La España de la posguerra, 1939-1959: aspectos sociales, políticos y económicos.
El Régimen de Franco duró 40 años, a
pesar de los muchos cambios internos y del contexto internacional, porque fue
capaz de adaptarse a las circunstancias de cada momento. Las familias
ideológicas del Régimen y las bases sociales que lo sustentaron también fueron
cambiando, lo único inmutable fue la voluntad del “Caudillo” de mantenerse en
el poder hasta su muerte.
El Régimen se definió por su rechazo
al laicismo, a la democracia multipartidista y a la descentralización de Estado
y por su defensa de la confesionalidad católica del mismo, la constitución de
un poder nacionalista fuerte y centralizado y la imposición de un orden social
rígido.
Inicialmente fueron los falangistas
quienes ocuparon los puestos decisorios, con el término de la II Guerra Mundial
y la apertura al exterior del Régimen, fueron progresivamente sustituidos por
los Propagandistas y los tecnócratas.
El Régimen contó con el apoyo de los sectores
sociales identificados con la defensa de los valores mas tradicionales
(autoridad, restablecimiento del orden público, defensa de la familia, de la
propiedad privada y de la religión, eliminación de la conflictividad laboral,
etc). Incluían a pequeños y medianos propietarios del ámbito rural, clases
medias de pequeñas y medianas ciudades, pequeños y medianos empresarios,
oligarquía agraria e industrial, ejército y clero,
El Estado se declaró oficialmente
católico, aunque algunos sectores del mundo católico empezaron a desmarcarse
del Régimen, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965).
La
organización política del nuevo Estado:
Franco pretendió crear un nuevo Estado
cuya configuración concreta estaba inicialmente por definir. Para evitar el
rechazo exterior, se definió como “Democracia
Orgánica” y desde 1943
se proscribió el uso del término “fascista”.
Sucesivamente se promulgaron un conjunto
de “Leyes Fundamentales”,equivalentes
a una Constitución; pretendían dar al franquismo una imagen de Estado democrático
(una fachada jurídica que ocultara la verdadera naturaleza del Régimen).
Se estableció una Organización Sindical única,
fiscalizada por el Estado a través del Movimiento
Nacional (único partido existente); en estos sindicatos quedaron
encuadrados empresarios, técnicos y obreros, agrupados en sectores de
producción (sindicatos verticales):
integraban en el mismo a patrones y obreros de un mismo sector productivo.
Se definió a España como una “Monarquía católica, social y representativa”
cuya Jefatura del Estado recaía, con carácter vitalicio, sobre Franco, quien
se atribuía además la prerrogativa de nombrar a su sucesor.
Política
internacional:
Franco mantuvo conversaciones directas
con Hitler (1940) y Mussolini (1941) sobre la participación de España en la II
Guerra Mundial en apoyo de las potencias del Eje. La situación de la España de
posguerra y las condiciones exigidas por Franco a cambio de su participación,
suponían para las fuerzas del Eje más inconvenientes que ventajas y por ello
decidieron dejar a España al margen del conflicto.
La aportación española se redujo a
unidades militares de voluntarios (División Azul y Escuadrilla Azul) que
combatieron contra el comunismo en el frente ruso bajo el mando del ejército
Alemán.
A partir de 1943, Franco empezó a
distanciarse de las potencias del Eje buscando un acercamiento hacia los
previsibles vencedores, aunque no le sirvió de mucho. Finalizada la Guerra, las potencias aliadas
condenaron políticamente al franquismo y lo sometieron a un asilamiento internacional
(Resolución de la ONU de 1946).
Solo contó con el apoyo oficial de dos
regímenes totalitarios (Portugal y Argentina), aunque en realidad había más
países que no estaban dispuestos al hundimiento del Régimen, aunque
oficialmente suscribieran la condena de la ONU (EE.UU y Gran Bretaña,
principalmente).
Terminada la II Guerra Mundial, la lucha
contra los regímenes “fascistas” fue sustituida por la guerra contra el
expansionismo comunista (extendido por toda la Europa del Este y dirigido por
Rusia). El carácter anticomunista del Régimen de Franco y el valor
geoestratégico y militar de la Península Ibérica hizo que la ONU revocase la
Resolución de Bloqueo contra España, retornando los embajadores a Madrid.
El mayor éxito diplomático del
franquismo se produjo en 1953: Se firmó el Concordato con el
Vaticano (con concesiones de todo tipo a la Iglesia a cambio de su apoyo al
Régimen) y la firma del Tratado bilateral con Estados Unidos (bases
militares de utilización conjunta en territorio español a cambio de una dudosa
ayuda económica de EE.UU). Tpdp un triunfo para el principal objetivo del
Régimen: su reconocimiento y aceptación internacional. En 1955 España fue
admitida como miembro en la ONU.
A partir de este momento, España fue
integrándose paulatinamente en las Organizaciones internacionales (Banco
Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Europea de Cooperación
Económica, etc.)
La Política
Económica:
La política económica española de los
años cuarenta y cincuenta estuvo condicionada por la situación interior y
exterior:
Una larga Guerra Civil dejó una nación
en ruinas. El estallido de la II Guerra Mundial privó a España de abastecerse
de sus necesidades en el exterior. El bloqueo internacional, al que fue
sometida, prolongó su situación de asilamiento económico.
Esta primera etapa se caracterizó por
la autarquía ante la necesidad de
autoabastecerse, el afán de autosuficiencia de los dirigentes del Régimen y su
optimismo ingenuo respecto a la realidad económica:
*.- Creció la producción industrial.
*.- La producción agraria resultó
insuficiente para alimentar a la población (necesidad del racionamiento hasta
1952).
*.- La renta per cápita no logró superar
los valores anteriores a la Guerra Civil hasta los años cincuenta.
La escasez y el racionamiento de ciertos
productos hizo aflorar un mercado negro.
Finalizado el aislamiento internacional
la economía española fue abriéndose progresivamente al exterior pero:
*.- Las importaciones aumentaron a un
ritmo muy superior al de las exportaciones y el déficit comercial fue
disminuyendo las reservas de divisas, que estuvieron a punto de agotarse al
final de la década. Resultaba inaplazable un reajuste de la economía si no se
quería llegar al colapso total de ésta.
Fallido
intento de Restauración Monárquica:
El giro a favor de los aliados en la II
Guerra Mundial, hizo pensar a don Juan de Borbón (hijo de Alfonso XIII) que se
acercaba el final del Franquismo con el apoyo de los conservadores europeos
(especialmente los británicos).
Juan de Borbón pretendía recuperar el
Trono de su padre Alfonso XIII, primero se ofreció a colaborar con Franco,
después trató de presionarle y, por último, acabó en una ambigua oposición al
mismo.
En 1943 un grupo de procuradores en
Cortes y otro de Tenientes Generales solicitaron a Franco el restablecimiento
de la Monarquía, la propuesta fue rechazada.
En 1945, don Juan hizo público el
“Manifiesto de Lausana” en el que pedía a Franco su dimisión y la restauración
de la monarquía.
En 1948 se entrevistó personalmente con
Franco en el Azor y don Juan dio su consentimiento para que su hijo, el
Príncipe Juan Carlos, realizase sus estudios en España bajo la tutela de
Franco.
Control de la Oposición al Régimen;
La acción de resistencia guerrillera
desechada desde 1948. La represión de las huelgas obreras evitó la acción de la
oposición al Régimen. Las huelgas Universitarias de 1956 se abortaron con el
cierre de la Universidad de Madrid y la declaración del Estado de excepción.
Sólo el Partido Comunista inició una labor
de reorganización interior lo que le dio un protagonismo en la oposición
clandestina al Régimen de Franco. A partir de la década de los 60 la oposición
al franquismo adquirió consistencia y eficacia.
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