*.- El régimen
político “franquista” era inviable sin Franco.
*.- Algunas normas jurídicas
del régimen de Franco posibilitaban cambiarlo.
*.- La Ley Orgánica del Estado
otorgaba a Franco, con carácter vitalicio, “la suprema potestad de dictar
normas jurídicas de carácter general” y “las funciones del gobierno”. Tales
funciones, tras su muerte, deberían ser transferidas a las Cortes españolas y
al Presidente del Gobierno.
*.- La Monarquía restaurada
no tenía los poderes absolutos que tuvo Franco y estaba sometida a las leyes
aunque no fuera constitucional y parlamentaria. Una monarquía de tales
características no podía subsistir.
*.- El propio Rey no deseaba
la continuidad del “Régimen”. Desaparecido en éste quien pudiera liderar su
continuidad e imponerse al propio rey.
*.- España en 1975 era la
décima potencia mundial y su estructura sociológica era parecida a la de los
países europeos que tenían un régimen democrático. Igual que España había
salido del subdesarrollo económico aspiraba a salir de su subdesarrollo
político.
*.- La caída del régimen
salazarista de Portugal en 1974, las presiones de la Comunidad Europea y de los
EE.UU. y la actitud de amplios sectores de la Iglesia, tras el concilio
Vaticano II, hacían inviable la pervivencia del franquismo.
Las
alternativas a la muerte de Franco:
1.- Continuidad
del sistema franquista, postura defendida por el “bunker” (los sectores más
inmovilistas del franquismo en el que se integraban los principales dirigentes
políticos del régimen, la mayor parte de los altos mandos militares, algunos
grupos oligárquicos y falangistas del Movimiento).
2.- La ruptura y
desaparición brusca del sistema franquista, posición defendida por la Junta
Democrática.
3.- La Plataforma de
Convergencia Democrática que, recordando lo ocurrido en Chile con el Presidente
Allende, era partidaria de una ruptura pactada con los poderes fácticos.
4.- Una minoría de
personalidades significativas del Régimen, encabezada por el propio Rey,
buscaba la reforma.
Proceso de la
Transición:
*.- Muerto Franco, fue
confirmado como Presidente del primer Gobierno de la Monarquía Carlos Arias
Navarro (que lo había sido en el último de Franco) aunque incluyéndose en su
gobierno personalidades de matiz reformista (Fraga, Areilza, Garrigues). El
Presidente, excesivamente presionado por el búnker se inclino hacia un
inmovilismo disfrazado de cambio.
*.- Para que el cambio fuera
posible, había que desplazar del poder a los partidarios del inmovilismo:
*.- Cumplido el tiempo del
mandato del Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, fue
nombrado para tal cargo a un antiguo profesor del Rey, Torcuato Fernández Miranda (que
había sido Vicepresidente del Gobierno con Carrero Blanco).
Desde ese
puesto Fernández Miranda sugirió al Rey el cómo de la reforma política desde la
legalidad existente heredada del régimen de Franco.
*.- El siguiente paso: forzar
la dimisión de Arias Navarro de la Presidencia del Gobierno.
En un artículo de la revista
Newsweek (19 de abril de 1976) que sintetizaba una conversación mantenida con
el propio Rey, se calificó a Arias Navarro como un “desastre sin paliativos”.
A partir de ese momento se
esperaba que Arias Navarro dimitiera (según las leyes franquistas el Rey no
podía cesar al Presidente del Gobierno).
Dos meses después y en un
despacho rutinario de Arias Navarro con el Rey, al manifestarle éste su
descontento por la marcha de los asuntos del país, Arias presentó su
dimisión que el Rey aceptó en el acto.
La elección de
Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno: (según las leyes del
Régimen, el Rey tenía que elegir, para designar Presidente de Gobierno, a uno
de los tres candidatos que le presentase el Consejo del Reino)
Tras numerosas negociaciones
Fernández Miranda consiguió que el Consejo del Reino, en la terna
preceptiva para la elección del nuevo Presidente de Gobierno por el Rey, se
incluyese en tercer lugar a Adolfo Suárez que en aquel momento era Ministro
Secretario General del Movimiento y que un mes antes había defendido en las
Cortes franquistas la Ley sobre el derecho de asociación política que, aún con
limitaciones, abría paso a los partidos políticos.
El 3 de julio
de 1976 el Rey nombró Presidente del Gobierno a Suárez, tal nombramiento fue mal
visto por la oposición debido a sus orígenes falangistas y por los que, desde
dentro del franquismo, preconizaban la Reforma.
Al negarse estos últimos a
formar parte de su Gobierno, Suárez se vio obligado a nombrar un Gobierno de
segundones.
Este gobierno concedió una
primera amnistía (que afectó a unos 400 presos políticos) y nombró vicepresidente al general Gutiérrez Mellado.
Después se procedió a la
discusión y aprobación por las Cortes, todavía franquistas, de la Ley de la Reforma Política. Ésta
establecía el bicameralismo (los miembros del Congreso serían elegidos por
representación proporcional y los del Senado por mayoría simple). Aunque esta
Ley suponía la desaparición de las mismas Cortes y del sistema político
existente, fue aprobada por 429 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones.
Siguiendo la
legalidad franquista, para que esta Ley pudiese entrar en vigor era preciso que
fuese aprobada por el pueblo español en Referéndum Nacional.
Convocado éste para el 15 de
diciembre de 1976, la oposición pidió la abstención y los inmovilistas del
franquismo el voto en contra. Sin embargo fue aprobada por una significativa
mayoría (aunque las abstenciones fueron muy numerosas en Vizcaya, Guipúzcoa y
Barcelona).
La Ley de Reforma obligaba
al Gobierno a convocar elecciones generales,
pero antes era preciso legalizar los
partidos políticos y establecer la normativa electoral.
En muy poco tiempo quedaron
legalizados unos 150 partidos, aunque entre ellos no estaba el Partido Comunista
de España por su presunta negativa a aceptar la monarquía, la bandera roja y
gualda y por contar su legalización con la oposición de un amplio sector del
Ejército.
Aceptado por todos el
sistema electoral establecido en marzo de 1977 y legalizado el PCE en un Sábado
Santo (9 de abril de 1977), el 15 de abril se convocaron unas elecciones que
se celebraron el 15 de junio de 1977.
En el intervalo hasta las
elecciones, se suprimieron los tribunales especiales (especialmente
significativa fue la desaparición del Tribunal de Orden Público), se
legalizaron las centrales sindicales, se concedió una segunda amnistía, se
establecieron con carácter provisional algunas instituciones autónomas como la
Generalidad de Cataluña y las Juntas Generales de Vizcaya y Guipúzcoa.
Elecciones
1977. Concurrieron a ellas:
*.- UCD (conglomerado
de partidos democristianos, socialdemócratas y liberales y alguno regionalista)
liderada por Adolfo Suárez.
*.- Alianza Popular,
encabezada por Manuel Fraga y en la que se integraron varios exministros de
Franco.
*.- La Democracia Cristiana
de Joaquín Ruiz-Jiménez y José María Gil Robles.
*.- Los socialistas
divididos en tres candidaturas: PSOE histórico, PSOE reconstituido (Felipe
González) y Partido Socialista Popular de Tierno Galván.
*.- El Partido Comunista de
Santiago Carrillo.
*.- Otros partidos de
extrema derecha, extrema izquierda y regionalistas.
Los sectores más ligados al franquismo (AP) y los
partidarios de la ruptura (PCE) quedaron en minoría frente a los partidarios de
la Reforma. Adolfo Suárez formó un nuevo gobierno de UCD, aunque sin mayoría
parlamentaria.
En Octubre de 1977 se firmaron los Pactos de la
Moncloa. Pretendían el saneamiento económico a través del equilibrio de la
balanza exterior (se devaluó la peseta para favorecer las exportaciones) y la
reducción de la inflación (reformas fiscales, financieras y laborales). En el
aspecto político acordaron frenar la tensión interpartidista.
Constitución de 1978.
Aunque las nuevas Cortes no tenían carácter de Constituyentes,
empezaron a trabajar en una nueva Constitución. El Anteproyecto fue elaborado
por una ponencia integrada por tres representantes de UCD y uno por el PSOE,
otro de AP, otro nacionalista catalán y otro del PCE. Se criticó la ausencia en
tal ponencia de un representante del PNV.
En su redacción se abandonaron posturas maximalistas
para llegar a un consenso. Sin ser una Constitución que agradase en su
totalidad a todos, todos veían en su texto algo que reflejaba sus ideas y sus
aspiraciones.
Aprobada la Constitución por el Congreso y el Senado
fue sometida a Referéndum el 6 de diciembre de 1978.
Con una abstención de un tercio de los votantes (en el
País Vasco del 54%), el 87,8% de los votantes lo hicieron afirmativamente.
Sancionada por el Rey entró en vigor el 29 de diciembre siguiente.
Se convocaron elecciones legislativas (marzo 1979) y
luego municipales.
En la primera mitad de 1978 la España unitaria y
centralista se configuró preautonómica.
En octubre de 1979 se aprobaron los Estatutos catalán
y vasco.
A finales de enero de 1981 Suárez presentó su dimisión
al Rey. El 23 de febrero siguiente se produjo el intento del golpe de Estado.
Calvo Sotelo asumió la Presidencia del Gobierno.
La entrada de España en la OTAN se hizo efectiva en
mayo de 1982, aunque con la abierta oposición de los partidos de izquierdas (el
PSOE prometió que cuando llegase al Gobierno sometería a referéndum la
permanencia de España en la OTAN).
Desaparecida UCD, y sin apenas significatividad del
CDS, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre de
1982.
En junio de 1985 se produjo la integración de España
en la Comunidad Económica Europea.
La entrada de España en la OTAN se hizo efectiva en
mayo de 1982, aunque con la abierta oposición de los partidos de izquierdas (el
PSOE prometió que cuando llegase al Gobierno sometería a referéndum la
permanencia de España en la OTAN
Desaparecida UCD, y sin apenas significatividad del
CDS, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre de
1982.
En junio de 1985 se produjo la integración de España
en la Comunidad Económica Europea.
A finales de enero de 1981 Suárez presentó su dimisión
al Rey. El 23 de febrero siguiente se produjo el intento del golpe de Estado. Calvo
Sotelo asumió la Presidencia del Gobierno.
La entrada de España en la OTAN se hizo efectiva en
mayo de 1982, aunque con la abierta oposición de los partidos de izquierdas (el
PSOE prometió que cuando llegase al Gobierno sometería a referéndum la permanencia
de España en la OTAN).
Desaparecida UCD, y sin apenas significatividad del
CDS, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre de
1982.
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