sábado, 26 de diciembre de 2009

Manifiesto de Miguel Primo de Rivera (13 de septiembre de 1923).




MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA TRAS EL GOLPE DE ESTADO (13 de septiembre de 1923)
Al país y al Ejército:
Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan a España con un próximo fin trágico y deshonroso.
La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas, secuestrándola, hasta la voluntad real.
Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo a los que han sido su único —aunque débil— freno, y llevaron a las leyes y costumbres la poca ética sana, el tenue tinte de moral y equidad que aún tienen; pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al turno y al reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión.
Pues bien, ahora vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina.
Basta ya de rebeldías mansas, que, sin poner remedio a nada, dañan tanto y más a la disciplina que está recia y viril a que nos lancemos por España y por el Rey.
Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días nuevos que para la Patria preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey!
No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e im-punes atracos; depreciación de la moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria [...] porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justi-cia influida por la política; descarada propaganda separatista [...].» ABC, 14-IX-1923

Fecha: 14 de septiembre de 1923.
Destinarios: El país y el Ejército: Españoles:
Llegó el momento (para nosotros militares) “más temido que esperado”.
Hubiéramos querido seguir “en la legalidad” (el Golpe no es legal pero sí legítimo).
Por eso se justifica ante la Nación (ciudadanos) y militares (el Golpe iniciado por un sector del Ejército) para:
*.- Razonar lo que se considera una sublevación necesaria y justa.
*.- Conseguir el mayor número de adhesiones posible.
*.- Formular una velada advertencia contra aquéllos que puedan ponerse en contra de la iniciativa (especialmente los militares, que tienen la obligación profesional de salvaguardar el ordenamiento constitucional que ahora se vulnera).
Es una fuete primaria (publicación en un Diario de un Manifiesto remitido por los promotores del Golpe de Estado).

Autor del Golpe: Miguel Primo de Rivera
*.- Marqués de Estella, como militar intervino en Marruecos, Cuba y Filipinas) jerezano nacido en 1870. Estuvo en Marruecos en dos ocasiones, en la primera consiguió la Laureada de San Fernando y el ascenso a capitán.
Ocupo las Capitanías Generales de Valencia y Madrid y desde estos cargos participó en la vida política de los últimos años de la Restauración (fue Senador por ser Grande de España, electo por la provincia de Cádiz y vinculado al partido conservador).
Por su trayectoria, en 1923, era uno de los militares con más posibilidades de encabezar una sublevación militar frente a la situación nacional existente.
Su brillante carrera militar y política contrastó con el simplismo de sus planteamientos ideológicos: consideraba necesaria la regeneración del país por el establecimiento de un régimen militar temporal que permitiese rectificar la caótica situación en la que se encontraba la nación española (agotamiento del sistema político de la Restauración: su sistema del turno entre liberales y conservadores ya no hacían posible la solución a los graves problemas de España).

¿Quién debía dar salida a tal situación? Para él -y para otros muchos- debía ser el Ejército estando desacreditado el poder civil.

Antecedentes:
*.- La Ley de Jurisdicciones (1906) otorgó a los Tribunales militares competencias para juzgar determinados delitos.
*.- La aparición de las Juntas de Defensa (1917) devolvieron influencia política al estamento militar.
*.- Los desastres en la Guerra de Marruecos aconsejaban una respuesta emanada del Ejército. El propio Alfonso XIII venía contemplando con inquietud la situación en la que se estaba debatiendo el país y ésta se presentaba insoluble.

La sublevación no era suficiente, necesitaba de un programa con objetivos claros, y éstos no estaban definidos en Primo de Rivera.
Inicialmente pretendió erradicar el sistema caciquil de los viejos partidos, dar fortaleza y autonomía a los municipios, reordenar el espectro político por la creación de un partido, construir un nuevo sistema constitucional, reactivar la vida económica, restaurar el orden social, garantizar el orden público.
No deseaban forzar la legalidad vigente, pero la necesidad de salvar a la Patria estaba por encima de las normas legales.
En su Manifiesto se disocia la idea de legalidad (basada en la Constitución de 1876) del concepto de legitimidad (es legítimo intervenir para salvar a la patria incluso en contra de la legalidad).
Sólo los militares, y no los políticos que ya habían demostrado su incapacidad, podían solucionar la situación, quedando libre de culpa el propio Rey.
Se hacía preciso moralizar la vida pública (tienen que gobernar aquellos militares o civiles que "representen nuestra moral y doctrina").
No sólo habían actuado mal los políticos. Un sector del propio Ejército (las "rebeldías mansas" de la Juntas de Defensa, sin resolver nada, erosionaban la disciplina esencial en la institución castrense) había contribuido a enrarecer aún más la situación.

El exigir "responsabilidades" suponía una intención de revisar y sancionar las irregularidades de la actuación de ejército español en Marruecos. No se hizo nada en este sentido, se cerró el expediente Picasso en 1924.
Desde esta óptica castrense se explican las referencias de virilidad y reciedumbre de la disciplina de un movimiento exclusivo de hombres con la “masculinidad completamente caracterizada”.

El golpe está justificado: es el pueblo sano el que lo demandaba.
Sin decir cómo se realizaría, se anuncia que serían combatidos los males: el pistolerismo, las intrigas políticas, el problema marroquí, la indisciplina social (huelgas), la “impune propaganda comunista”, el separatismo, la corrupción, la degradada situación económica.
Se reprimió el pistolerismo (represión) y se le dio una salida a la guerra de Marruecos (desembarco de Alhucemas, 1925), el problema del movimiento obrero estuvo latente hasta 1928: se combatió el comunismo y el anarquismo y se intentó una coexistencia política con el socialismo (colaboración de la U.G.T., Largo Caballero nominado para el Consejo de Estado).
El balance político fue más pobre, aunque la situación postdictatorial poco se parecía a la existente en 1923.
Los partidos dinásticos quedaron gravemente desarticulados tras la Dictadura. El Rey fue considerado cómplice de la Dictadura fracasada. Ni la Unión Patriótica, ni la Asamblea Nacional Consultiva cumplieron sus fines. El régimen, poco a poco, fue quedándose solo, desasistido de apoyos y cuestionado (Ejército, sindicatos, universidades, partidos políticos).
En 1929, en medio de la brillantez de las Exposiciones de Sevilla y Barcelona, las disidencias comenzaron a hacerse ostensibles: conjuras y huelgas organizadas contra la Dictadura. Muchos de sus colaboradores se distanciaron de Primo de Rivera: José Calvo Sotelo (ministro de Hacienda) abandonó sus cargos, el Dictador recibió una respuesta negativa cuando consultó al Ejército a comienzos de 1930 sobre si tidavía tenía su respaldo.
Habiéndole retirado su apoyo hasta el propio Rey, Primo de Rivera dimitió, se exilió en París a finales de enero de 1930 y allí murió dos meses más tarde.

El nuevo gobierno del general Berenguer no pudo corregir las alteraciones producidas por la Dictadura: era imposible retornar a la situación de 1923. Los quince meses que mediaron entre la caída de Primo y el 14 de abril de 1931 fueron un camino sin retorno hacia el advenimiento de la Segunda República (l931~1936). El ensayo regeenracionsit6a de la Dictadura de Primo de Rivera no había funcionado.

Antecedentes:
Desde la crisis de 1898 comenzó la crisis del sistema de la Restauración canovista y de la propia institución monárquica. La descomposición política, la sangría de recursos humanos y financieros derivados de la larga guerra de Marruecos, la crisis económica y la consecuente agitación social (tras el impacto del la I Guerra Mundial), la la tensa situación social creada por el incremento del proletariado urbano, las migraciones internas provenientes de las zonas rurales y el menor poder adquisitivo del mundo laboral, entre otros, elementos de esta crisis.

Fuente primaria, y como manifiesto, es un texto de naturaleza política en el que se justfica el Golpe militar.
Destino: Ejército y sociedad española.
Lo suscribe Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, y miembro de una familia de larga tradición militar, también presente en acontecimientos políticos del siglo XIX.
Como Capitán General de Cataluña tuvo que enfrentarse a la agitación nacionalista catalana, al pistolerismo, y las luchas sociales.
Su Golpe de Estado inició una Dictadura que se mantuvo hasta  1930 y en la que se pueden establecer dos etapas sucesivas: Directorio Militar (1923-1925) y  Directorio Civil (1925-1930).
Pretendió aglutinar a todas las fuerzas conservadoras españolas en su proyecto de unidad patriótica según el modelo de las Dictaduras autoritarias europeas de entreguerras.
En 1929 la crisis económica mundial y la desestabilización social, junto con la falta de apoyos en el ejército y en la clase política le forzaron su dimisión (enero de 1930) exiliándose en Francia, donde al poco tiempo murió.
Este Golpe de Estado puso fin a la larga crisis sufrida por el sistema de la Restauración canovista y su impotencia para abordar los problemas del país.
Al menos desde 1917, dicho sistema no acertó a dar solución al problema de Marruecos y la inestabilidad originada por los movimientos obreros y la acción de los nacionalismos periféricos  (especialmente catalán) y la acción de las ascendentes fuerzas políticas ajenas al turnismo de la Restauración: maurismo, republicanos, socialistas, nacionalismos.
El Desastre por el desastre de Annual y el informe Picasso decidieron el pronunciamiento militar  y su aceptación por Alfonso XIII.

Ideas principales
El golpe se justifica por ser necesario y justificado por las razones que pretende y, a la vez, advirtiendo a aquellos que pretendan hacerle frente.
“Profesionales de la política” los políticos del sistema político corrupto de la Restauración.
A partir de 1898 la situación de España sufrió una creciente inestabilidad y decadencia:
*.- Pérdida de las últimas colonias en el 98.
*.- El turno de los partidos dinásticos estaba agotado y resultaba ineficaz frente a las nuevas fuerzas políticas y las fuerzas sindicales que se consolidaban (especialmente UGT y CNT).
*.- El triunfo de la revolución Bolchevique en Rusia generó temor entre las clases burguesas.
*.- Aparición del Partido comunista en España, escindido del Partido Socialista.
*.- Los problemas derivados de la Crisis de 1929,
*.- Agotamiento del sistema de la Restauración y crisis de la monarquía parlamentaria.
*.- Desaparición del protagonismo del ejército en la vida política del país.
*.- La situación del desorden público.

No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades y… por último, seamos justos, un solo tanto a favor del Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses, merced a la inagotable bondad del pueblo español, una débil e incompleta persecución del vicio del juego. […]
En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un Directorio inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos oficiales. […]
Ni somos imperialistas, ni creemos pendiente de un terco empeño en Marruecos el honor del ejército, que con su conducta valerosa a diario lo vindica. Para esto, y cuando aquel ejército haya cumplido las órdenes recibidas […] buscaremos al problema de Marruecos solución pronta, digna y sensata.
El país no quiere oír hablar más de responsabilidades, sino saberlas exigidas pronta y justamente, y esto lo encargamos con limitación de plazo a tribunales de autoridad moral y desapasionados de cuanto ha envenenado hasta ahora la política o la ambición. La responsabilidad colectiva de los partidos políticos la sancionamos con este apartamiento total a que los condenamos aún reconociendo en justicia que algunos de sus hombres dedicaron al noble afán de gobernar sus talentos y sus actividades, pero no supieron o no quisieron nunca purificar y dar dignidad al medio en que han vivido. […]
Miguel Primo de Rivera, Capitán General de la IV Región»
La Vanguardia, Barcelona, 13 de septiembre de 1923.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el manifiesto de primo de rivera me parece super fuerte o sea... jum

Ramon Manuel Gonzalvo Mourelo dijo...

¿Por qué lo considera fuerte?.
Si me lo señala, le comentaré lo que usted me plantee..