lunes, 19 de enero de 2015

Rivera: «Vamos a un país de cuatro partidos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos»

MAYTE ALCARAZ / BARCELONA
Día 19/01/2015 - 08.20h
El líder de Ciudadanos es el responsable político mejor valorado de España
Rivera: «Vamos a un país de cuatro partidos: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos»
INÉS BAUCELLS
Albert Rivera, líder de Ciudadanos, se ajusta el nudo de la corbata
Llega Albert Rivera (Barcelona, 1979) a la entrevista en la Gran Vía de su ciudad con la voz casi entera (a falta de un caramelo sin azúcar que le ayude) pese a que no para de desgañitarse: ser el líder más valorado de España, según las encuestas, obliga a multiplicarse. ABC, radios, teles, todos quieren saber lo que piensa este joven abogado, cuajado en peleas interminables con Artur Mas en el Parlamento catalán. Y en las tertulias de televisión, a las que defiende a muerte.
-No me vaya a decir que para transmitir a la sociedad los políticos tienen que ir de tertulia en tertulia...
-Yo creo que cuando uno ocupa un cargo, se tienen que hacer cosas y explicarlas. Hay que estar en la calle, en los medios, independientemente de su línea editorial, y en las redes sociales.
  
-Pero entiendo que sin devaluar la imagen de un representante público...
-Devalúas si tú te devalúas. Yo he estado haciendo un curso en Estados Unidos y he visto a Bush, Clinton y Obama en varios «late night» o haciendo cosas más fuertes de las que aquí hemos visto. Ellos tienen esa parte humana que saben combinar muy bien con decisiones serias y con el rigor: por eso el mismo presidente que va a esos espacios puede declarar luego la guerra a Irak.

-Pero entiendo que el papel representativo que tienen los políticos marca los límites...
-Claro que hay límites: la decencia y la dignidad por el cargo que ocupas. Yo en eso soy bastante abierto, pero el problema de los debates que se han producido no es ir o no al Hormiguero, sino si el personaje tiene fondo o está vacío. Y hasta aquí puedo leer.

Rivera se refiere a Pedro Sánchez sin citarlo, del que elegantemente se distancia en varios momentos de la entrevista. Y en concreto alude a la participación del secretario general del PSOE en el citado espacio, al que también va a acudir el propio líder de Ciudadanos. Así lo explica:
-Yo voy a ir el martes a ese programa. Pero lo que usted me plantea es más una cuestión de inconsistencia política. La prueba es que Cañete y Bono fueron también y no hubo debate. Porque ambos tienen un bagaje.
Quien habla provocó un auténtico terremoto cuando en la campaña catalana de 2006 apareció desnudo en las fotografías electorales. El oasis catalán estuvo a punto de inundarse. Por eso Rivera está bregado en la comunicación política.

-Deduzco que le concede tanta importancia a una entrevista como a una comunicación en las redes sociales o una discusión encendida en una tertulia...
-Mire, si me toca ser presidente, no va a haber ruedas de prensa sin preguntas, por el plasma, vetando a los medios... Eso ya no vale. Yo en las redes sociales tengo casi 150.000 seguidores y lo gestiono yo mismo. Si un día un equipo me tiene que gestionar la cuenta por falta de tiempo, por lo menos lo diré. Si empatizas con la gente, al final lo entienden.

-Y hablando de empatizar, lo primero es saber si usted, tras conocer que las encuestas le otorgan entre un 6 y un 8% de intención de voto, colocándole como cuarta fuerza política por delante de IU y UPyD, piensa dar el salto a la política nacional. Mas se lo ha puesto difícil convocando elecciones anticipadas aquí...
-Lo voy a decidir en verano. El calendario es brutal: tres citas electorales en nueve meses, si no se suman las andaluzas, como se rumorea... Yo dije que si las catalanas eran inminentes, como presidente del grupo me presentaría.

-Pero el 27 de septiembre no es precisamente una fecha inminente...
-Claro. Y hay unos comicios en mayo antes importantes para nuestra implantación nacional. Por eso, voy a esperar a ver los resultados de esas elecciones. Mientras tanto, seguiré haciendo oposición a la locura política de Mas y, sobre todo, a la corrupción de su partido.

-Supongo que será difícil hallar cuadros para dar ese gran salto con una pértiga segura.
-Es fundamental saber con qué personas se cuenta para la implantación nacional. Estamos ampliando equipos en las autonomías y en los gobiernos locales.

-Las encuestas que le catapultan al éxito, ¿le dan vértigo o le estimulan?
-Las encuestas que se han publicado no son buenas, son excelentes. Si hace un año me dicen a mí que en capitales de provincia de España se va a responder así; que en la Comunidad Valenciana tendremos grupo; que estaremos en la Comunidad de Madrid... le hubiera dicho que no me lo creo. Hay que ser prudentes pero muy ambiciosos.

-Hay quien dice que ustedes recogen, junto a Podemos, parte del descontento con los dos grandes partidos. Que es demérito de otros, vamos...
-Desde luego si venimos no es para que todo siga igual, sino para reformar cosas en este país muy profundas. Creemos que la siguiente legislatura va a ser la más importante desde la transición. Está el país en un momento político impresionante por las mayorías distintas que se van a producir. Y nosotros queremos ser actores de primera en esa reforma de España.

-Actores -han dicho- de la tercera vía. Explíqueme por favor qué es eso de la tercera vía...
-La tercera vía es un espacio ideológico que en Europa ya existe. Es ese espacio demócrata y liberal que ocupa, por ejemplo, el partido demócrata americano o los partidos demócratas franceses o italianos. O el inglés. En España ese espacio político de centro no existe. Aquí o hemos sido rojos o azules.

-Pero no se define políticamente...
-Es un espacio de equilibrio entre libertad de empresa y economía de mercado; pero con sensibilidad social. Un equilibrio entre una España descentralizada, pero fuerte como nación y unida. Y por supuesto una España de regeneración democrática. Esa es la tercera vía. En dos siglos en España, desde los liberales de Cádiz, no ha existido continuidad en un espacio de ese tipo y queremos que aquí cuaje, que no sea flor de un día, que sea decisivo para gobernar España.

-Podemos dice que también es transversal y representa una tercera vía, frente a PP y PSOE...
-Las encuestas últimas nos dan una gran responsabilidad a los nuevos. Pero la gran diferencia entre Podemos y nosotros, entre otras muchas cosas, es que nosotros no queremos un proyecto contra nadie; no queremos que vuelva la dicotomía de rojos contra azules.

-¿Tiene algún modelo en España?
-Es lo que hizo Suárez en la Transición, González después en los ochenta y Aznar en los noventa. Es decir, crear proyectos nacionales que aglutinen a la mayoría de la sociedad, más allá de que seas o no militante de un partido. Queremos que Ciudadanos sea el aglutinador de toda esa mayoría pero no necesariamente que la gente esté de acuerdo a pie juntillas con todo, sino en lo básico. Por eso yo hablo de transición ciudadana.

-Que consiste en...
-Reformar la ley electoral, hacer un gran pacto nacional para la educación, despolitizar la justicia... Son asignaturas pendientes que PP y PSOE, lejos de arreglar, han agravado. Nosotros tenemos que proponer otras cosas que no sea repartirse sillas. Yo se lo digo a Podemos: para eso ya tenemos a Rajoy y a Zapatero. No necesitamos a Pablo Iglesias.

La entrevista se celebra en el despacho «low cost» de Rivera. Espalda con espalda con la Monumental de Barcelona, castigada en el cuarto oscuro del nacionalismo, del que él se siente muy lejos. Cuestión de piel.

-¿Usted es de derechas o de izquierdas?
-Yo digo que las ideologías existen pero las etiquetas se han diluido. Yo me considero liberal, creo en la economía de mercado, pero tengo sensibilidad social, porque creo en la sanidad y en la educación pública y quiero que los jubilados tengan una pensión. Y yo, que soy catalán y bilingüe, no quiero renunciar a la pluralidad pero quiero una España unida y no rota. Lo que digo es que podemos hacer un equilibrio entre una España unida pero diversa. No quiero un proyecto constituyente, sino una reforma profunda de España. No cambiemos lo que ha funcionado, no nos volvamos locos. Aspiro a recuperar las clases medias fuertes y no a la lucha de clases. La gente ya no se reconoce en ello.

-Entonces, no existen ideologías ya...
-Claro que hay ideologías todavía. Pero no atrincheramiento. Existen aún para los que creemos en la libertad, la regulación y no la intervención. Existen todavía para los que piensan, como yo, que España no es una nación de naciones sino una gran nación con comunidades autónomas.

-¿Y eso solo ocurre en España? Porque en Europa parecen todavía definidas esas ideologías...
-Pongo de ejemplo a Valls y Renzi, líderes de dos partidos de corte socialdemócrata, evolucionando a políticas de control de gasto, suprimiendo duplicidades, abiertos a las empresas para que creen empleo. Eso de los malvados empresarios o los malvados trabajadores ya no funciona. En Europa lo tienen muy asumido. Pero aquí, a alguna gente le cuesta pensar que ni los rojos ni los azules son enemigos, sino compatriotas.

Rivera pide un café. Por un momento, la taza es lo más cálido en un despacho de pladur, que podría ser el de un modesto jefe de Personal, solo adornado con un póster de Ciudadanos. En unos meses va a mudarse a otra sede más céntrica y espaciosa. Quizá el símbolo de su crecimiento político: en 2011 consiguió siete concejales y ahora aspira a presentar 500 listas municipales en toda España. Y, además, sin sumar sus fuerzas a UPyD, que le rechazó en diciembre y al que parece, si se leen todas las encuestas incluida la publicada por ABC, va a fagocitar electoralmente.

-¿Es el personalismo de Rosa Díez el obstáculo?
-Yo no soy psicólogo. Por tanto no voy a juzgar la psicología de los demás. A mí ya más cosas no se me ocurren para sumar fuerzas. En cuatro ocasiones, en siete años, hemos planteado fusiones, acuerdos, sumas, lo hemos intentado todo. Incluso hubo quien, con razón, nos dijo que nos pasábamos, que Rosa Díez no quería pactar.

-No quería ni quiere...
-Pero eso es pasado. ¿Qué hemos demostrado? Que nos hemos disparado en todas las encuestas y muchos cuadros de UPyD se están pasando a Ciudadanos en bloque. Es que a la gente no le vas a separar nunca trazando una raya en el agua.

-Luego algo ha tenido que pasar: personalismo, caudillismo, falta de humildad...
-Si Ciudadanos va al Congreso, no aspira a tener muchos escaños pero sí a tener influencia. Y se tiene más influencia fusionando que creando pequeños grupitos.

-Entonces ¿tira la toalla con Díez?
-Yo nunca tiro la toalla. Pero eso es pasado. No vamos a volver, ya no estamos pensando en UPyD. A partir de ahí, si un día ese partido cambia la dirección, cambia de opinión, y decide que hay que fusionarse con Ciudadanos, siempre que acepten nuestro proyecto, pues encantados. Pero ya desde otra posición, no de intentarlo hasta la saciedad y de picar a su puerta... Hay un antes y un después tras el no.
Los pactos con Ciudadanos están de moda. Y no solo en el caso de UPyD. Rajoy, dicen sus compañeros, está preocupado por el ascenso de la formación del interlocutor de ABC. Sobre todo, porque su apoyo puede convertirse en decisivo para el PP, el PSOE o incluso Podemos. Por eso, todos esperan saber cuál será el preferido de Rivera.

-Usted entre Rajoy, Sánchez e Iglesias, ¿con quién se queda?
-Conozco a Pablo por las tertulias; conozco a Pedro desde que era concejal de Madrid en alguna tertulia también; y al presidente Rajoy le he saludado (aunque le hemos pedido una reunión y todavía estamos esperando). Sin embargo, es evidente que los que compartimos una generación tenemos cosas comunes.

-Pero la generación no será determinante, supongo. ¿Con quién pactaría?
-Yo no voy a dar cheque en blanco a nadie. Quiero una auditoría del pacto y si no se cumple, moción de censura. Si Podemos cumple todo eso, pues igual tiene nuestro apoyo. Y si el PP lo cumple, lo tendrá. Las grandes reformas para este país son mi contrato con los ciudadanos. Se miente a la gente si se le dice que no va a haber que acordar. Tendremos que llegar a una política de alianzas para dar estabilidad al país. Lo que no podemos hacer los nuevos es convertir a España en Italia. Nuestro país necesita reformas pero también estabilidad. Y Ciudadanos es garantía de las dos cosas.

-¿Ustedes tienen su razón de ser en oponerse sistemáticamente al PP y al PSOE?
-Yo digo que Podemos es venganza y Ciudadanos es justicia. Porque Podemos nace contra el PP y para ocupar un nicho político de economía intervenida, unos medios de comunicación intervenidos y acercar la política a la justicia. Es un proyecto obsoleto, un partido nuevo pero sus ideas son viejas. Su propuesta es que volvamos a la peseta; más viejo que eso, el tebeo.

-¿No cree que se habla demasiado de un partido que todavía tiene que demostrarlo todo frente a mayorías con implantación parlamentaria?
-Los que criminalizan a Podemos se equivocan porque le dan aire. Lo que hay que hacer es confrontar ideas. Nosotros estamos trabajando para en 2015 presentar un proyecto de recuperación económica. Precisamente para decirle a la gente que el PP no lo está haciendo bien pero hay una alternativa que no es volver al viejo comunismo ni intervenir las empresas ni los medios. Por eso a Podemos no le gusta mucho nuestro crecimiento ni confrontar ideas: porque no nos pueden llamar casta ni corruptos.


-Entonces ¿PP y PSOE no han hecho nada bien?
-Yo a diferencia de otros partidos nuevos, respeto al rival. PP y PSOE han cometido errores, han tenido corrupción, pero tienen a mucha gente decente.

-Si se cumplen las encuestas y UPyD e IU sufren un desplome, vamos a cuatro partidos ¿no?
-Eso es. Dos nuevos, Podemos y Ciudadanos, y dos tradicionales, PSOE y PP, que van a seguir existiendo. Pero para que ellos cambien hace falta que nosotros crezcamos, porque si no, no van a variar ni una coma. Lo digo para aquellos que llaman al miedo (aunque algunos dan más miedo que otros, hay que reconocerlo). En la transición vimos cómo Carrillo y Fraga se daban la mano. Si fue posible que gente que se pegaba tiros años antes se reconciliara tras la dictadura, ¿cómo no va a ser posible en democracia?

-¿Es de los que creen que hace falta un cambio generacional, que los mayores en política ya no valen?
-El cambio en la jefatura del Estado ya es un símbolo. Espero que Felipe VI, que lo está haciendo muy bien, haga un estatuto de la Corona y que se someta a la ley de transparencia. Yo digo que el jefe del Estado es el primer funcionario de un país; me da igual que sea un Rey o elegido por las urnas. Y el primer funcionario de España lo está haciendo muy bien.

-Es el político español más valorado. Sabe que cuando no se gobierna, uno no se quema...
-Es un orgullo, pero soy consciente de que cuando uno gobierna se quema más que cuando no lo ha hecho. Rajoy dijo que tuvo que subir el IRPF dos días después de ganar, en contra de su programa. Si yo me encuentro con esa exigencia, daré una o cien ruedas de prensa, habra que explicarlo, pedir perdón y con compromiso por delante: en 2014 esto va a cambiar y si no, no me presento. Uno puede fallar, no somos infalibles, pero hay que dar explicaciones. Yo no me considero mejor gestor que otros que han gobernado este país. No tengo experiencia en lo público, pero creo que en el modo de gobernar tenemos cosas que ofrecer.


Rivera se despide. Tiene ya 250 agrupaciones en todas las provincias. Salvo en Ceuta y en Melilla. En verano dirá si quiere jugar o no a la política nacional. Una partida, dice, apasionante. Por si sirve de pista.

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