Los
periodistas que acudieron a la presentación de 'En defensa del populismo'
abandonaron el acto ante los ataques del líder de Podemos
Juan
Velarde / Roberto Marbán, 21 de abril de 2016 a las 16:04
Se ha
quitado la careta, si es que alguna vez se la había puesto. Pablo Iglesias dejó
claro este 21 de abril de 2016 que no tiene empacho alguno en señalar a
aquellos medios de comunicación que no le bailan el agua ni le ríen las
gracias.
El líder
de Podemos, quizá por aquello de volver a la Universidad Complutense y revivir
sus tiempos revolucionarios, aprovechó para, en la presentación del libro de
Carlos Fernández Liria, 'En defensa del populismo', saldar cuentas con las
empresas periodísticas y redactores que no escriben al dictado de lo que a él
le gustaría.
El
resultado de su torpe alegato contra los medios de comunicación ha sido que los
periodistas desplazados hasta la institución universitaria tomasen las de
Villadiego y dejasen a Iglesias que le tomase la coleta a otros.
El de
Podemos ya iba deslizando varias perlas en su alocución, a sabiendas de que, al
margen de la prensa, la sala estaba atestada de estudiantes que reían sin freno
alguno ante las acometidas de su líder a los medios de comunicación:
Con los
medios, tenemos una relación freudiana. Entre periodistas y Podemos se ha
generado una cierta relación psicoanalítica para explicar varias cosas.
Más
adelante iba dirigiendo con claridad su ataque:
Les veo
con cara de miedo por primera vez a los periodistas. Estoy intimidado, uno
viene de debatir con Mariano Rajoy (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pedro
Sánchez (PSOE), y esto es un poco mas difícil. No puedo decir que lo otro sea
fácil pero esto es más difícil.
Pero el
esperpento ha llegado cuando ha cogido de 'conejillo de Indias' a un redactor
de El Mundo, Álvaro Carvajal, del que empezó a decir 'lindezas' de esta calaña:
Los
encargados de cubrir habitualmente a Podemos asumen que para prosperar en su
carrera tienen que escribir noticias sobre Podemos no tienen por qué ser
verdad. Tengo que colocar noticias que digan que Podemos lo hace todo fatal.
Y seguía
con su alegato chavista:
Buena
parte de los periodistas que nos siguen están obligados profesionalmente a
hablar mal de Podemos porque así son las reglas del juego. Aunque es verdad que
el hecho de que podemos sea sexy hace que a los periodistas les guste y les
atraiga su objeto de trabajo.
Este
comentario ya fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los periodistas
encargados de cubrir el acto y acabaron dejando a Iglesias con su perolata
populista, hartos de escuchar ataques y burlas a la honorabilidad de la
profesión periodística.
Horas
después de celebrarse el acto en la Complutense, Pablo Iglesias escribía en
Twitter que pedía disculpas por haber ofendido al periodista, pero que lo que
había dicho era nada más que la verdad:
OTROS
DESPRECIOS A LA PRENSA
La
mamarrachada de Pablo Iglesias en la Universidad Complutense no es la primera
que protagoniza cuando tiene como último recurso atacar a la prensa.
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