jueves, 19 de noviembre de 2015

Aviso de realidad

Las consecuencias económicas del rumbo secesionista marcado por el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, no se han hecho esperar.
Cataluña está pagando muy cara la amenaza de independencia, según evidencia el repunte del 20 por ciento que ha sufrido su índice de riesgo económico-político en el último año.
El indicador fue presentado ayer por Societat Civil Catalana durante un acto celebrado en Madrid en el que su vocal, Ferran Brunet, hizo hincapié en que «a medida que el nivel de incertidumbre aumenta, el número de inversiones baja». «La economía catalana no está funcionando como históricamente pensábamos que estaba funcionando.
Un ejemplo es la calificación del bono basura, recientemente. La Generalitat resuelve todos los problemas con eslóganes: España nos roba, queremos desenchufarnos de Estado... pero ¿quién gobierna?», se preguntaba retóricamente el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares Juan Ramón Cuadrado-Roura, uno de los autores del índice. «A mayor confrontación, mayor riesgo, y mayor incertidumbre económica y política en Cataluña», resumió Brunet.
Así, una ruptura con España sería el peor escenario posible para la economía catalana que vería como la inversión extranjera abandona prácticamente esta comunidad, sostienen desde Societat.

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