La 'gran estafa' de Bankia, ¡a los
tribunales!
14/05/2012
Roberto Centeno
La pasada semana un lector me envió una
cita escrita en los años 50 por la escritora y filosofa rusa Alisa Zinivievna
Rosembaum, más conocida por su seudónimo de Ayn Rand, una ferviente
antisocialista y anticomunista que consideraba ambas ideologías formas
abominables de opresión.
Rand emigró a EEUU porque “este era el
único país donde podía sentirme totalmente libre para escribir y opinar”.
La cita parece pensada y dirigida para
España, aquí y ahora.
“Cuando advierta que para producir usted
necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que
el dinero fluye no hacia quienes trafican con bienes, sino con favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por
el soborno y la influencia política y no por el trabajo, y que las leyes no lo
protegen contra ellos, sino que, por el contrario, son ellos quienes están
protegidos contra usted; cuando repare en que la corrupción es recompensada y
la honradez es un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a
equivocarse, que su sociedad está condenada”.
Todos y cada uno de estos hechos se dan
en grado superlativo en la España actual.
*.- El dinero no fluye hacia la economía
productiva,
*.- la corrupción es recompensada,
*.- el enriquecimiento procede de la
influencia política y la ley protege a los corruptos mientras los ciudadanos,
engañados y arruinados, se encuentran indefensos.
No tanto si están dispuestos a actuar,
porque, a pesar de todo, hay una mayoría de jueces honrados, aunque delitos
clamorosos sean sobreseídos o se indulte a los poderosos.
Y, mientras, Rajoy improvisa una chapuza
por semana; la del viernes, 30.000 millones de provisiones para la banca, no da
ni para pipas.
La gente se quedaría horrorizada si
supiera cómo deciden sobre sus vidas:
*.- todo improvisado el jueves,
*.- sin analizar nada,
*.- sin cifras certeras,
*.- sin diferenciar solventes de
insalvables,
*.- cambiando de opinión cada hora,
*.- sin tiempo (“denegado, mañana como
sea”)…
*.- una chapuza de república bananera.
“Spain´s plan fails to convince”, dijo
el FT en su portada.
“¡Basta!”, dijo Lex en su influyente
columna, “los bancos españoles son maestros en el engaño… el país ha
desperdiciado otra ocasión de oro, el gradualismo no va a ninguna parte.
Hasta que no hagan una reforma seria,
los inversores permanecerán fuera”.
La gran banca ha salido en tromba
diciendo que cumplirán sin problemas. ¿Cómo no?, ¡si son ellos quienes han
puesto la cifra!
De Guindos ya no se fía del BdE.
¿Y cuánto dinero público se ha
enterrado?
Para empezar, 15.000 millones, la suma
de tasas y copago en Sanidad y Educación, más la subida del IRPF, solo para
salvar bancos que deberían ser cerrados. Es disparatado, es inmoral.
De cómo han estafado a cientos de
miles de ahorradores
Empecemos por Bankia, “el gran banco de
la nueva banca”, el del “Hágase banquero”, una entidad que con la colaboración
de la CNMV, el BdE y el Gobierno de Zapatero consiguió, como señala FT, “lo que
ningún otro banco europeo hubiera podido, obtener 3.300 millones de euros de
capital en medio de una crisis brutal” y que ha acabado como era perfectamente
previsible: llevando a la ruina a cientos de miles de pequeños ahorradores.
Primero les engañaron con el folleto
de salida a bolsa aprobado por la CNMV, que como el BdE, sabía que varias
de las cajas que se integraban estaban quebradas pero calló.
Los cientos de miles de estafados pueden
y deben organizarse y litigar contra todos ellos.
Y contra un Gobierno que promovió esta y
otras medidas análogas, como Banca Cívica, CAM, CCM, Caixa Cataluña, etc.
Por cierto, ¿a cuánto ascendió el gasto
publicidad y cómo se seleccionó a la agencia que lo hizo?
¡A los tribunales ciudadanos!
Formen sus agrupaciones, contraten
buenos abogados y vayan contra la nueva tiranía, luchen sin tregua contra los
bancos, la CNMV y BdE que les han arruinado.
Ganarán.
La razón y la ley están de su parte
Como explicaba el jueves en este
diario Enrique Utrera, los directores de sucursales aseguraban que “las
acciones tendrían una rentabilidad por dividendo del 7 %, y que el valor de la
acción iba a tener una fuerte revalorización”.
La CNMV permitió además un cambio de las
reglas del juego en el sistema de prorrateo, lo que perjudicó gravemente a los
inversores.
Y hubo mucho más: al engaño se unieron
ciertas prácticas cercanas al chantaje.
El modus operandi, empleado en este
caso no solo para colocar acciones, sino también en la colocación de
preferentes y bonos patrióticos por muchos bancos españoles, es el siguiente:
los jefes de sucursal llamaban a clientes con líneas de crédito para decirles :
*.- “Mire don Fulano, tenemos este
producto fenomenal, acciones en este caso, y tiene usted una línea de crédito
de (por ejemplo) 10 millones.
*.- Si quiere que le mantengamos la
línea debe usted comprarnos un millón de euros en acciones -el 10 % de la línea
de crédito era la cifra habitual- y si no lo hace tendremos que rescindírsela”.
Solo podían aceptar.
*.- Los accionistas han perdido el 45%
de su dinero en 9 meses.
*.- Ninguna institución extranjera
compró porque, como decía FT, “había demasiadas banderas rojas”, que la CNMV,
el BdE y el Gobierno conocían y ocultaron a los ciudadanos.
Y no son solo los accionistas… ¿qué
pasa ahora con decenas de miles de pequeños ahorradores que compraron,
engañados, preferentes porque era el “seguro de sus ahorros” y ahora ni pueden
venderlas porque no hay mercado ni recibirán intereses en años?
Ningún banco pagará este año intereses a
las preferentes.
Y, mientras tanto, los sueldos de los de
los consejos y de los gestores han sido escandalosos: 25 millones en Bankia,
4,5 en BFA, los de Cívica tenían cada uno tres secretarias en Madrid, y otras
tres en Sevilla y Pamplona, varios coches, visas oro y sueldos millonarios.
Menos mal que estaban quebrados.
“La destrucción de valor producida por
Bankia es inmensa”, afirmaba el jueves FT. Y el problema ya no es solo Bankia,
alcanza a todo el sistema, incluidos los más grandes. Por ello, y parafraseando
La Marsellesa, “aux armes citoyens!
Formez vos bataillons! (…) Contre nous de la tiranie!”. Lanzo desde aquí una
llamada muy clara: ¡a los tribunales ciudadanos! Formen sus agrupaciones,
contraten buenos abogados y vayan contra la nueva tiranía, luchen sin tregua
contra los bancos, la CNMV y BdE que les han arruinado. Ganarán. La razón y la ley
están de su parte.
“¿Por qué banqueros, reguladores y
Gobierno mienten?”
Sin embargo, Bankia no es la
excepción. “Su ceguera, su incapacidad para abordar los
problemas y su negación de realidad”, en palabras del WSJ, es regla de conducta
de la banca más prepotente y politizada de Occidente.
Era también la pregunta -el ladillo que
precede a este párrafo- que se hacía FT sobre España.
No se comprende bien como, habiendo
perdido toda credibilidad desde Nueva York a Shanghai, desde Londres a
Frankfurt, banqueros y Gobierno siguen mintiendo y aplazando las medidas
necesarias.
¿Cuál es el fin?
Ya no engañan a nadie, excepto a los
españoles, gracias a su control aplastante de los medios.
Sirve al Gobierno, aunque temporalmente,
porque si ha perdido 4 puntos en los meses de gracia, ¿cuántos perderá en un
año? Pero, ¿qué ganan los bancos con la ruina de España, a la que tan
irresponsablemente han contribuido, con los mercados cerrados y sin
credibilidad alguna?
Esperan un milagro, pero ellos mejor que
nadie saben que no existen en su negocio.
En mayo de 2006, los inspectores del
Banco de España en un documento de cuatro folios advirtieron al gobernador y al
Gobierno de los gigantescos desequilibrios que se estaban produciendo en el
sistema financiero.
También de la necesidad de atajar los
mismos utilizando las atribuciones del BdE como regulador, antes de que se
produjera una catástrofe.
MAFO, Solbes y los grandes banqueros no
solo hicieron caso omiso del aviso, también negaron que hubiera problema
alguno.
Solbes lo resumió así: “Cuanto más se
endeudan las familias más ricas son, porque los pisos nunca pueden bajar de
precio”.
En EEUU Solbes y MAFO habrían ido
directamente a la cárcel.
La banca española es, en estrecha
colaboración con la casta política, la causa de la ruina de España. Si hubieran
hecho caso al SOS de los inspectores, la crisis jamás hubiera llegado a este
punto.
En mayo de 2006, los inspectores del
Banco de España en un documento de cuatro folios advirtieron al gobernador y al
Gobierno de los gigantescos desequilibrios que se estaban produciendo en el
sistema financiero.
También de la necesidad de atajar los
mismos utilizando las atribuciones del BdE como regulador, antes de que se
produjera una catástrofe.
MAFO, Solbes y los grandes banqueros no
solo hicieron caso omiso del aviso, también negaron que hubiera problema
alguno.
Solbes lo resumió así: “Cuanto más se
endeudan las familias más ricas son, porque los pisos nunca pueden bajar de
precio”.
En EEUU Solbes y MAFO habrían ido
directamente a la cárcel.
La banca española es, en estrecha
colaboración con la casta política, la causa de la ruina de España. Si hubieran
hecho caso al SOS de los inspectores, la crisis jamás hubiera llegado a este
punto.
Y dónde estamos hoy realmente.
Bloomberg lo resume así:
*.- el Gobierno ha pedido a los bancos incrementar
sus provisiones en otros 30.000 millones, hasta 130.000,
*.- menos de la mitad de crédito
promotor -¿el 7,5% de los activos del sector es todo el problema?-
¿y qué pasa con los 1,4 billones de
euros de deuda hipotecaria y corporativa?
*.- Para ello, la banca deberá
incrementar nueve veces la cifra pedida, 270.000 millones hasta un total de
370.000 millones en que la media del mercado estima hoy el agujero del sistema
financiero.
“El Gobierno español infravalora
gravemente las pérdidas, va siempre varios escalones por detrás”.
Y concluye con un lapidario “There´s no
way out for Spain”. El sector ya no podrá ser capitalizado sin ayuda externa.
Y lo más importante, ¿a cuánto
ascenderá el expolio de dinero público?
A decenas de miles de millones. Es
inmoral, es “una injusticia bestial”, como denuncia Cáritas, rescatar bancos
con dinero público mientras la pobreza y el paro crecen exponencialmente.
Y, sin embargo, la solución es clara:
salvar solo lo salvable, capitalizar los pasivos, los accionistas y bonistas lo
pierden todo, excepto los pequeños accionistas en un límite prefijado -aparte
de que, como he explicado, pleiteen contra el banco, el BdE y el Gobierno- y
los acreedores se quedan con el banco, es decir, recuperan lo que buenamente
puedan.
Los que no tengan accionistas (CAM,
Caixa Catalunya, etc…) se garantizan los depósitos inferiores a 100.000 euros y
al resto lo que quede.
Los acreedores lo pierden todo por su
insensatez.
Que bancos o inversores insensatos que
han hecho préstamos insensatos pierdan su dinero no provocaría ningún pánico
bancario, como dicen algunos analistas, sucede en todas las crisis, han perdido
el 80% en Irlanda y no pasa nada.
Lo que no puede ser es cargar el coste
de salvar a ineptos, corruptos y acreedores irresponsables a un país
empobrecido en riesgo cierto de hundimiento.
Como diría Ayn Rand, hoy podemos afirmar
con certeza que la sociedad española está condenada.
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