sábado, 19 de enero de 2013

Ideales políticos de Juan II de Aragón.

Ideales políticos de Juan II de Aragón.
Fernando heredó la habilidad diplomática de su padre Juan II  de Aragón, y realizó sus ideales políticos.
Juan II era rey de Navarra y gran magnate castellano, situado entre la espada de Luis XI y el muro de la revolución catalana, no vió otro recurso de salvación que apoyarse en el auxilio castellano (norte pragmático que orietnó el matrimonio entre Isabel y Fernando).
Este matrimonio volvió a plantear la orientacion de  la política exterior castellana.
Castilla podía optar por una dirección atlántica o mediterránea;
*.- en la primera encontraba el apoyo de Francia, cuya alianza con Castilla remontaba de un siglo atrás;
*.- la segunda le planteaba la oportunidad de una apertura hacia Borgoña, cuyos mercados eran concurridos por sus vendedores de lanas.
La acción diplomática aragonesa permitirá aislar a Francia, pacificar Cataluña y establecer la plataforma para la unión con Castilla: Juan II de aislado pasó a ser el aislador y Luis XI no supo ya moverse entre tantos adversarios; supo también ejercitar la gracia necesaria para el someti-miento de Cataluña.
No fue la reducción de los catalanes, que había de tardar aún cuatro años, ni la pacífica posesión de Navarra, donde ahora se encontraba con que su yerno el conde de Foix pretendía destro-narlo, sino la realización del matrimonio, tan largamente deseado, de su hijo Fernando con la princesa Isabel, declarada heredera de la corona castellana, constituyó su gran éxito.
La importancia de la obra monárquica del Príncipe Fernando de Aragón radica en que su concreción y alcance iban a ser decisivos para el desarrollo de la posterior historia del conjunto de los pueblos españoles.

"La monarquía del Renacimiento se está gestando en la penínsual -gestándose con signo castellano (...) por el simple empirismo de su demografía en auge, de la libertad de acción quereivindica su realeza y de los recursos que, a pesar de la contracción, continúan proporcionándole los rebaños transhumantes de la Mesta-.
La unión de las dos coronas (...) en una sola cabeza venía precedida por una tradición histórica..." aunque vino forzada por la coyuntura de la presión francesa, el pragmatismo de Juan II y la revuelta catalana.
El matrimonio de Isabel y Fernando no fue cosa fácil. "este proyecto tropezó con considerables dificultades.
Desde mediados de siglo la guerra civil causaba estragos en los reinos penínsulares... (el matrimonio planteó no sólo) la futura suerte de los partidos en lucha, sino también la orientación general de la política castellana. (...) El éxito del matrimonio aragonés venía condicionado por la desesperada situación en la que se encontraba el Rey Juan II" (Vicens).

"El día 19 se celebraba la boda. Había sido preciso, por parte de Isabel, faltar a los acuerdos de Guisando y ponerse una vez más abiertamente en pugna con Enrique IV.
La cuestión de la dispensa papal del parentescos se solucionó expeditivamente.
¿El papa no concedía la bula?.
Se elaboró una bula falsa.
La unión así contraída no era, eclesiásticamente considerada, más que un concubinato incestuoso, y la excomunión consiguiente no tardó en ser fulminada.
La situación económica de los Reyes de Sicilia (este era su título) llegó a ser tan precaria, que hubieron de acabar refugiándose en los dominios del almirante de Castilla y viviendo a costa suya.
Juan II se hallaba todavía sumergido en la lucha contra los catalanes, y no podía apenas ayudarles. Y la reacción producida en la corte de Enrique IV por la noticia del casamiento, a pesar de las cartas de expresión sumisa que los príncipes le dirigieron, había conducido al rey y a los magnates a procurar el rápido matrimonio de la infanta doña Juana y a declararla de nuevo princesa y heredera de los reinos.
Y nuevamente fue jurada por tal por altas figuras de la noble-ma y de la clerecía castellana y por los procuradores de varias ciudades y villas" (Soldevila, F: "Historia de España", vol II).

"La verdadera raíz de los hechos que caracterizan la época de los grandes descubrimientos se halla en un nuevo modo de pensar y de vivir que es típico del final de la Edad Media y ya perceptible en todo el Occidente europeo a finales del siglo XIV: las gentes empiezan a aspirar a una vida menos agobiada, más cómoda y lujosa que la de sus antepasados.
(...) El problema de conservar las carnes (...) determina una demanda insaciable de substancias conservativas: sal (..) pimienta del Oriente o del Africa occidental, (...) canela, nuez moscada (...).
Para adquirir dinero hubo en Andalucía varias posibilidades, y todas fueron empleadas.
Será una organizar la lucha contra los musulmanes como empresas mercantiles dirigidas a adquirir botín (...) Estas empresas no sólo se realizan por tierra, sino también por mar (los nobles andaluces) (...) se interesan repetidamente en viajes oceánicos que eran a la vez, o indistintamente, comerciales y bélicos.
Las pesca costera y luego la pesca de altura, fueron escuela donde se iban forjando los hombres para estas navegaciones (...), los marineros andaluces aprendieron que las rutas del Atlántico podían ofrecer rendimientos más preciados que la pesca: el oro, la pimienta y los esclavos negros que podían obtenerse en las costas africanas (...).
La preparación del descubrimiento y colonización de América nos parece como un proceso largo, lento, contínuo, en el que no sólo se integran los factores típicos y locales de las costas sudoccidentales castellanas ya mencionados, sino también toda la técnica comercial y toda la experiencia coloni-zadora del Occidente europeo."
"Está fuera de duda que el primer viaje de Colón fue  una empresa exclusivamente comercial. Su objetivo básico era hallar una nueva ruta mercantil hacia los países asiáticos productores de especias; sus resultados serían hallar tierras desconocidas (próximas a Asia, según el almirante) y dejar en el fuerte de Navidad un puñado de hombres como avanzada de una posterior factoría comercial".(Céspedes, Historia de España y América, II).

Existía una tradición, no sólo en Aragón, marinera y comerciante en los reinos de la península ligada a la búsqeuda de nuevas rutas para facilitar el comercio con Oriente.
"España se había convertido ya en una potencia naval y colonial cuando Colón vino de Portugal a sometener sus planes a Fernando e Isabel. España poseía determinadas experiencias y tradiciones en descubrimientos y conquistas ultramarinas y había elaborado en la colonización de las islas Canarias ciertos métodos y organizaciones que, a su vez, tenían su origen en la Reconquista" (Konet-zke: El imperio español).

La preparación del descubrimiento y colonización de América constituye un proceso largo, lento y contínuo, en el que no sólo se integraron los factores locales de las costas sudoccidentales castellanas sino también toda una técnica comercial y la experiencia colonizadora del Occidente europeo.
Existía, no sólo en Aragón sino también en los demás Reinos penínsulares, una tradición marinera y comerciante ligada a la búsqueda de nuevas rutas para facilitar el comercio con Oriente.
España se había convertido en una potencia naval y colonial cuando Colón vino de Portugal a sometener sus planes a Fernando e Isabel ya que poseía determinadas experiencias y tradiciones en descubrimientos y conquistas ultramarinas y había elaborado, en la colonización de las islas Canarias, ciertos métodos y formas de organización que tenían su origen en la Reconquista.
El problema de conservar las carnes determinó en Occidente una demanda insaciable de sustancias conservativas: sal, pimienta del Oriente o del Africa occidental, canela, nuez moscada, etc.
Para obtener dinero con el que poder comerciar, en Andalucía, con carácter mercantil, se organizaron sistemáticamente expediciones marítimas y terrestres contra los musulmanes con el fin de adquirir de éstos botín. En la pesca (costera y de altura) los marineros andaluces aprendieron que las rutas del Atlántico podían ofrecer rendimientos más preciados que los de la pesca (el oro, la pimienta y los esclavos negros que podían obtenerse en las costas africanas).
El primer viaje de Colón fue una empresa exclusivamente comercial. Su objetivo básico era el de hallar una nueva ruta mercantil hacia los países asiáticos productores de especias. Su resultado el tropezar con tierras desconocidas (próximas a Asia, según el almirante) y dejar en el fuerte de Navidad un puñado de hombres como avanzada de una posterior factoría comercial.

Fernando realizó los ideales políticos de su padre Juan II de Aragón. Éste era rey de Navarra y gran magnate castellano.
Situado entre Luis XI y la revolución catalana no vió otra salida que apoyarse en el auxilio castellano.
El matrimonio entre Isabel y Fernando volvió a replantear cual había de ser la orientacion de  la política exterior castellana. Castilla podía optar por una posición atlántica o mediterránea. En la primera encontraba el apoyo de Francia (cuya alianza con Castilla tenía ya un siglo), la segunda le daba la oportunidad de abrirse  hacia Borgoña (cuyos mercados eran concurridos por sus vendedores de lanas).
El matrimonio de Isabel y Fernando tropezó con considerables dificultades. La resolución de la guerra civil sucesoria castellana no sólo significó la futura suerte de los partidos en lucha, sino también la posterior orientación general de la política castellana.
La acción diplomática aragonesa consiguió aislar a Francia, pacificar Cataluña e hizo posible su unión con Castilla. Desde una situación desesperada, Juan II de aislado pasó a ser el aislador y Luis XI quedó bloqueado entre tanto adversario.
Éstos hechos fueron decisivos para el desarrollo de la posterior historia del conjunto de los pueblos españoles. Si bien la unión de las dos coronas en una sola cabeza estuvo precedida de una tradición histórica, ésta vino forzada por la guerra civil castellana, la presión francesa, el pragmatismo de Juan II y la revuelta catalana.

"El día 19 se celebraba la boda. Había sido preciso, por parte de Isabel, faltar a los acuerdos de Guisando y ponerse una vez más abiertamente en pugna con Enrique IV. La cuestión de la dispensa papal del parentesco se solucionó expeditívamente. ¿El Papa no concedía la bula?. Se elaboró una bula falsa. La unión así contraída no era, eclesiásticamente considerada, más que un concubinato incestuoso y la excomunión consiguiente no tardó en ser fulminada. La situación económica de los Reyes de Sicilia (este era su título) llegó a ser tan precaria que hubieron de acabar refugiándose en los dominios del almirante de Castilla y viviendo a costa suya. Juan II se hallaba todavía sumergido en la lucha contra los catalanes y no podía apenas ayudarles. La reacción producida en la corte de Enrique IV por la noticia del casamiento, a pesar de las cartas de expresión sumisa que los príncipes le dirigieron, había conducido al rey y a los magnates a procurar el rápido matrimonio de la infanta doña Juana y a declararla de nuevo princesa y heredera de los reinos. Y nuevamente fue jurada por tal por altas figuras de la nobleza y de la clerecía castellana y por los procuradores de varias ciudades y villas" (Soldevila, F: "Historia de España", vol II).


Porque Nos fuimos informados que en estos nuestros reynos había algunos malos cristianos que judaizaban y apostataban de nuestra santa Fe Católica, de lo qual era mucha causa la comunicación de los judíos con los cristianos, en las Cortes que hicimos en la ciudad de Toledo el año pasado de 1480 años mandamos apartar los dichos judios en todas las ciudades y villas y lugares de los nuestros reynos y señoríos en las juderías y lugares apartados, donde viviesen y morasen, esperando que con su apartamiento se remediaría.
(...) habemos procurado, y dado orden como se hiciese inquisición (...) y por ello se han hallado muchos culpables, según es notorio; y según somos informados de los Inquisidores, y de otras muchas personas religiosas, y eclesiásticas y seglares, consta y paresce el gran daño que a los cristianos se ha seguido y sigue  de la participación, conversación y comunicación que han tenido y tienen con los judíos, los quales se prueba, que procuran  siempre, por cuantas vías más pueden, de subvertir y sustraer de nuestra santa Fe Católica a los fieles cristianos y los apartar della, y atraer y pervertir a su dañada creencia y opinión, instruyéndoles en las ceremonias y observancia de su ley , (...) dándoles libros (...) y juntándose con ellos a leer (...) y persuadiéndoles entender, que no hay otra ley ni verdad salvo aquella.
(...) Por ende Nos, con consejo y parescer de algunos prelados y grandes Caballeros de nuestros reynos, y de otras personas de ciencia y consciencia de nuestro Consejo, habiendo habido sobre ello mucha deliberación, acordamos de mandar salir todos los dichos judíos y judías de nuestros reynos, y que jamás tornen ni vuelvan a ellos (...) de cualquier edad que sean (...) con sus hijos e hijas, criados y criadas, y familiares judíos (...) so pena que si no lo hicieren  y cumplieren así, y fueren hallados estar en los dichos nuestros reynos, o vinieren en ellos de qualquier manera , incurran en pena de muerte, y confiscación de todos sus bienes para la nuestra Cámara y Fisco, en las quales penas incurran por ese mismo hecho, sin otro proceso, sentencia ni declaración.
(...) Y mandamos y defendemos, que ninguna ni algunas personas de los dichos nuestros reynos, de cualquier estado, preeminencia y condición que sean, no sean osados de recibir ni receptar, ni acoger ni defender pública ni secretamente judío ni judía, pasado el dicho término de fin de julio en adelante para siempre jamás (...) so pena de perdimiento de todos sus bienes, vasallos y fortalezas, y otros heredameintos (...) y de perder qualesquier maravedís, que de Nos tengan, para la nuestra Cámara y Fisco (...).” (Pragmática de Don Fernando y Doña Isabel en Granada, 3 de marzo de 1492).

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