jueves, 5 de marzo de 2015

Previsiones

L.L.CARO / MADRID
Día 10/02/2015 - 07.22h
Desde el estreno del barómetro electoral en 1996, el sondeo solo ha fallado al apuntar al partido triunfador en unos comicios: los de 2004 que siguieron al 11-M. Ahora vaticina el auge de Podemos
El CIS siempre ha acertado el ganador de las elecciones generales
Desde que el Centro de Estudios Sociológicos (CIS) empezara en 1996 a plantear a los españoles la pregunta «Suponiendo que mañana se celebrasen elecciones generales, es decir, al Parlamento Español, ¿a qué partido votaría Ud.?», su barómetro inmediatamente anterior a unos comicios generales siempre ha acertado al señalar al partido ganador. En 1996 y 2000 anticipó las victorias de José María Aznar; en 2011 la de Mariano Rajoy y, entre medias, en 2008 la renovación del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.
La única excepción fueron las elecciones de 2004 celebrados tres días después del ataque terrorista del 11-M, cuando las urnas arrojaron unos resultados que pusieron por delante al PSOE frente al PP, que en el último sondeo del CIS ocupaba el primer puesto con una ventaja de siete puntos con respecto al rival socialista.
Si se aisla aquella cita electoral, el estudio demoscópico del Estado ha demostrado tener cierta precisión a la hora de dibujar por adelantado el mapa de votos, una virtud que en todo caso pasa a segundo plano tras el estrepitoso fiasco que supuso que en las elecciones europeas de 2014 el CIS siquiera atisbara el crecimiento meteórico de Podemos y los cinco diputados que colocó en Bruselas. Este informe volvía a cobrar la pasada semana especial protagonismo en la medida en que, por primera vez, plantea en los puestos de cabeza a una formación, Podemos, distinta a los dos gigantes del bipartidismo, PP y PSOE.

2011: Previó la nítida victoria del PP
En la cita del 20 de noviembre de 2011 que enfrentó a Mariano Rajoy con Afredo Pérez Rubalcaba, el sondeo que habido sido realizado poco más de un mes antes dibujó la victoria del PP, aunque atribuyó al los dos partidos mejores resultados de los que luego obtuvieron en las urnas. A los populares les adjudicó casi dos puntos más de la cuenta y a los socialistas 1,14, todo ello en demérito de los partidos pequeños, que luego en el recuento fueron los que mejoraron los datos que les había calculado el barómetro.
Reseñable es que el CIS consideró una diferencia entre los dos grandes partidos de 16,7 puntos, que se aproximó mucho a la realidad: quedaron a 15,87 puntos de distancia.

2008: Triunfo del PSOE y voto oculto
En las elecciones anteriores, las de marzo de 2008 que supusieron la reválida de Zapatero frente a Rajoy, la estimación del CIS también previó al triunfador, -en este caso del PSOE-, aunque aquella vez erró al minusvalorar el porcentaje de votos que conseguirían los dos grandes partidos. Floreció voto oculto. Los socialistas cosecharon tres puntos y medio más de los que señaló el sondeo y el PP uno y cuarto. Así, la distancia entre ellos que el barómetro había fijado en 1,5 puntos fue en la práctica mucho mayor, de 3,93. De aquella cita destaca que el sondeo no vio el 5,8 de voto que se emitió en favor de IU (sobre el papel se le había dado un 3,77%) y que las expectativas de 1,19% de sufragios que se atribuían a UpyD se quedaron a la mitad: solo recibió el 0,6%.

2004: El 11-M destrozó los sondeos
Las de 2004 fueron las elecciones del 11-M. Ningún sondeo privado, ni el público del CIS, aguantó la sacudida de los atentados, de modo que sus predicciones quedaron como testimonio de unos posibles resultados que nunca pudieron contrastarse. El Centro de Investigaciones Sociológicas retrataba dos meses antes, en su estudio de enero, una ventaja para el PP de un nuevo candidato, Mariano Rajoy sobre el PSOE, con un Zapatero novato, de siete puntos, basada en una estimación de voto del 42,2% al 35,5%. Los populares terminaron recabando 4,49 puntos de voto menos y los socialistas 7,09% más, dando así al mayor desfase con respecto a una previsión electoral del CIS vista en la serie iniciada en 1996.

2000: Ganó Aznar, pero la brecha era mayor
En las generales de 2000 la demoscopia pública estimó en enero una diferencia de voto entre el PP y el PSOE de cinco puntos, que luego en marzo se duplicó a diez. La brecha final aumentó una vez que los populares encabezados por Aznar recibieron tres puntos de voto más que los estimados por el CIS (del 41,6% previsto lograron un resultado del 44,52%) y los socialistas, entonces con Joaquín Almunia como referente, tuvieron que confromarse con 2,44 puntos menos.

1996: El fin de Felipe González

La primera posibilidad de contraste entre el barómetro y unas elecciones fue, como se ha mencionado, en 1996. Fue el año de la victoria de Aznar contra Felipe González, que después abandonaría la primera línea de la política. En el choque con su adversario el CIS ya le daba por perdedor, 37,3% de los votos frente al 40,6%. La previsión para el candidato socialista se desveló muy precisa, pues obtuvo el 37,63% de los sufragios, mientras que la del Partido Popular no se cumplió, ya que su opción no alcanzó el 39% del apoyo.

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