"Para cambiar España hay que ganar las
generales", dice el presidente de Ciudadanos
JUAN JOSÉ MATEO / JOSÉ MARCOS
Madrid 4 JUN 2015 - 20:22 CEST
La dimisión de tres cargos del PP imputados por
corrupción para facilitar acuerdos con Ciudadanos ha sido utilizada este jueves
por Albert Rivera para lanzar la carrera de su partido hacia las elecciones
generales de fin de año. “Desde la oposición y con la fuerza de vuestros votos
conseguiremos cambios importantes. Pero para cambiar España hay que ganar las
generales”, advirtió el presidente de Ciudadanos, que pese a las dimisiones de
los imputados sigue instalado en el voto negativo a la investidura de Cristina
Cifuentes (PP) como presidenta de Madrid.
Ciudadanos exige más renuncias de cargos del PP en
Murcia
La dirección de Ciudadanos, según fuentes consultadas
por EL PAÍS, exige la dimisión de Joaquín Bascuñana, delegado del Gobierno en
Murcia, así como del resto de imputados del PP en la región, como paso previo a
tener más reuniones con los representante del partido en la localidad, que
necesita su abstención para mantener a Pedro Antonio Sánchez en el Gobierno.
Ciudadanos, según fuentes consultadas por EL PAÍS,
exige la dimisión de los imputados Joaquín Bascuñana, delegado del Gobierno en
Murcia; Miguel Ángel Cámara, secretario general del PP en la Comunidad; y María
Antonia Conesa, alcaldesa de Fuente Álamo, como paso previo a tener más
reuniones con el PP de la localidad, que necesita su abstención para mantenerse
en el Gobierno.
Por ahora, solo el PP de La Rioja ha firmado el
documento de medidas anticorrupción de Ciudadanos. Tanto en esa Comunidad como
en la de Castilla y León, uno de los escollos en las negociaciones es el debate
sobre la continuidad al frente de la presidencia de los representantes del PP.
“Debería ir pensando en jubilarse”, dijeron desde
Ciudadanos, que quiere imponer una limitación de mandatos de ocho años, sobre
Pedro Sanz (presidente de La Rioja desde 1995), circunstancia que también teme
la formación de Génova en Castilla y León (Juan Vicente Herrera lleva en el
puesto desde 2001).
“Algunos dicen que no ha cambiado nada en la política
española, a las pruebas me remito. Se ven los primeros frutos de nuestras
condiciones”. Rivera valoró así las dimisiones de Lucía Figar y Salvador
Victoria, consejeros de la Comunidad de Madrid imputados en la Operación
Púnica, que se unieron a la de Juan Carlos Ruiz, consejero murciano que dejó su
cargo el martes.
“Están cambiando las cosas, no porque les guste [a PP
y PSOE], sino porque si no, no se gobierna”, añadió el líder de la formación
emergente, que decidirá entre el 22 y el 28 de junio si el 4 de julio se
presenta a las primarias que organizará su partido para optar a la presidencia
del Gobierno, a la de la Generalitat catalana o a ambas.
La dirección de Ciudadanos sabe que los pactos que
adopte ahora influirán decisivamente en sus resultados en las generales. En Madrid,
donde Cifuentes necesita el voto afirmativo de los 17 diputados de Ignacio
Aguado, las dos dimisiones de este jueves solo sirvieron para que la dirección
autonómica del partido emergente acepte una reunión con el PP local el lunes.
Ciudadanos mantiene la firma de un pacto anticorrupción como paso previo para
abrir negociaciones.
“El PP ha salvado el primer punto de partido”, señaló
Pedro Núñez Morgades, número dos del partido en Madrid, que advirtió de que
Cifuentes “tiene una lista complicada” y no descartó nuevas imputaciones en el
PP.
“No lanzamos las campanas al vuelo, todavía hay mucho
por hacer”, argumentó Fernando de Páramo, secretario de comunicación de
Ciudadanos y miembro de su Ejecutiva. “Lo que queremos son hechos, igual que le
hemos pedido a Susana Díaz en Andalucía”, añadió sobre la líder del PSOE, con
la que Ciudadanos se volverá a reunir la próxima semana. “Es una exigencia
tanto al PP como al PSOE. Ciudadanos ha conseguido en días lo que otros no han
conseguido en años”.
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