22
de febrero de 2015. 01:58h
Andrés
Rojo.
Crecen
las dudas sobre la fiabilidad y transparencia del sistema de votaciones
utilizado por Podemos en las recientes primarias autonómicas, celebradas entre
el 9 y el 13 de febrero.
Y
no ayuda a acallar la preocupación de simpatizantes, y opinión pública en
general, el hecho de que, cinco días después de que se dieran a conocer los
resultados, el partido de Pablo Iglesias reconozca en un nota publicada en su
página web que «se han detectado un total de 199 votos fraudulentos» en una
votación que, finalmente, contó con tan sólo 970 sufragios válidos y en la que
la diferencia entre los dos candidatos más votados fue de 73 votos.
Podemos
reconoce este intento de pucherazo en una nota publicada por la Comisión del
Consejo Ciudadano Estatal para Procesos Constituyentes Territoriales en la que
también se afirma que «los números de teléfono introducidos no son móviles
personales y el patrón utilizado para inscribir a esas personas indica que se
trata de un caso de uso indebido del sistema de inscripción de Podemos».
Concretamente, los 199 votos fraudulentos se detectaron en las elecciones para
elegir al representante de los inscritos de Podemos en el extranjero. En las
pasadas primarias autonómicas las bases de Podemos eligieron no sólo a los
«barones» autonómicos del partido, sino también a un cargo que será el
encargado de representar los intereses de los inscritos de Podemos que residen
en el extranjero. Las primarias autonómicas de Podemos certificaron la victoria
masiva de las listas y candidatos apoyados por el líder del Partido, Pablo
Iglesias. Según estipulaba el reglamento de las elecciones, los resultados
fueron hechos públicos el 14 de febrero, pero el candidato ganador de las
elecciones a representante de los inscritos en el extranjero (con derecho a
sentarse en el selecto club del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos) quedó en
suspenso. Hubo que esperar cinco días –hasta el 19 de febrero, víspera de la
esperada rueda de prensa en la que Juan Carlos Monedero iba a dar explicaciones
sobre los 425.000 euros recibidos de Venezuela– para saber que Esperanza
Jubera, candidata apoyada por Pablo Iglesias, había sido la vencedora.
La
cuestión va más allá de si hubo pucherazo o no en las elecciones a
representante de los inscritos de Podemos en el extranjero. Estos 199 votos
presuntamente fraudulentos ponen en tela de juicio las primarias autonómicas de
Podemos al completo, ya que los inscritos del partido residentes en el extranjero
votan dos veces: la primera para elegir a su representante en el Consejo
Ciudadano como residente en el extranjero; la segunda a su representante
autonómico en su lugar de origen en España. Así, un inscrito español residente,
por ejemplo, en París, pero originario de Madrid, votaría dos veces: en las
primarias autonómicas madrileñas y en las del representante de inscritos en el
extranjero. Lógicamente, si se han corregido los resultados de las elecciones a
representante de los inscritos en el extranjero para discriminar estos 199
votos fraudulentos, también deben corregirse para discriminar los segundos
votos de estos electores en sus comunidades autónomas de origen en España. Y
esta corrección podría dar sorpresas ya que, como ocurre con el representante
de los inscritos en el extranjero, en varias comunidades autónomas la
diferencia entre candidatos también fue inferior a 199 votos. Cabe preguntarse
si se investigaron todas las primarias autonómicas o sólo la del representante
de inscritos en el extranjero cuando ésta arrojó un resultado inesperado o
divergente de la línea liderada por Pablo Iglesias. ¿Votaron los 199 inscritos
falsos al mismo candidato? Y si así fue, ¿a qué candidato? ¿Ganó Jubera en el
primer recuento?
Miguel
Bermejo, secretario del Área de Extensión de Podemos, reconoció a LA RAZÓN que
Podemos no puede saber a quién votaron estos 199 inscritos presuntamente falsos
pero confirmó que en el primer recuento Jubera no salió vencedora y que, sólo
después de que se discriminaran, la candidata apoyada por Pablo Iglesias se
hizo con el preciado asiento en el Consejo Ciudadano Estatal. Para Bermejo todo
este asunto «es la prueba de que el sistema funciona» porque «tiene capacidad
de detectar este tipo de cuestiones y que no se alteren los resultados». Según
Bermejo, no hubo denuncia alguna sino que «fue un proceso automático» en el que
«saltaron las alarmas». Preguntado sobre si existía preocupación en el partido
ante un intento de fraude de estas características, el secretario del Área de
Extensión dijo «desconocer» si la Comisión de Garantías está investigando este
asunto.
Hasta
que no exista una auditoria externa y verificable (tanto por las bases de
Podemos como por el público en general) del proceso telemático utilizado en las
primarias de Podemos persistirá la duda sobre si alguien intentó amañar las
elecciones o si, al no salir el candidato (en este caso candidata) esperado, se
procedió a discriminar 199 votos «molestos» y cambiar el resultado final de la
votación.
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