¿Qué quieres
Pablo Iglesias?
Julia Navarro,
18 de febrero de 2016 a las 08:00
Muchos
dirigentes socialistas se quedaron atónitos cuando escucharon a Pablo Iglesias
desgranar su "programa" de gobierno.
Normalmente a
algunos de los líderes de Podemos les sobra unas cuantas dosis de soberbia, van
perdonando la vida al personal y eso termina irritando hasta al más pintado.
La verdad es que
yo no sé si cuando Iglesias se pone arrogante es solo táctica o es que es su
natural, el caso es que los que van de sobrados terminan resultando
antipáticos.
Pablo Iglesias
puesto a pedir realmente lo que se ha pedido es ser presidente de gobierno
aunque ceda a que en su tarjeta de visita ponga vicepresidente. Quiere todo el
poder y por pedir que no quede.
Iglesias siempre
va un paso por delante de Pedro Sánchez de manera que ahora queda por ver como
maneja la situación el líder socialista.
Sánchez no puede
ceder tanto poder como le pide Iglesias, es más aunque solo le diera un
poquito, incluso menos de la mitad de lo que líder de Podemos pide, tengo la
impresión de que éste siempre llevaría la iniciativa y sorprendería día si día
también a Sánchez y compañía.
Además si el
PSOE aceptara aunque solo fuera el veinte por ciento de lo que plantea Iglesias
terminaría firmando su propia sentencia. Pero a los ciudadanos nos viene bien
conocer el programa de Podemos, lo que haría si tuviera el poder y la verdad
que es algunas de sus propuestas dibujan un país que nada tendría que ver con
los estandares de la Unión Europea.
Puede que tengan
parte de razón quienes apuntan que en realidad Pablo Iglesias lo que quiere es
una adelanto de las elecciones porque cree que puede fagocitar al PSOE.
Claro que también
puede ser que Iglesias crea que para su propia supervivencia política Pedro
Sánchez puede pagar un precio más elevado del que le gustaría, y que
apretándole mucho al final terminará cediendo sino en el todo en una parte
importante. También hay quienes apuntan que ambos podrían estar interpretando
una gran obra de teatro del que solo ellos conocen el final.
No lo sé. Lo que
sí me sorprende es que Sánchez y los suyos sean tan blanditos con Iglesias y
Podemos. Durante la reciente campaña electoral Sánchez se dejó comer el terreno
por Iglesias. En los debates Iglesias le castigaba y Sánchez encajaba el
castigo sin rechistar.
Pero ahora se
trata de palabras mayores, se trata de aceptar o no un programa que supondría
que el gobierno estaría de hecho en manos de Podemos y que estos constituirían
un poder dentro del poder, un Estado dentro del Estado.
Ahora la suerte
está echada aunque no nos enteraremos del desenlace definitivo hasta dentro de
dos o tres capítulos. Y soy de las que creen que el personal, o sea los
españolitos de a pie como usted y como yo se nos empieza a hacer interminable
esta obra de teatro.
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