EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA DE CATALUÑA
Felipe
González ve la ley del referéndum independentista catalán un “bodrio” propio de
Nicolás Maduro
Los
expresidentes reflexionan sobre la opción de aplicar el artículo 155 de la
Constitución
Madrid 5
JUL 2017 - 15:54 CEST
Felipe González, José María Aznar y José Luis
Rodríguez Zapatero. ZIPI EFE
Felipe González, José María
Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero han alertado este miércoles contra el
autoritarismo del proyecto independentista de Cataluña y la vulneración de la
legalidad que suponen la ley de ruptura, adelantada por EL PAÍS, y la del
referéndum. "Se está haciendo una propuesta como la de [Nicolás] Maduro:
si no se gana por los votos, ganar por las botas", ha advertido González
en el foro 40 años de democracia, organizado por Vocento, en el que
ha calificado de "bodrio" la ley del referéndum y ha planteado la
posibilidad de que el Gobierno aplique el artículo 55 de la Constitución (que
permite al Estado intervenir para obligar a las autoridades de una Comunidad
Autónoma a cumplir las leyes). "No se puede aceptar que las leyes sean
vulneradas sin consecuencia", ha coincidido Aznar. "Creo que
superaremos lo de Cataluña: cabeza fría, convicción y respuesta política con
mayúsculas", ha pedido Zapatero.
- Aznar
reclama “sumar voluntades para articular una alternativa” en Cataluña
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- Zapatero reprocha al PP el “frenazo” a la Ley de
Dependencia
Los tres expresidentes vivos
de la democracia española acumulan tres décadas de experiencia al frente del
país. Durante sus mandatos, afrontaron retos como el de la lucha contra la
banda terrorista ETA, la integración europea, la llegada del euro, el plan
independentista de Ibarretxe y la entrada y salida de la guerra de Irak. Ahora
no dudan en señalar cuál es la mayor amenaza a la que se enfrentan España y el
Ejecutivo que preside Mariano Rajoy: el proyecto secesionista que impulsa Carles Puigdemont
desde la Generalitat de Cataluña.
"Tenemos un problema de
convivencia que se traduce en un problema de territorios. No solo quieren crear
nuevos demos, están fracturando mucho más gravemente su convivencia social
interna", ha reflexionado González. "Es el gran riesgo del
nacionalismo", ha subrayado. "No es que estén fracturando la
convivencia con España, están fracturando la convivencia de Cataluña con
Cataluña, de los catalanes con los catalanes", ha añadido, reprochando las
"pulsiones extrañamente autoritarias" de la Generalitat y su
"desconocimiento de las reglas de juego más elementales". Y ha
subrayado: "Hay una incitación clara a la sedición. Y eso está tipificado
[en el Código Penal]".
Un
problema con tres niveles
González ha indicado que este
"problema" se puede analizar en tres niveles: el de las implicaciones
penales, el de las consecuencias constitucionales, y el de recurrir al artículo
155 de la Constitución. El primero lo ha mencionado porque, a su entender, los
mandatarios catalanes que están a favor de la independencia están cayendo en
una "incitación clara a la sedición". Del segundo ha comentado la potestad
del Tribunal Constitucional. Y sobre el tercero ha dicho: "Lo que el
artículo 155 exige a los responsables de gobierno es que si se vulneran las
normas constitucionales y estatutarias, hay que dar una respuesta para devolver
la realidad al ámbito constitucional". Es un artículo "ambiguo",
ha reconocido el expresidente, que ha puntualizado que
"afortunadamente" es así, ya que se "puede graduar". Y ha
advertido: "Asumir la responsabilidad política de cumplir y hacer cumplir
la Constitución es bastante fuerte, duro. Siempre es relativamente más fácil
ampararse en otras actuaciones. De aquí al 1 de octubre veremos qué
ocurre".
Aznar, que el viernes pasado ya se mostró favorable a la
aplicación del artículo 155, ha dicho coincidir con las tesis de
González "al 97%". "Antes de romperse España, se romperá
Cataluña (...) El independentismo va a acabar demoliendo Cataluña",
ha lamentado. Y ha remarcado: "Cuando uno pega una patada a la mesa, no se
puede actuar como si no lo hubiera hecho".
Finalmente, el expresidente
Zapatero ha criticado que Puigdemont abogue por un referéndum unilateral para
decidir el futuro de Cataluña. "Los referéndums son herramientas completamente
negativas", ha opinado. "Dividen", ha recalcado. "Quien
pierde, quiere la revancha. Y esto no es decidir sobre una ley u otra, sino
sobre la convivencia. Resolver así los problemas de convivencia es un grave
error".
Los tres expresidentes han
coincidido en la necesidad de que el Gobierno busque soluciones políticas al
reto independentista. También han debatido sobre las opciones de que una
reforma de la Constitución tuviera los apoyos necesarios como para mejorar el
encaje de Cataluña en España. González incluso se ha mostrado abierto a que una
subcomisión estudie la cuestión en el Congreso de los diputados. Todas esas
reflexiones, sin embargo, están supeditadas a la tensa cuenta atrás que ha
emprendido el independentismo en su pulso contra el Gobierno: la fecha del
referéndum unilateral de independencia ya ha quedado fijada para el 1 de
octubre.
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