jueves, 7 de marzo de 2013

Referendum sobre la permanencia de España en la OTAN, 1986



(...) Al final del mes comenzaron las reuniones para explicar a los cuadros del partido las razones para defender el sí en el referéndum de la OTAN.
Se había creado una plataforma cívica para la salida de la OTAN montada con el apoyo del Partido Comunista y presidida por Antonio Gala.
En los medios de comunicación se había desatado una polémica pueril y estéril  sobre el  si Gobierno tendría que disolver las Cortes si perdía el referéndum. Tanto en el partido como en el Gobierno no entendíamos por qué habría que disolver las Cortes. No era más que una estrategia de acoso y derribo del Gobierno, utilizando el referéndum, pues pensaban que era la única ocasión en que tenían de infligir una derrota al Gobierno al darse la extraña conjunción de que parte de la izquierda y de la derecha se hubieran convertido en aliados circunsatanciales. La izquierda por coherencia política; la derecha, por oportunismo.
(…) El día 8 El País publicó una encuesta …
Los datos eran desesperanzadores. Por el momento íbamos a perder el referéndum.
El domingo 16 se produjeron concentraciones eb contra de la OTAN en varias ciudades españolas.
(…) El domingo 23 hubo una manifestación enorme en contra de la OTAN en Madrid
(…) El día 5 de marzo El País publicó el último de sus sondeos sobre la intención de voto en el referéndum. Los datos seguían siendo desesperanzadores; no: entre el 52 y el 56%; sí: entre el 40 y el 46%.
(…) En Madrid se manifestaron cien mil personas contra la OTAN. Pese a todo, yo aún era optimista (…) estaba convencido de que si Felipe salía un par de veces en televisión para explicar al país las razones para seguir en la OTAN, conseguiría dar un vuelco a las previsiones.
(…) Felipe estaba cansado, harto…Pensaba que estaba haciendo algo que era necesario para este país y se sentía incomprendido y en algunos casos traicionado; consideraba mezquino quem hubiera políticos de la oposición que , que por conseguir un triunfo puntual, intentaran echar abajo un proyecto necesario para España. Felipe González  estaba convencido que era imprescindible continuar en la OTAN para consolidar el futuro de España entre los países más avanzados….
El día 12 se celebró el referéndum. Por la noche esperábamos los resultados con los nervios en punta.
A los pocos minutos de cerrar las urnas estábamos seguros de que había ganado el sí. Los resultados finales fueron 52,53% a favor del sí y 39,84, del no; el resto, papeletas en blanco y votos nulos.
(…) Al día siguiente subió la Bolsa espectacularmente; no era un mal indicador.
“Aquellos años”. Julio Feo. (459-472)

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