lunes, 19 de marzo de 2018

Golpe de Estado en Cibeles

Los concejales de la corriente más radical del Ayuntamiento de Madrid imponen su versión de la actuación policial a la oficial de la alcaldesa que no ha comparecido.

  • El Gobierno de Manuela Carmena está formado por una confluencia de diferentes partidos
    El Gobierno de Manuela Carmena está formado por una confluencia de diferentes partidos
Pablo GómezMadrid.
  • @pablogh_
Tiempo de lectura 4 min.
18 de marzo de 2018. 03:21h
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Para el Gobierno de Manuela Carmena, sacudido con fuerza en los últimos meses por las tensiones entre los distintos partidos que lo integran, la crisis abierta tras el fallecimiento del mantero senegalés Mmame Mbaye en Lavapiés ha vuelto a poner contra las cuerdas la frágil estabilidad del primer ayuntamiento del país. Tras regresar el pasado viernes anticipadamente de un viaje oficial a París, la alcaldesa de la capital aún no ha reaparecido en público. En los próximos días, sin embargo, deberá gestionar un conflicto que acumula frentes conforme pasan las horas: las durísimas críticas de los trabajadores municipales a la tibia defensa que el Gobierno de Ahora Madrid ha hecho de la actuación policial; la tardanza de los responsables políticos del consistorio en desvincular la muerte del mantero de una intervención contra la venta ambulante ilegal que se desarrolló a la misma hora y en ese mismo barrio; o la exigencia por parte de numerosos cargos públicos del entorno de Podemos –algunos de ellos, con escaño en la misma bancada que la alcaldesa– de investigar «a fondo» lo sucedido.
Desde el entorno más próximo a Carmena, niegan que haya estado desaparecida a pesar de la distancia geográfica. Destacan que el viernes, nada más aterrizar en Madrid, se dirigió al Palacio de Cibeles. Se reunió allí con el «equipo de crisis» y conoció a través del delegado de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, las circunstancias que rodearon a la muerte del mantero y los detalles relativos a los graves disturbios protagonizados por grupos de antisistema durante las horas posteriores en las calles de Lavapiés. Salvo cambio de última hora, Carmena mantendrá su agenda tal y como estaba planificada la semana pasada, lo que implica que su primera aparición pública tras los sucesos de Lavapiés llegará este lunes, cerca de 90 horas después de que lo hiciera su numeró dos –la primera teniente de alcalde, Marta Higueras–, sobre el terreno.
A lo largo de estos cuatro días, los únicas palabras de la alcaldesa han llegado a través de su perfil en Twitter. Con su primer mensaje, publicado en la misma noche de la muerte de Mbaye, la alcaldesa desató la indignación entre la Policía Municipal al anunciar una investigación. En la tarde del viernes, la alcaldesa reaccionó con un segundo tuit que buscaba apagar el incendio: «No puede repetirse ningún tipo de violencia como la que anoche sufrieron vecinos y servidores públicos».
En ausencia de Carmena, fue la primera teniente de alcalde, Marta Higueras –persona de la máxima confianza de la ex jueza–, la que asumió la responsabilidad de fijar la posición del Ayuntamiento. Condenó los actos vandálicos protagonizados por grupos de radicales y confirmó que un infarto había sido la causa de la muerte de Mmame Mbaye. El mensaje de Higueras quedo pronto eclipsado por sus propios compañeros de Gobierno. El delegado de Seguridad del consistorio, sentado a su derecha, anunciaba la apertura de una investigación para analizar la «proporcionalidad en el uso de la fuerza» y vinculaba el infarto del vecino senegalés con el «estrés crónico de los sinpapeles». El concejal del distrito Centro, sentado a la izquierda de Higueras, subrayaba que Mbaye había sido víctima del «capitalismo y del Estado».
La explicación oficial de los hechos, a pesar de estar respaldada por los testigos y por el atestado de la Policía Municipal, quedó de hecho sepultada por una oleada de insinuaciones y de acusaciones contra lo que se ha venido a denominar como «racismo institucional», contra el que han llamado a actuar algunos concejales del propio equipo de Carmena como el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente, o la concejala anticapitalista Rommy Arce.
En el hecho de que la mano derecha de Carmena no lograra trasladar un mensaje inequívoco en torno a lo sucedido mucho tienen que ver con los comunicados que a esa misma hora lanzaban algunos de los grupos que conforman Ahora Madrid. Desde Izquierda Unida, con tres concejales en el grupo municipal, llegaron a poner en duda si el mantero senegalés recibió asistencia sanitaria: «Solicitamos una investigación para resolver la causa de la muerte del vecino Mmame Mbaye, cuáles fueron los métodos de reanimación si los hubo, cuánto tardó la ambulancia y por qué se tomó la decisión de no llevarlo a un hospital». Ganemos Madrid, con otros tres ediles en las filas de Carmena, se sumó a la petición urgente de explicaciones: «Exigimos una investigación que saque a la luz lo que realmente ha sucedido y que depure las responsabilidades políticas que correspondan».
En este contexto, la posibilidad de que el Gobierno de Carmena escenifique una nueva ruptura se acerca. El próximo jueves, en el pleno municipal, el PP planteará una moción de urgencia para mostrar «el incondicional apoyo del Ayuntamiento al excepcional trabajo de la Policía Municipal» y exigir a la alcaldesa y a su equipo «que eviten lanzar mensajes tibios que favorezcan actos vandálicos». Una iniciativa que someterá una vez más a examen la autoridad de la ex jueza entre los suyos.



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