MARIANO
CALLEJAMARIANOCALLEJA / MADRID
Día
18/05/2015 - 03.31h
El
expresidente carga contra la formación de Pablo Iglesias con más dureza que los
demás en esta campaña y le recuerda los millones de socialdemócratas que
asesinaron Lenin y Stalin
Así
ataca Aznar a Ciudadanos y Podemos
ISABEL
PERMUY
José
María Aznar, el domingo en el mitin que el PP celebró en Madrid Río
En
sus mítines, José María Aznar reivindica el ADN del Partido Popular, y al mismo
tiempo dirige duros ataques contra la izquierda, Podemos y Ciudadanos, a los
que llama revolucionarios de salón y populistas de la mentira. Al mismo tiempo,
defiende el bipartidismo: «A mí me tendrían que explicar qué clase de idea es
esa de que cuanto más fraccionados se esté, cuanto más divididos, más
democracia hay».
Primer
ataque a Podemos y Ciudadanos: «Me tendrían que explicar también por qué la
inexperiencia es una virtud y una garantía». «Hay quienes piensan que lo nuevo,
solo por el hecho de ser nuevo, ya es bueno, y eso no es verdad. Puede serlo o
puede no serlo. Pero abrazar una novedad simplemente por el hecho de serlo
alejándose del camino de la perseverancia que te ha conducido a los mejores
años de tu éxito y de tu prosperidad, no es buena recomendación», asegura.
Aznar
advierte en sus mítines de los «nubarrones de populismo» que hay sobre Europa y
sobre España, en este caso hacia la izquierda. «El populismo es la mejor receta
para ir directo al retroceso, a la quiebra y al empobrecimiento. No se trata de
que la izquierda venga peinada para un lado o peinada para otro. Se trata de
que no venga. De que no vuelva».
Más
ataques a la izquierda: «Cada vez que ha gobernado ha dejado una herencia de
paro, endeudamiento y de desorden económico» Y luego un dardo contra Andalucía
y Susana Díaz, por su «incapacidad» para ser investida como presidenta de la
Junta: «Si eso es lo mejor que tienen, Dios mío, cómo será lo peor».
A
Ciudadanos lo ataca sin nombrarlo: «La renovación que se necesita no es
prescindir de dos generaciones de españoles, que por lo visto deben ser
imposibles, intratables e inútiles. La renovación no es descubrir la pólvora
todas las mañanas los que se creen muy listos. Ni es que este país tenga que
empezar desde cero cada 30 años». Y apunta de forma más directa: «La renovación
no puede ser un concurso de modelos ni un concurso de ocurrencias».
Contra
Podemos, Aznar se recrea al hablar de los «cuatro revolucionarios de salón
importados desde Venezuela». Esta parrafada de su mitin en Madrid es uno de los
mayores ataques contra la formación de Pablo Iglesias que se ha hecho en esta
campaña:
«Estos
que dicen que quieren para España un proceso constituyente que reconozca el
derecho a la libre autodeterminación. Muy bien. Ustedes quieren un proceso
constituyente para cargarse eso que se llama España. Que dicen ‘nosotros, si estamos,
en la oposición vamos a sacar a la gente a la calle’. Eso es, unos demócratas
de toda la vida. Y que dicen ‘somos socialdemócratas. ¿Y dónde lo hemos
aprendido? En Marx y en Engels’. Y yo digo, y perdón por la expresión,
¡tócate!. En Marx y en Engels. El Capital y El Manifiesto Comunista. Los
herederos de Marx y Engels, entre otros, fueron Lenin y Stalin. Que para que se
enteren algunos que todavía además dicen que son profesores universitarios,
asesinaron por millones a los socialdemócratas que conocían. Para entendernos».
Iglesias entonces cambió de opinión y se mostró dispuesto a debatir con «quien quiera», lo mismo que había dicho desde el principio el líder de Ciudadanos, quien aseguró haber recibido hasta seis propuestas de medios para un debate televisivo
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha aceptado un debate a dos en la
Sexta con el de Ciudadanos, Albert Rivera, según ha anunciado el programa «Al
Rojo Vivo» en su twitter.
«Albert Rivera y Pablo Iglesias aceptan un debate cara a cara», dice el
twitter, después de que Iglesias se haya mostrado hasta ahora reticente a ese
formato.
Hace seis días, Iglesias rechazó esa posibilidad en un entrevista en el
«Chester» de Pepa Bueno alegando que primero tenía un debate pendiente con el
socialista Pedro Sánchez y que prefería hacer las cosas «por orden».
Un día más tarde, Rivera propuso a la Academia de Televisión la
organización de «un debate a cuatro» que pudieran emitir todos los medios de
comunicación, en el que también participaran ellos tres y el presidente del
Gobierno y del PP, Mariano Rajoy.
Mientras que el PP rechazó la oferta con el argumento de Podemos y
Ciudadanos no tienen representación en el Congreso, el PSOE lo hizo con la
excusa de que los protagonistas deben ser los candidatos autonómicos y
municipales.
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