jueves, 11 de febrero de 2010

El franquismo


El Régimen de Franco no hubiera sobrevivido tanto tiempo si no se hubiera ido adaptando a las cambiantes circunstancias de cada momento.
Las ideologías de sus gobernantes y sus bases sociales variaron con los años, lo único que permaneció inmutable fue la permanencia de Franco en el poder hasta su muerte.

Los grupos políticos que apoyaron al nuevo Régimen, a pesar de sus notables diferencias ideológicas, coincidían más por lo que rechazaban que por lo que pretendían: rechazo al laicismo, a la democracia multipartidista, a las autonomías regionales, etc.
Coincidían en unos pocos puntos esenciales:
*.- confesionalidad católica,
*.- un poder nacionalista, fuerte y centralizado (sustentado en los principios de unidad de España, autoridad y jerarquía)
*.- y un orden social rígido fundamentado en la defensa de la familia y la propiedad privada.

Franco era un militar con escasa formación política y por ello no se puede hablar de una ideología franquista, sino de un fuerte espíritu de mando y una gran habilidad para adaptarse en cada momento a las circunstancias con un único objetivo: mantenerse en el poder y ejercerlo sin limitaciones.
Franco nunca tuvo un proyecto político sobre la organización del nuevo Estado, aunque pretendió combatir los sistemas políticos que, según él, producían el triunfo del desorden social y el comunismo ateo.
Los monárquicos (tanto carlistas como partidarios de la restauración del hijo de Alfonso XIII) pretendían el restablecimiento de una monarquía católica y autoritaria.
*.- Los falangistas, fusionados con los tradicionalistas en un partido único, bajo el mando directo de Franco, poco a poco fueron perdiendo sus señas de identidad. Eran partidarios de un Régimen totalitario controlado por un único “partido” (Movimiento nacional).
Tuvieron una gran influencia en los primeros años del Régimen y era el único grupo que tenía una ideología propia; tuvieron en los primeros años una influencia notable en el Régimen por su control de la propaganda (prensa y radio) y de la Organización Sindical.
Tras la derrota de las potencias del Eje, Franco fue distanciándose de los planteamientos falangistas.

*.- Los católicos no pertenecían a ninguna corriente o partido concreto, aunque muchos habían militado en la CEDA durante la República.
Generalmente estuvieron adscritos a alguna de las dos grandes organizaciones católicas que el Régimen no temía reconocer (por su naturaleza religiosa y no propiamente política): la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y el Opus Dei.

La Asociación Católica Nacional de Propagandistas se había fundado en 1909 con el fin de difundir el pensamiento católico y compatir el anticlericalismo.
Su órgano de prensa fue el periódico El Debate, luego sustituido por el Ya.
Muchos de sus miembros provenían de la CEDA.
Ocuparon en el Régimen, principalmente, las carteras de Asuntos Exteriores (imagen de España en el exterior) y Educación.
La presencia de miembros del Opus Dei es significativa desde finales de la década de los 50. Por su alta cualificación profesional ocuparon ministerios sobre todo económicos y técnicos. Se les calificó como tecnócratas por su labor dentro del Régimen, mas orientada a la eficacia técnica que a objetivos propiamente políticos).

E Régimen contó también con el apoyo de amplios sectores sociales identificados con el nuevo Régimen (por su defensa de los valores tradicionales de la sociedad o por su autoridad y restablecimiento del orden público):
*.- pequeños y medianos propietarios;
*.- clases medias de las pequeñas y medianas ciudades y de las capitales de provincia;
*.- oligarquía agraria, industrial y financiera;
*.- pequeños y medianos empresarios;
*.-Ejército
*.- y el Clero.

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