jueves, 4 de febrero de 2016

Pensarlo

LIBERTAD DIGITAL
Jueves 4 de Febrero - 10:46
LIBRE MERCADO 2016-02-04
Medir los cambios de domicilios sociales entre diferentes regiones españoles permite conocer qué territorios resultan más atractivos a las empresas y qué autonomías despiertan más recelo entre los creadores de empleo. Un buen ejemplo lo tenemos en la recurrente comparativa entre la Comunidad de Madrid y Cataluña: la primera viene captando cada vez más empresas mientras que la segunda ha experimentado todo lo contrario.
El fiasco catalán a la hora de frenar la salida de empresas que ponen rumbo a otras regiones españolas ha coincidido con un fuerte aumento del riesgo político, que ha ido a más conforme las posiciones del independentismo se han ido asumiendo desde el Ejecutivo autonómico. Pero Cataluña no es un caso aislado y algo parecido podría estar ocurriendo ahora en algunas partes de España.
Y es que, si analizamos los cambios de domicilios sociales de empresas entre las distintas autonomías de nuestro país, nos encontramos con que la entrada de Podemos en los acuerdos de gobierno se ha traducido en un aumento de las deslocalizaciones empresariales. Esta situación contrasta con la Comunidad de Madrid, que gana más de 350 compañías a lo largo del último semestre.
Según los datos de Axesor que recoge Expansión, nos encontramos con números rojos en la Comunidad Valenciana, que pierde 42 empresas. También hay un saldo negativo en Castilla-La Mancha, con 38 compañías menos. Lo mismo ocurre en Extremadura, que perdió 5 sociedades entre julio y diciembre de 2015, y en Navarra, que cerró dicho periodo con un saldo negativo de 20 empresas.

En Cataluña también nos encontramos con una tendencia negativa que incide en la línea observada desde hace años. Hablamos de más de 150 empresas que movieron sus domicilios sociales hacia otros territorios españoles. Por su parte, Aragón experimenta un leve aumento (9 sociedades más) y Baleares también rompe con la tendencia negativa (33 compañías más).

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