lunes, 26 de marzo de 2018

La presa que 'cuida' las 24 horas de la asesina Ana Julia, asesinó a su marido

El padre y la abuela de Gabriel Cruz, el niño asesinado en Níjar.EP
La historia, conociendo a su pequeño e indefenso protagonista, estremece.
Fue a las 15.30 horas del 27 de febrero de 2018 cuando Gabriel Cruz salió para jugar de la casa de su abuela en Las Hortichuelas, Níjar (Almería), y se perdió su rastro ( La presa que 'cuida' las 24 horas de la asesina Ana Julia, asesinó a su marido).
Carmen Sicilia lo recuerda muy bien y así se lo contó al juez Rafael Soriano, cuando acudió a declarar este 23 de marzo en calidad de testigo.
Un trámite de media hora, en el que estuvo acompañada por el abogado de la familia, Francisco Torres, y que esta ha definido como «muy doloroso», cuenta «La Verdad».
En su declaración, la abuela materna, que sigue desorientada y muy triste según fuentes cercanas, habría descrito lo que recuerda de aquella tarde con su nieto, momentos antes de que el niño de ocho años fuera presuntamente asesinado por Ana Julia Quezada.
Sicilia, de 84 años, fue la última persona que vio a Gabriel con vida y, sin querer, fue también quien le dio coartada los primeros días a Ana Julia, puesto que en un primer momento declaró que esta sólo había salido de la casa durante 10 minutos.
Carmen Sicilia recordó que Ana Julia se había marchado muy poco tiempo después del hijo de su pareja.
Ese dato y el teléfono móvil de Ana Julia, que la ubicaba en la finca de Rodalquilar, la convirtieron en la principal sospechosa, que también mitió a los agentes sobre dónde estaba tras la desaparición.
Regresó de matar y enterrar al niño sobre las 6 de la tarde, cuando la abuela materna fue a buscarlo a casa de sus primos. La abuela no podía imaginar que tenía a la asesina de su nieto, Gabriel Cruz, sentada en su misma mesa.
Secreto de sumario
El abogado de la familia contó este viernes a los periodistas que se encontraban en las puertas de la Ciudad de la Justicia que fue a las 15.30 cuando Gabriel dejó la casa. Paco Torres no quiso detallar el contenido de la declaración de la abuela.
«Desconozco por completo lo que declaró ante la Guardia Civil. Sé lo que ha declarado esta mañana pero no puedo comentarlo debido a que debo respetar el secreto de sumario, así que poco se puede decir».
 
Cabe recordar que la anciana estaba junto a Gabriel y la única sospechosa del crimen cuando se vio al niño por última vez con vida.
El magistrado instructor, además, recoge en el auto por el que decretó el ingreso en prisión que la presunta asesina «aprovechó un momento temporal en el que sabía que podría con el niño y que la abuela no lo iba a controlar».
«La promesa era devolverlo pronto a jugar», argumenta, pero se llevó el cadáver a la finca familiar de Rodalquilar para ocultarlo.

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