viernes, 5 de junio de 2015

Rivera usa las dimisiones para impulsar la campaña a las generales

"Para cambiar España hay que ganar las generales", dice el presidente de Ciudadanos
JUAN JOSÉ MATEO / JOSÉ MARCOS Madrid 4 JUN 2015 - 20:22 CEST
La dimisión de tres cargos del PP imputados por corrupción para facilitar acuerdos con Ciudadanos ha sido utilizada este jueves por Albert Rivera para lanzar la carrera de su partido hacia las elecciones generales de fin de año. “Desde la oposición y con la fuerza de vuestros votos conseguiremos cambios importantes. Pero para cambiar España hay que ganar las generales”, advirtió el presidente de Ciudadanos, que pese a las dimisiones de los imputados sigue instalado en el voto negativo a la investidura de Cristina Cifuentes (PP) como presidenta de Madrid.

Ciudadanos exige más renuncias de cargos del PP en Murcia
La dirección de Ciudadanos, según fuentes consultadas por EL PAÍS, exige la dimisión de Joaquín Bascuñana, delegado del Gobierno en Murcia, así como del resto de imputados del PP en la región, como paso previo a tener más reuniones con los representante del partido en la localidad, que necesita su abstención para mantener a Pedro Antonio Sánchez en el Gobierno.
Ciudadanos, según fuentes consultadas por EL PAÍS, exige la dimisión de los imputados Joaquín Bascuñana, delegado del Gobierno en Murcia; Miguel Ángel Cámara, secretario general del PP en la Comunidad; y María Antonia Conesa, alcaldesa de Fuente Álamo, como paso previo a tener más reuniones con el PP de la localidad, que necesita su abstención para mantenerse en el Gobierno.
Por ahora, solo el PP de La Rioja ha firmado el documento de medidas anticorrupción de Ciudadanos. Tanto en esa Comunidad como en la de Castilla y León, uno de los escollos en las negociaciones es el debate sobre la continuidad al frente de la presidencia de los representantes del PP.
“Debería ir pensando en jubilarse”, dijeron desde Ciudadanos, que quiere imponer una limitación de mandatos de ocho años, sobre Pedro Sanz (presidente de La Rioja desde 1995), circunstancia que también teme la formación de Génova en Castilla y León (Juan Vicente Herrera lleva en el puesto desde 2001).
“Algunos dicen que no ha cambiado nada en la política española, a las pruebas me remito. Se ven los primeros frutos de nuestras condiciones”. Rivera valoró así las dimisiones de Lucía Figar y Salvador Victoria, consejeros de la Comunidad de Madrid imputados en la Operación Púnica, que se unieron a la de Juan Carlos Ruiz, consejero murciano que dejó su cargo el martes.
“Están cambiando las cosas, no porque les guste [a PP y PSOE], sino porque si no, no se gobierna”, añadió el líder de la formación emergente, que decidirá entre el 22 y el 28 de junio si el 4 de julio se presenta a las primarias que organizará su partido para optar a la presidencia del Gobierno, a la de la Generalitat catalana o a ambas.
La dirección de Ciudadanos sabe que los pactos que adopte ahora influirán decisivamente en sus resultados en las generales. En Madrid, donde Cifuentes necesita el voto afirmativo de los 17 diputados de Ignacio Aguado, las dos dimisiones de este jueves solo sirvieron para que la dirección autonómica del partido emergente acepte una reunión con el PP local el lunes. Ciudadanos mantiene la firma de un pacto anticorrupción como paso previo para abrir negociaciones.
“El PP ha salvado el primer punto de partido”, señaló Pedro Núñez Morgades, número dos del partido en Madrid, que advirtió de que Cifuentes “tiene una lista complicada” y no descartó nuevas imputaciones en el PP.

“No lanzamos las campanas al vuelo, todavía hay mucho por hacer”, argumentó Fernando de Páramo, secretario de comunicación de Ciudadanos y miembro de su Ejecutiva. “Lo que queremos son hechos, igual que le hemos pedido a Susana Díaz en Andalucía”, añadió sobre la líder del PSOE, con la que Ciudadanos se volverá a reunir la próxima semana. “Es una exigencia tanto al PP como al PSOE. Ciudadanos ha conseguido en días lo que otros no han conseguido en años”.

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