Variedad de cuestiones este 25 de junio de 2017 en las tribunas de opinión de la prensa de papel. Seguimos a vueltas con Sánchez y su venganza contra otros socialistas, la metedura de pata del New York Times haciéndose eco de una versión sesgada del separatismo catalán, los crímenes del dictador Nicolás Maduro, en Venezuela o una confesión de hace cinco años, en 2012, sobre la ruinose situación financiera Banco Popular.
El editorial de ABC le lanza un claro recado al jacobino de Pedro Sánchez:
No debe dudar Sanchez de que el mismo PSOE que ahora se pone en sus manos será implacable a la hora de pedirle cuentas si no consigue arrebatar el poder al PP.
Curri Valenzuela deja claro que Sánchez va a ir contra todos los socialistas, de aquí y del resto de Europa, que pusieron en dudas sus capacidades como líder:
La venganza del renacido líder del PSOE con quienes le apartaron de su puesto en octubre incluye a los dirigentes de la socialdemocracia del viejo continente que contribuyeron a su defenestración porque ya entonces no se fiaban de él.
La Razón le saca de dudas al New York Times por comprar la mercancía averiada del separatismo:
El problema del NYT, como el de otros periódicos estadounidenses cuando tratan asuntos extranjeros, es que consideran que las legislaciones y normas constitucionales no tienen el mismo peso que las que rigen en su país. Que lo que no consentirían bajo ningún concepto en Estados Unidos, por ejemplo, una consulta secesionista en California
Ignacio Camacho, en ABC, le mete un buen palo al NYT:
Ea, pues ya le han vendido al New York Times la moto averiada del referéndum pactado. Lo malo no es que se la vendan, sino que el antiguo diario de referencia la ha comprado con esa displicencia arrogante con que cierta intelectualidad norteamericana trata los asuntos de países lejanos.
Fernando Sánchez Dragó, en El Mundo, desvela que en 202 un alto cargo del Gobierno le auguró que el Banco Popular estaba más que quebrado:
En junio de 2012, encontrándome en un burladero de Las Ventas acompañado por un altísimo cargo del Gobierno, me dijo confidencialmente esa persona, cuyo nombre ocultaré, que el Popular estaba en quiebra. Los hechos le han dado razón, pero nadie, ni aquí ni en Bruselas, tomó cartas en el asunto.
El editorial de El Mundo se centra en la situación que vive Venezuela:
Por los vínculos históricos que nos unen al país latinoamericano, nuestro Gobierno debe trabajar con la comunidad internacional para restaurar la democracia en Venezuela.
El País critica la posición de la Organización de Estados Americanos:
Resulta absolutamente desgraciado e inaceptable que un país como Venezuela se esté convirtiendo en un paria internacional. El que la Organización de Estados Americanos (OEA) no haya sacado adelante una condena al régimen de Maduro no debe llevar a engaño.
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