Seis ancianos logran sus ahorros
estafados de preferentes gracias a la Guardia Civil
C. MORCILLO / Madrid
Día 24/05/2013 - 10.31h
Un banco de Cádiz optó por devolverles
su dinero (240.000 euros) cuando los agentes le reclamaron los contratos
La Guardia Civil ha logrado lo que
llevan meses e, incluso, años persiguiendo miles de afectados: un grupo de seis
ancianos gaditanos han conseguido que un banco les devuelva los 240.000 euros
que les habían estafado invirtiendo sus ahorros en participaciones preferentes
sin que ellos lo supieran.
Cuando los agentes reclamaron a la
entidad toda la documentación y los contratos, el banco optó por devolver los
ahorros, reconocer que pudo haber irregularidades en la contratación y evitar
las reclamaciones.
Un éxito que puede marcar el camino en
estas macroestafas.
Los afectados son en su mayoría personas
de avanzada edad y sin conocimientos financieros. Los hechos ocurrieron cuando
se recibió una solicitud de la Fiscalía de Jerez de la Frontera para que se
abrieran diligencias penales por un posible delito de estafa cometido contra
seis vecinos de las localidades de Trebujena y Alcalá del Valle, afectados
todos ellos por la inversión sin su conocimiento de sus ahorros en
participaciones preferentes.
El dinero invertido por estas personas
ascendería a casi 240.000 euros, ahorros de toda una vida. Tras tomar
declaración a los perjudicados, los agentes determinaron que los contratos se
habían efectuado por la misma persona, el director de la sucursal bancaria en
quien confiaban los ancianos (algunos no lo son, pero están sin trabajo por lo
que necesitaban urgentemente su dinero).
Al firmar esos contratos por indicación
del director de la sucursal estaban convencidos de que era una operación
similar a la que habían estado realizando hasta dicho momento con sus ahorros,
es decir imposiciones a plazo fijo a cambio de un interés fijo o variable, pero
siempre con la condición pactada de que en caso de necesidad podrían recuperar
fácilmente su dinero.
De las declaraciones realizadas por
todos los afectados, se constata que en ningún caso se les informó de las
características técnico-jurídico de lo que firmaban, de que no podrían
recuperar el dinero de que a través de estos productos estaban financiando a la
entidad bancaria, pasando a ser inversor-accionista de la misma.
Tras solicitar a los servicios jurídicos
de la entidad bancaria la remisión de la documentación sobre los contratos
suscritos por los afectados para finalizar la instrucción de las diligencias,
los responsables de la misma se pusieron en contacto con los perjudicados para
devolverles el importe total de sus ahorros.
Los afectados comunicaron a la Guardia
Civil que habían recuperado sus ahorros, así como que la entidad les había
entregado un documento en el momento de la devolución, por el que reconocían
que en la contratación de preferentes pudo haber irregularidades, y que con el
objetivo de poner fin a las discrepancias y evitar la probable existencia de
procedimientos de reclamación estaban dispuestos a llegar a un acuerdo con el
cliente.
«Don Antonio me aseguró que mi dinero
estaba a salvo»
Cruz morcillo / madrid
Día 25/05/2013 - 10.10h ABC
Seis ancianos de Cádiz recuperan 233.000
euros de las preferentes gracias a la Guardia Civil; un director de Cajasol les
dijo que era un plazo fijo
efe
«Don Antonio me dijo que en caso de
necesidad podía recuperar mi dinero». Años de confianza. El banco del pueblo y
el director de toda la vida. Esos fueron los motivos por los que cinco pequeños
ahorradores gaditanos, casi todos ancianos, confiaron su dinero al director de
Cajasol (hoy Banca Cívica) de Trebujena. Cuando quisieron recuperarlo estaba
invertido en participaciones preferentes. La confianza se había esfumado.
Denunciaron; la Fiscalía de Jerez abrió diligencias, la Guardia Civil de Cádiz
empezó a investigar en enero y los investigadores han logrado algo inédito: el
banco ha devuelto los 233.475 euros invertidos y les ha entregado un documento
en el que reconoce que pudo haber irregularidades en la contratación. Para
evitar reclamaciones, mejor el acuerdo.
La Guardia Civil ha logrado, de este
modo, lo que llevan meses e, incluso, años persiguiendo miles de afectados por
las preferentes. Un éxito, sin llegar a juicio, que puede marcar el camino en
estas macroestafas. Además de esas cinco denuncias, hay otra del mismo tipo
contra La Caixa de Alcalá del Valle, que ha tenido el mismo resultado.
No pasaron el test de conveniencia
Los afectados son en su mayoría personas
de avanzada edad y sin conocimientos financieros, que confiaron en dos
personas: el director del banco Antonio R.R. y otra empleada Isabel P. P. que
realizó los primeros contratos a una de las perjudicadas. «Muchos de ellos
están afectados por la crisis y en situación de desempleo, por lo que necesitan
sus ahorros para subsistir», señalan los agentes en su atestado. Suscribieron
los contratos porque el director de la entidad les aseguró que era una
operación similar a la que llevaban haciendo toda su vida, es decir,
imposiciones a plazo fijo que podrían recuperar fácilmente. «No se les informó
de las características de seguridad y liquidez de los productos que
suscribieron a través de los cuales estaban financiando a la entidad al pasar a
ser inversores accionistas de la misma».
Los agentes resaltan, además, que el
propio banco califica el producto como «complejo» y, por tanto, la entidad
debía estudiar la conveniencia de colocarlo al ahorrador. En los test de
conveniencia algunos de los perjudicados eran «no convenientes» porque no
reunían el perfil adecuado para la compra del producto, pero eso a Don Antonio
no le importó.
«Consciente de su inadecuación, permite
la suscripción del mismo, seguramente por cuanto el objetivo real perseguido
con la compra de preferentes sea la obtención de capital para su
autofinanciación», subrayan los investigadores. Y concluyen que es difícil
entender como gente mayor y ahorradores tradicionales, preocupados por tener
disponible su dinero, para atender eventualidades como enfermedad, ayudas a sus
hijos o nietos y, en definitiva, disfrutar de sus merecidos ahorros pueden
libre y voluntariamente suscribir un contrato de participaciones preferentes.
La explicación: creían que era un depósito de ahorro de toda la vida, sin
riesgo y que su dinero estaría disponible en caso de necesidad.
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