Lorente
Ferrer .
Ciudadanos
ha frenado el ascenso de Podemos y ha dibujado un nuevo mapa político nacional,
autonómico y local, que se caracteriza por la permanencia de dos partidos
fundamentales: PP y PSOE, que representan la mayoría del electorado, seguidos
de otros dos partidos que podrían sumar entre un cuarto y un tercio del
electorado: Ciudadanos y Podemos.
El
actual escenario comenzó a forjarse en la precampaña andaluza, cuando
prácticamente de la nada comenzó a crecer el partido de Albert Rivera, hasta
llegar a convertirse un mes después de las elecciones andaluzas en el tercer
partido político nacional tras haber superado a Podemos.
En
prácticamente dos meses el equilibrio de partidos ha cambiado, la suma PSOE y
Podemos fue hasta el pasado mes de febrero superior a la adición PP y UPyD.
Hoy, el binomio PP+Ciudadanos superaría a un bloque PSOE+Podemos, lo que
permitiría mantener buena parte de las autonomías y ayuntamientos en manos de
los populares si Ciudadanos facilita la investidura del candidato más votado.
No
sólo se ha neutralizado el avance de Podemos, que incluso llegó a amenazar en
el otoño y el invierno pasados la hegemonía del PSOE en la izquierda, sino que
ahora Ciudadanos se erige como el tercer partido más importante de España, equidistante
ideológicamente del PP y del PSOE y llamado a jugar el papel de partido bisagra
en el periodo que se abrirá tras las elecciones municipales, autonómicas y
generales de 2015.
Aunque casi la mitad de sus votantes procede del PP, otro
tanto llega básicamente desde PSOE, UPYD y nuevos electores.
Los votantes de
Ciudadanos se ubican ideológicamente en el centro, a la derecha del electorado
del PSOE y a la izquierda del electorado del PP.
El actual elector de
Ciudadanos hace tiempo que decidió dejar de votar al PP y al PSOE.
Hasta el
nacimiento de Podemos buscó refugio en la abstención y en UPyD e IU, los que
durante 2012-2013 fueron partidos alternativos al PP y PSOE.
Posteriormente,
durante el segundo semestre de 2014, coyunturalmente reforzó electoralmente a
Podemos, hasta que la llegada de 2015 trajo consigo la crisis del partido de
Iglesias y el votante encontró, a partir de febrero y marzo de este año,
acomodo en una alternativa centrada y defensora del orden constitucional como
es el partido de Rivera.
Por lo tanto, el voto actual de Ciudadanos procede de
una larga travesía.
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