Los Mossos quisieron quemar papeles sobre seguimientos
Otro dos responsables policiales dicen que el 20-S la situación ante la sede de Economía «no era segura»
Ricardo Coarasa.
- @ricardocoarasa
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Hace 14 horas
El responsable de la Comisaría General de Información de los Mossos d' Esquadra, Manel Castellví, admitió ayer en su declaración como testigo ante el juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena que la Policía autonómica intentó destruir en una incineradora documentación reciente relativa a su Centro de Coordinación (Cecor) y a diversos seguimientos efectuados por los agentes meses antes del 1-O. La Policía evitó el 26 de octubre del pasado año la quema de abundante documentación en Sant Adrià de Besòs (Barcelona), que incluía seguimientos efectuados por los Mossos a periodistas, abogados y dirigentes de Sociedad Civil Catalana contrarios al proceso independentista. Según fuentes jurídicas, pese a la existencia de un proceso judicial abierto, Castellví aseguró –a preguntas de los fiscales Javier Zaragoza y Jaime Moreno– que la destrucción de documentos es una práctica habitual en el cuerpo policial
El mando de los Mossos admitió que ante el referéndum ilegal contemplaban «escenarios de enfrentamientos», según fuentes presentes en su declaración, un temor del que los mandos policiales advirtieron tanto a Carles Puigdemont como a Oriol Junqueras y al conseller de Interior Joaquim Forn el 28 de septiembre del pasado año, pese a lo cual su decisión fue seguir «hasta el final» con la convocatoria, por lo que se sintió «frustrado».
Llarena se sorprendió por el hecho de que los mandos policiales se cruzaran de brazos tras escuchar a los responsables políticos decididos a consumar el 1-O. «¿Y después que pasa? Ustedes tienen que salir sabiendo lo que van a hacer», se extrañó.
Por otro lado, otros dos mandos de los Mossos que participaron en el dispositivo desplegado el 20 de septiembre de 2017 frente a la Consejería de Economía –donde se concentraron 40.000 personas para impedir los registros– admitieron que la situación «no era segura», por lo que tuvieron que buscar «soluciones alternativas» para conseguir que la comitiva pudiera abandonar el edificio.
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