Institucionalización
legal del Régimen: una dictadura constituyente.
Franco nombrado por una Junta Militar
Jefe del Gobierno español (Septiembre 1936).
Decreto
de Unificación: eliminación de las discrepancias ideológicas de los
grupos heterogéneos aglutinados en torno al levantamiento del 18 de julio de 1936 (Abril 1937).
La
Presidencia del Gobierno se vincula a
la Jefatura del Estado con potestad
suprema para dictar normas jurídicas de carácter general (Marzo 1938).
La Junta Política y el Consejo
Nacional del Movimiento (ambos presididos por Franco) aprobaron el fuero del trabajo por el que se estableció un sistema corporativo, se
prohibieron las actividades de los sindicatos de clase y se proscribió la
“lucha de clases”.
Aprobación de la ley de organización sindical (1940).
Franco creó las cortes españolas como un “órgano
superior de participación del pueblo español en las tareas del Estado”, con
carácter meramente consultivo y su composición controlada por el sistema (Julio
1942)
Aprobación del fuero de los españoles (julio 1945), se reconocen formalmente, y de forma
condicional y restringida, una serie de derechos de todos los españoles
ley
del referendum nacional
(Octubre 1945).
Ley
de Sucesión (Junio 1947) por
la que Franco definió a la Monarquía como fórmula política para su sucesión[1][1].
Franco promulga la Ley de principios fundamentales del movimiento (Mayo 1958), mezcla de neofalangismo y monarquía
tradicional, social y representativa apoyada en el centralismo y en la
confesionalidad del Estado
ley
orgánica del estado (1967). Una
pseudoconstitución que pretendió concluir el proceso de institucionalización
del Régimen. Modificando algunas normas jurídicas anteriores, intentó dar
respuesta al desafío de la modernización de España y al de su posible ingreso
en la CEE, adecuando la legislación española a los presupuestos del Concilio
Vaticano II.
El Régimen de Franco concibió una
monarquía del Movimiento Nacional
continuadora de las instituciones surgidas en el franquismo en un proceso
titubeante y lleno de incertidumbres, que significó la conversión del Régimen
de Franco en una dictadura constituyente.
Instauraba la Monarquía, inspirada en
los Principios inalterables del Movimiento Nacional, (no la restauraba), no
significaba una vuelta a la situación previa al 14 de abril de 1931. El 22 de
julio de 1969, Don Juan Carlos prestó juramento ante las Cortes de su cargo de
heredero de la Corona Española. “Todo quedaba atado y bien atado”.
Leyes Fundamentales:
Fuero del Trabajo (1938).
Ley de Cortes (1942).
Fuero de los Españoles (1945).
Ley del Referéndum Nacional (1945).
Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947) .
Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958).
[1] Originó un
serio enfrentamiento
con don Juan de Borbón que acusó a Franco de encubrir con esta Ley una
dictadura personal vitalicia y por la indeterminación de la persona que debía
sucederle.
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