Companys, ministro de Marina de España
El presidente de la Generalitat que declaró la independencia de Cataluña dirigió la Armada española durante tres meses por designación del presidente Azaña. Paradójicamente, tras su golpe institucional, fue confinado en un buque prisión fondeado en el puerto de Barcelona
Personaje tan ambiguo como poliédrico, Lluís Companys, de cuyo fusilamiento en los bajos de Montjuïc acaban de cumplirse 77 años, protagonizó una efímera etapa –la menos conocida de su controvertida carrera política- como ministro de Marina del Gobierno de la II Repúblicaen la que no obstante tuvo ocasión de alternar con personajes como el general Franco y hasta ganarse cierto afecto de los cuadros de mando de la Armada española del momento.
El político catalán permaneció en el cargo solo tres meses, exactos, entre el 12 de junio y el 12 de septiembre de 1933, por designación del presidente Manuel Azaña. La única ocasión en que el que fuera elegido poco después presidente de la Generalitat coincidió con quien mandaría ejecutarlo el 15 de octubre de 1940 se produjo en Baleares, región militar que Azaña había asignado a Franco con la intención de mantenerlo alejado de las conspiraciones que ya comenzaban a fraguarse en Madrid para desembocar pocos años después en la Guerra Civil. Ocurrió el 6 de julio de 1933 en Palma de Mallorca.
En la imagen, ambos, de una estatura similar (escasa), pasean durante una parada militar en el contexto de unas maniobras navales desarrolladas en la isla. Las crónicas de la época coinciden en señalar que el futuro dictador se apresuró a felicitar a su ministro tras concluir este su discurso en el acto protocolario con que se cerró la jornada. La relación de Companys con la milicia fue frecuente. Desde su elección como presidente de la Generalitat, el 1 de enero de 1934, el ilerdense confió la totalidad de la seguridad de Cataluña al jefe de los Mossos d’Esquadra, Frederic Escofet, un comandante formado en la Academia de Caballería de Valladolid cuyo indiscutible talento militar resultó determinante para propiciar, junto al también comandante Enric Pérez Farrás, el fracaso de la intentona del general Goded que pretendía decantar Barcelona para el bando franquista.
Paradójicamente, tras la declaración de independencia del «Estat catalá», el 6 de octubre de 1934, Companys fue detenido y confinado en el buque Uruguay, una prisión flotante propiedad de la Marina cuyos destinos había comandado unos meses atrás.
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