lunes, 20 de abril de 2015

AGUIRRE, CIFUENTES, GALLARDÓN, SAHAGÚN Y ALBERT RIVERA

Luis María Anson publicó en el diario El Mundo un artículo que ha causado especial impacto en la clase política, ante las elecciones autonómicas y municipales. Lo reproducimos a continuación.
“Elecciones autonómicas y municipales, Madrid, año 1987. El Partido Socialista Obrero Español obtiene para la alcaldía de la capital de España, 24 concejales de los 55 posibles; Alianza Popular (luego Partido Popular), 20; Centro Democrático y Social, 8; Izquierda Unida, 3. En las elecciones autonómicas, el PSOE consigue 42 diputados de los 96 posibles; AP (luego PP), 32; CDS, 17; IU, 7.
Adolfo Suárez, que fundó el CDS tras salir de estampida de UCD, se convierte en árbitro de la situación en Madrid, aunque el bipartidismo permanece fuerte. El señor Suárez tiene la posibilidad de dar el poder, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, bien a los socialistas, bien a los populares. Siguiendo su natural querencia, el fundador del CDS entrega a la izquierda socialista la presidencia de la Comunidad y la del Ayuntamiento.
Dos años después, Agustín Rodríguez Sahagún, que era un político sagaz y una reconocida autoridad en el mundo de las Artes, convenció a su jefe de que era posible un do ut des con Alianza Popular (luego Partido Popular): “Tú me das la Alcaldía y yo te concedo la presidencia de la Comunidad”. En 1989, el pacto quedó sellado. José María Álvarez del Manzano, que casi multiplicaba por 3 los concejales del CDS, fue sacrificado por su partido y el exministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, se convirtió en alcalde de Madrid, desbancando a Juan Barranco. En la Comunidad, el turbio chalaneo de un par de diputados impidió que el pacto se consumara. Joaquín Leguina continuó y Alberto Ruiz-Gallardón se quedó a las puertas. Las lenguas ofidias de la época aseguraban que detrás de la maniobra estaba el propio Adolfo Suárez. Difícil contrastar la información. Lo que parecía claro es que el señor Suárez, desde que fue escabechado de UCD, distinguía a AP (luego PP) con “un odio africano”, al decir de un destacado columnista de entonces. Con el tiempo, José María Álvarez del Manzano fue un excelente alcalde, reconocido por todos. Ganó repetidamente las elecciones por mayoría absoluta.
Madrid, año 2015. Según las encuestas más solventes, Ciudadanos jugaría un papel idéntico en Madrid al que correspondió al CDS de Adolfo Suárez en 1987. Albert Rivera podría dar tanto la Alcaldía como la Comunidad al PSOE o al PP. Y si el hábil político así lo decidiera, tendría también la posibilidad de plantear un do ut des con cada uno de los dos grandes partidos.
Aunque las encuestas son solo encuestas y los votos de los que callan, así como la campaña electoral, pueden modificar los datos de que disponemos, Albert Rivera tendría la posibilidad, por ejemplo, de plantear al presidente del Partido Popular: “Elige, yo te doy la Alcaldía o la Comunidad y a cambio tú me otorgas la Comunidad o la Alcaldía”. El PSOE quedaría relegado, el Partido Popular conservaría una parte del poder que ahora tiene y Ciudadanos se encaramaría en el faro madrileño.

El lector de EL MUNDO se formulará de súbito la pregunta del millón y medio: en caso de que las cifras de las encuestas se hicieran realidad el 24 de mayo y que Albert Rivera se decidiera a jugar el do ut des, ¿a quién sacrificaría Mariano Rajoy, a Cristina Cifuentes o a Esperanza Aguirre?”

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