PABLO IGLESIAS, LÍDER DE FUTURO

Miércoles 14 de junio de 2017, 13:18h

Luis María ANSON

Está claro que sectores cualificados del Partido Popular, de Ciudadanos, incluso del PSOE, continuarán descalificando a Pablo Iglesias. Le condenarán por sus circos mediáticos, le fustigarán por sus relaciones espurias con Irán o Venezuela.

Discrepo de las posiciones políticas de Pablo Iglesias. Punto por punto, me encuentro en las antípodas de su pensamiento político. Pero no estoy ciego. Ni sordo. He seguido con especial atención el debate de la moción de censura. Mi conclusión ha sido clara: en Pablo Iglesias hay un líder de futuro, lo hay si es capaz de moderar su extremismo, si se instala, desde la máxima exigencia, en una izquierda templada, si se manifiesta de forma inequívoca en favor de la unidad de España. No es el líder del futuro, pero sí un líder de futuro.

Es Pablo Iglesias un político muy inteligente, un profesor universitario culto y razonador, un orador formidable y un excelente dialéctico. Tiene defectos, sin duda. Defectos de fondo, no la anécdota de esa volandera coleta que ni siquiera ayuda a su capacidad de comunicación con los jóvenes de todas las tendencias.

La mayor parte de los políticos, en fin, no son respetables intelectualmente. Pablo Iglesias, sí. Populares, centristas y socialistas se pueden tomar a cachondeo al líder podemita. Se equivocan. En el debate de la moción de censura fue el mejor de cuantos intervinieron. Aguantó, además, largas horas demoledoras sin un aspaviento, sin un ademán de cansancio.

Me he dado cuenta ahora de por qué Pablo Iglesias promovió la moción de censura. Aparte otras cuestiones, quería disponer de tiempo suficiente para demostrar quién es. Lo demostró, aunque la posverdad se encargará de cuartear lo que en el Congreso ocurrió. La objetividad exige, sin embargo, incluso a los que pensamos de forma muy distinta a él, el reconocimiento de su calidad de líder.