insostenible financiado con deuda.
No fue la reforma laboral la que destruyó empleo. En los
cuatro años anteriores a su aprobación, la Seguridad Social perdió 2,4 millones
de cotizantes. Desde que se aprobó la reforma laboral, ganó 1,6 millones.
Además, los nuevos empleos son genuinos: en 2017, la productividad media fue un
12% mayor a la de 2007.
La reforma laboral no provocó una caída masiva de salarios.
Desde su aprobación, el poder de compra del salario medio apenas cayó 3,6%. Los
salarios no suben porque el paro sigue siendo elevado y la productividad sigue
siendo baja (desde 1995 hasta 2017, la productividad creció solo 6,5%, pero el
salario medio, corregido por la inflación, lo hizo un 23,3%).
El déficit del sistema de pensiones tiene muchas causas: la
gente vive cada vez más, por lo que cada vez hay más pensionistas (ahora hay
700.000 más que en 2011) y la pensión media no deja de crecer (14% desde 2011).
Además, inciden el todavía elevado desempleo y la aún baja productividad.
Lejos de aprender de los errores del pasado, la
"solución" socialista es simple: forzar una subida de salarios y
aumentar los impuestos. Eso sería la semilla de una nueva crisis. Dentro del
actual sistema, la verdadera solución es hacer muchas más reformas para que la
productividad dé un salto y puedan crecer de manera sostenible tanto el empleo
como los salarios.
A largo plazo, la única forma de blindar el sistema de
pensiones de las tendencias demográficas y los vaivenes del empleo es convertir
el actual sistema de reparto en uno de cuentas nocionales (como ya hacen
Suecia, Italia y Polonia), para que cada uno cobre esencialmente lo que ahorró (más
los intereses capitalizados), sin perjuicio de las fórmulas de solidaridad que
se estimen oportunas.
PD: el Fondo de Reserva fue creado durante el gobierno de
Aznar en el año 2000. Cuando ZP llegó a La Moncloa, el FRSS ya tenía acumulados
más de 12.000 millones de euros. ZP lo elevó hasta unos 66.000 millones (tal
vez lo mejor que hizo). Con lógica, Rajoy utilizó el FRSS para cubrir parte del
déficit del sistema (las alternativas eran subir los impuestos, aumentar más la
deuda pública o bajar las pensiones; si los ahorros no se utilizan en una
situación de emergencia, ¿para qué están?). El FRSS tiene ahora poco más de
8.000 millones de euros.
Diego Barceló Larranes director de Barceló & asociados
(@diebarcelo)
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