miércoles, 28 de marzo de 2018

Los separatistas, adictos al 155

Los separatistas, adictos al 155

Jueves 22 de marzo de 201807:37h

Después de tres meses encallados, los partidos separatistas llegaron en la tarde de ayer a un acuerdo “in extremis” para investir a Jordi Turull como presidente de la Generalidad, aunque la CUP, cuyos votos serían imprescindibles, todavía no ha confirmado su apoyo. ERC y Junts per Catalunya alcanzaron el pacto pocas horas después de que el juez Llarena anunciara la decisión de abrir una nueva fase contra la cúpula secesionista. Para ello, dictó una providencia en la que anunció que mañana procesará a los principales líderes separatistas. El anuncio incluía además la convocatoria de una vistilla para revisar las medidas cautelares de seis de los investigados, entre ellos Turull, que se encuentra en libertad bajo fianza desde diciembre pasado.
La posibilidad de que Turull, la tercera opción para presidir la Generalitat de los partidos separatistas, vuelva a la cárcel precipitó todos los movimientos de ERC y Junts per Catalunya. Roger Torrent, nada más conocer la decisión del magistrado del Supremo, contactó por teléfono con los grupos parlamentarios para acelerar el pleno de investidura. Y a última hora de la noche anunció la convocatoria de la sesión en el Parlamento catalán para las 5 de la tarde de hoy.
Ha bastado que el juez Llarena citara a Turull para que los partidos secesionistas alcancen un acuerdo después de tres meses de negociaciones infructuosas. De nuevo, los secesionistas solo buscan aumentar la tensión con el Estado al intentar burlarse del magistrado del Supremo que previsiblemente mañana procesará e inhabilitará, incluso encarcelará, al recién investido presidente de la Generalidad por el Parlamento catalán. Pero, aunque fuera elegido esta tarde, no tendría tiempo de cumplir con los trámites preceptivos para convertirse formalmente en nuevo presidente de la Generalidad antes de acudir a su cita con Llarena.
Pero los separatistas, bajo la batuta de Puigdemont, habrán conseguido lo que buscan: esgrimir el agravio antidemocrático que padecen por un Estado que encarcela e impide que el hombre investido por el Parlamento catalán pueda ejercer como presidente de la Generalidad. Desde el victimismo, los secesionistas han dibujado el escenario en el que se encuentran más cómodos. Que se mantenga en vigor el artículo 155, del que parecen ser adictos, para no tener que gobernar el embrollo que han dejado y seguir culpando a España del caos que padece Cataluña. 

El Gobierno, en un comunicado emitido anoche, ha recordado que ya existía un calendario establecido para la investidura que ha sido modificado “de manera unilateral y arbitraria” con un objetivo político “condenado al fracaso” Y confirma que la aplicación del artículo 155 de la Constitución se mantendrá hasta que no haya un nuevo Gobierno que tome posesión conforme a Derecho.

Y eso es exactamente lo que buscaba Puigdemont para no ser apartado del foco de atención y poder mantener el protagonismo desde su “exilio” dorado de Waterloo. Quizás desconoce el ex presidente de la Generalidad que el auto de procesamiento de mañana también le incluirá a él y a los cinco ex diputados fugados. Y el magistrado del Supremo tiene previsto dictar inmediatamente orden internacional de detención contra los fugados. Igual tiene que huir a Venezuela.

No hay comentarios: