Los
líderes cambian el mitin por el plató en busca de audiencias masivas
ELSA
GARCÍA DE BLAS Madrid 12 DIC 2015 - 11:41 CET
España
tiene su propio Ohio. De la misma forma que en las presidenciales de Estados
Unidos, donde quien gana el estado de Ohio ha ganado históricamente la Casa
Blanca, en España el partido vencedor en las provincias de Teruel, Zaragoza y
Huesca en las elecciones generales ha coincidido durante toda la democracia con
el que ha llegado a La Moncloa: Aragón es nuestro Ohio. La tesis la han
desarrollado un grupo de once politólogos y sociólogos españoles, y tiene su
explicación. Aragón reproduce una España en pequeñito, por su sistema de
partidos y su composición territorial, así como por unas condiciones
sociodemográficas similares a las de la media española. Según el Ohio español
—y el CIS preelectoral— el PP ganará las elecciones el próximo día 20. Si
llegará a La Moncloa ya depende de otros elementos (fundamentalmente, de los
pactos).
Aragón
ha funcionado como un oráculo, como un predictor de lo que va a pasar el día de
las elecciones, desde 1977. En los primeros comicios democráticos ganó la UCD
en las tres provincias aragonesas y Adolfo Suárez revalidó la presidencia del
Gobierno, como ocurrió también en 1979. Desde 1982 a 1993 fue el PSOE el que se
impuso en Aragón, y quien ocupó La Moncloa (Felipe González); como desde 1996
al 2000 fue el PP, y gobernó José María Aznar, de 2004 a 2008 el PSOE y José
Luis Rodríguez Zapatero y en 2011, las últimas generales, el PP, con Mariano
Rajoy en el Gobierno. La regla no ha fallado nunca hasta la fecha, según la
investigación de los politólogos del colectivo Piedras de Papel, que han
publicado en un libro su tesis, Aragón es nuestro Ohio. Así votan los españoles
(Malpaso ediciones), en el que desgranan además las tendencias de voto de los
ciudadanos desde la Transición.
¿A
qué se debe que Aragón haya operado hasta ahora como un excelente termómetro
político? “Al observar su sistema de partidos y la configuración del sistema
electoral en sus tres provincias, advertimos que Aragón es un reflejo de lo que
pasa en el conjunto de España. Las Cortes aragonesas replican la pluralidad tanto
en el plano ideológico como en el territorial del resto del país”, escriben en
el libro.
El
sistema de partidos es uno de los ejemplos de ese microcosmos que es Aragón.
“Además de los partidos tradiciones de ámbito estatal (PP, PSOE, Izquierda
Unida, Podemos y Ciudadanos desde 2015), cuenta con dos partidos que hacen del
tema territorial su bandera: un partido regional de centro derecha, el Partido
Aragonés, y uno nacionalista de izquierdas, la Chunta Aragonesista”, explica
Lluis Orriols, doctor en Ciencia Política en la Universidad de Oxford y uno de
los coautores del libro. “Ocurre que esos partidos nacionalistas, además, no
son ni tan fuertes como en Cataluña, Canarias o País Vasco, ni tan débiles como
lo son en Murcia, Extremadura o Madrid”, indica. Un perfecto término medio.
La
composición territorial y de sus circunscripciones es la otra clave. “Sus tres
circunscripciones combinan una grande, donde terceros partidos podrían entrar
en el reparto de escaños, y dos circunscripciones pequeñas, donde, hasta ahora,
solo podían ganar representación PSOE y PP”, señala el politólogo. Aragón
reparte 13 escaños, 7 por Zaragoza, tres por Huesca y tres por Teruel.
Los
datos sociodemográficos de la comunidad son, además, similares a los de la
media de España. La edad, por ejemplo, que de los zaragozanos es de media 43,9
años y en los españoles 42,1. En la fría Zaragoza se dice mucho que por todas
esas condiciones la ciudad es banco de pruebas de todo tipo de productos, y que
es una urbe “piloto”. Aunque ninguno de los zaragozanos consultados por este
periódico habían formado parte de esos experimentos, todos habían oído hablar
de ellos. Dos consultoras de consumo tampoco pudieron confirmar ese extremo a
este diario. “No sé si es una leyenda urbana o no, pero lo he escuchado desde
siempre”, señala en Zaragoza un taxista con aire de escepticismo.
Con
estos precedentes, resulta interesante observar qué dicen las encuestas que va
a ocurrir en Aragón, si es que va a predecir el resultado del día 20. Tomando
los datos para Aragón del CIS preelectoral, el PP ganará las elecciones. Los
populares sacarían seis escaños en la comunidad, el PSOE cuatro; Ciudadanos dos
y Podemos uno. El instituto demoscópico no da, sin embargo, porcentaje de voto.
El
líder de Podemos en Aragón, Pablo Echenique, originario de Rosario pero “más
maño que argentino” tiene una teoría alternativa a la del CIS y basada,
también, en la constatación de Aragón como el Ohio español. “Para Podemos,
Aragón es un territorio especial. Aquí es donde obtuvimos el mejor resultado en
las autonómicas, y nos quedamos a un 0,38% de porcentaje de voto de superar al
PSOE y haber logrado yo mismo la presidencia de la comunidad”, relata.
El
dirigente de Podemos subraya que el CIS también decía antes de las autonómicas
que Podemos iba a sacar 9 diputados en Aragón y sacó 14, y que Ciudadanos
obtendría 9 escaños y sacó 5. “Las encuestas se han equivocado mucho en Aragón.
Yo, como físico, lo explico con esta metáfora: un estudiante de segundo de
física puede explicar de forma relativamente sencilla la composición del agua
con la ley de la termodinámica del siglo XIX. De la misma forma, puede explicar
fácilmente la composición del vapor del agua. Pero explicar la ebullición, el
paso del estado líquido al gaseoso, requiere herramientas más sofisticadas. Es
lo que les sucede a los sociólogos, por mucho que le pongan empeño el momento
político es de ebullición”. Con esos mimbres, Echenique aventura: “Si la ley de
Ohio no falla, Pablo Iglesias va a ser el próximo presidente del Gobierno”.Primeros
decretos del nuevo Gobierno
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